La asociación Climbing for a reason tiene detrás una gran trayectoria de proyectos exitosos en su siembra de la escalada por zonas desfavorecidas del mundo, aportando a los locales una motivación a la vez que una forma de vida. Les conocimos con su proyecto en Surinam en 2020 (del que próximamente lanzarán una película) y posteriormente en otros igualmente motivantes como en el nepalí valle de Khumbu (del que surgió la película Bajo la gran montaña). En 2022 fueron al valle de Shigar, en Pakistán, con un proyecto en el que también estuvo implicado el chileno Pablo Mohr (a quien dedicaron la película tras su fallecimiento en el K2 ese mismo año)
Su último gran proyecto se desarrolló en Tanzania, en concreto en un orfanato en Musoma, donde decenas de niñas y niños han encontrado en la escalada una nueva alegría y propósito vital. Hasta allí han viajado ya muchos voluntarios, entre ellos la española Andrea Cartas. En el tráiler Sister Chacha podéis ver cómo se desarrolló el proyecto que transformó a los niños y niñas de Musoma trascendiendo el plano deportivo, pues con la implicación de los muchos voluntarios y escaladores que ya han pasado por allí, se ha conseguido incluso pagar escuelas, universidades, salud, infraestructura… aportándoles una calidad de vida que no habría sido posible sin esta iniciativa.
Climbing for a reason (CFR), que tiene a los chilenos Lucho Birkner y al cineasta Mateo Barrenengoa como principales promotores, ha seguido creciendo con cada vez más personas que comparten su objetivo de «transformar a las comunidades locales en escaladores de sus propias rocas y que sean ellas las que directamente se vean beneficiadas por el desarrollo del deporte frente a sus hogares».
Según nos cuenta Lucho, «este año, el proyecto social de CFR fue solicitado por bastante países. Uno de ellos fue el país africano Angola, el cual fue finalmente elegido para recibir el trabajo que realiza esta organización sin fines de lucro».
En concreto, tienes localizadas las zonas de Sumbe, Conda, Pedras Negas y Northern Bengo, donde, según describen, «hay paisajes impresionantes con formaciones rocosas que se alzan más de 200 metros, compuestas por granito de la más alta calidad, caliza y conglomerado, todas ellas aún sin equipar y menos aún escaladas y disfrutadas por la gente local».
Además de desarrollar allí la escalada mediante el equipamiento de vías, construcción de un rocódromo, impartir talleres para que ellos mismos sean autónomos, proporcionar material o desarrollar un programa de voluntariado–como han hecho en anteriores ocasiones– su proyecto esta vez es aún más ambicioso.
Como nos cuenta Lucho, su idea es «llevar a algunos niños del orfanato de Tanzania a Angola y que sean estos mismos niños lo que motiven a los niños de este pueblo. Así, los niños de Tanzania tendrán su primer viaje fuera del país gracias a la escalada y podrán contagiar su aprendizaje a niños que también tuvieron la suerte de nacer tan cercanos a rocas hermosas, pero que aún no les han sacado el provecho por el desconocimiento de este deporte y por los escasos recursos para desarrollarlo».
Con esperanza y confianza en las donaciones de personas generosas y marcas solidarias, anhelan alcanzar sus metas una vez más este año.
Para ello, han abierto una página de Crowdfunding donde puedes hacer tu aportación. Todo suma, por pequeño que sea: Proyecto Angola 2024.
También puedes contactarlos en las redes sociales de Climbing for a reason.
Climbing for a Reason agradece a todas las personas que hacen esto posible, voluntarios, donadores, gimnasios, revistas y a las marcas que son parte de esto, especialmente a Haka Honu que a ojos cerrados confía año a año en este proyecto.
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