El rescate de Anurag Maloo en el Annapurna es una de las noticias más destacadas de la tempodada premonzónica 2023 en el Himalaya de Nepal. El expedicionario indio de 34 años sufrió el 17 de abril una caída a casi 6.000 metros de altitud, al asegurarse a la cuerda equivocada cuando descendía tras haber renunciado a su ataque a cumbre. Se precipitó en una grieta del glaciar y fue dado por muerto.
Tres días más tarde, un equipo de rescate formado por cinco fuertes sherpas (Lakpa Nurbu Sherpa, Chhepal Sherpa, Dawa Nurbu Sherpa, Lakpa Sherpa y Tashi Sherpa) y con la decisiva participación de los polacos Adam Bielecki y Mariusz Hatala, se adentró en la grieta –ubicada en una zona muy propensa a las avalanchas– y logró extraerlo desde unos 50 metros de profundidad. Ellos mismos se sorprendieron de encontrarlo todavía con vida, aunque inconsciente.
Lo que era una operación para recuperar un cuerpo se convirtió en una operación de rescate urgente. Fue evacuado en long line por un helicóptero a un centro médico de Pokhara. Allí recibió las primeras atenciones médicas. Durante tres horas de alta tensión fue sometido a maniobras de reanimación, hasta que finalmente reaccionó y se habló incluso de “resucitación”.
Sigue en estado crítico
A continuación fue ingresado en un hospital de Katmandú donde su estado de salud ha ido mejorando paulatinamente a lo largo de las semanas. Por fin despertó del coma días atrás. Desde entonces, ha recuperado la conciencia, reconoce a las personas que lo rodean y es capaz de comunicarse, cada día con mayor precisión.
Paso a paso, su milagrosa recuperación sigue avanzando, aunque no está todavía fuera de peligro. Ayer jueves 11 de mayo fue trasladado en ambulancia hasta el aeropuerto, donde un avión medicalizado lo llevó a India. Allí, ingresó de nuevo en la UCI y seguirá el tratamiento cerca de su familia. El reto médico ahora se centra en controlar la infección y en asegurar que todos sus órganos recuperen la funcionalidad con el mínimo de secuelas.
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