La escaladora estadounidense resuelve esta vía de autoprotección en el valle de Yosemite superando un delicado diedro que la lleva hasta el límite de sus posibilidades.

Repasamos el panorama de la docena de líneas con propuesta vigente de grado de 9b+ o 9c, con ‘Silence’, ‘DNA’ y ‘B.I.G.’ a la cabeza y pendientes de repetición.

El escalador estadounidense viaja a Costa Rica y trepa por árboles gigantes del género ‘ficus’. Líneas de más de 30 metros, con dificultades que se podrían equiparar hasta un grado de 7c.

La comunidad escaladora de Estados Unidos lleva meses en pie de guerra contra la propuesta de modificación de la Wilderness Act (Ley de Espacios Naturales) que podría poner en jaque la escalada en lugares tan emblemáticos como Yosemite.

El escalador alicantino realizó en diciembre la primera ascensión de una de sus propias creaciones en la escuela de Montanejos. Este es el vídeo que recopila el pegue del encadenamiento.

La Asociación de Escaladores de Margalef rebate los argumentos de un informe del Parque Natural de la Sierra de Montsant sobre la capacidad de carga de la práctica de la escalada deportiva en esta zona tarraconense.

Resuelve con más rapidez de lo esperado esta línea estrenada por Franco Cookson hace un par de años y considerada una de las más difíciles del trad británico. Se inhibe sobre la discusión acerca del grado, aunque apunta a decotación.

El joven escalador madrileño da el salto a la novena dimensión con esta emblemática vía de Perles, que se llevó en solo seis intentos repartidos en tres días.

El escalador alemán realizó la primera repetición de la última vía de Chris Sharma en Siurana a principios de año. Ahora lanza el vídeo que sigue su proceso en la línea, para la que propuso ajustar el grado a la baja hasta 9b.

La estadounidense consiguió encadenar, yendo de primera y con una sola caída, todos los largos de esta vía de unos 455 metros y dificultades máximas de 7c. Realizaron un vivac a media pared.

En su primera experiencia patagónica completaron el ascenso y descenso del Fitz Roy en 35 horas, aprovechando una corta ventana de buen tiempo y tirando de ligereza.