James Pearson consiguió realizar, días atrás, la primera repetición de una de las líneas más misteriosas y deseadas del panorama de la escalada trad británica. Se trata de Immortal, cuya primera ascensión reivindicó Franco Cookson en 2021 y que contaba con una propuesta de grado de E11 7b que la situada entre las más duras del país, a la altura de líneas tan emblemáticas como Rhapsody.
Aprovechando un viaje al Reino Unido por trabajo, James Pearson reclutó a Steve McClure, Neil Gresham y Gus Hudgins para ir a los Maiden’s Bluffs, en North York Moors. Ya había estado allí en agosto del año pasado echando un vistazo a Immortal, y se sentía con la motivación necesaria para ir a por la repetición a pesar del frío y de la nieve que tapizaba la zona.
Una vez en faena, James Pearson se anotó la repetición con más facilidad y rapidez de lo que había esperado. Un éxito que lo volvió a meter de lleno en la difícil situación de tener que valorar un grado y, posiblemente, ofrecer una cotación a la baja que podría afectar a otra persona igual que a él le afectó en su día que Dave MacLeod rebajara a E9 su propuesta de E12 para The walk of life.
Cuando decidí intentar escalar Immortal, fue debido al desafío escalador que Franco había planteado, no por el número que le había dado. Me quedé alucinado por la facilidad con la que escaló Meltdown y quería ver cuán extrema podía ser una vía que combinara su fortaleza en pequeñas presas con su notoria aceptación del riego.
Más fácil de lo que pensaba
Una vez en la línea, resultó que James Pearson consiguió encadenarla con mucha más facilidad y rapidez de lo que había previsto. Sin embargo, no está dispuesto a sugerir grado alternativo alguno, para no hacer pasar a nadie por lo que él pasó con la decotación de su vía años atrás… y también para mantenerse fiel a los razonados argumentos que compartió cuando lanzó su propuesta de grado de E12 para Bon voyage recientemente.
“Una gran parte de mi vida ha estado enmarañada con los grados. Cuando era joven, iba a por ellos, y ahora que soy más mayor hago todo lo posible por evitarlos”, ironiza el británico, y apunta que “no quiero comentar acerca del grado, pero igualmente no quiero que la gente piense que mi silencio significa que estoy de acuerdo con él, o peor, que no lo estoy pero estoy contento de apuntármelo igualmente”.
En esa dirección, concluye: “Un grado E es una combinación de un montón de elementos y, como Franco ya ha dicho, Immortal es complejo de graduar. Es muy corto, muy morfo, y casi, pero no del todo, una placa. Tiene protección muy rara y difícil de cuantificar y que, si es buena, lo haría muy ‘seguro’, pero si es malo sería casi un solo integral… yo sencillamente siento que lo he escalado demasiado rápido y he acabado demasiado fresco para que sea E11”.
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