Grandes Jorasses, Cervino, Eiger, Cima Grande di Lavaredo, Petit Dru y Piz Badile conforman la nómina de caras norte más emblemáticas de los Alpes. Un desafío alpinístico asociado a nombres como Gaston Rébuffat o Alison Hargreaves.
Este huraño ilustrador británico (1840-1911) lideró la primera ascensión del Cervino, puso nombre a una de las cimas de las Grandes Jorasses y firmó innumerables primeras en los Alpes, Andes y Rocosas Canadienses.
Peter Boardman (1950-1982) y Joe Tasker (1948-1982) fallecieron intentando la arista noreste integral del Everest. Dejaron tras de sí un nutrido legado de ascensiones avanzadas a su tiempo y una influyente obra de literatura de montaña.
Los dos polacos firmaron una ruta nueva por la arista oeste, que incluyó la primera ascensión de la cumbre oeste (7.966 m), en el último de los 14×8000 de Kukuczka. Otras dos cordadas de su expedición hicieron cima por otras rutas, también nuevas.
El himalayista mexicano protagonizó un prolífico 1995, en que logró las cumbres del Annapurna, el Dhaulagiri y ambos Gasherbrums sin oxígeno. Se quedó a uno solo de finalizar sus Catorce, que cerraría el año siguiente.
Los dos polacos abrieron una ruta que Messner tachó de “suicida” y nadie ha repetido. Fueron seis días de ascensión y otros cuatro de descenso, durante el cual Piotrowski sufrió una caída mortal.
Tal día como hoy, el 18 de junio de 1975, los dos alpinistas franceses culminaron la segunda ascensión absoluta del G2, abriendo un nuevo itinerario que solo ha sido repetido una vez.
Este seismil del santuario del Nanda Devi, en el Himalaya indio, ha registrado una gran cantidad de aventuras alpinísticas. La primera ascensión, a cargo de Chris Bonington y compañía, se completó el 4 de junio de 1974.
Durante un siglo, estuvo vigente la competencia por haber alcanzado la altitud máxima por un ser humano. El 29 de mayo de 1953, el récord quedó obsoleto al ascender Edmund Hillary y Tenzing Norgay los 8.848 metros del pico más alto.
La francesa falleció a los 34 años de edad con un dilatado currículum de alpinismo técnico y comprometido. Pero más allá de ello, quedó una personalidad carismática y vital, que vivió con pasión la montaña y sus gentes.
