Jorge Díaz-Rullo daba ayer la campanada anunciando su encadenamiento de Mejorando la Samfaina en Margalef, con propuesta de grado de 9b+. El escalador madrileño da así un paso adelante más en su trayectoria como escalador deportivo, un camino fulgurante que lo ha llevado desde el 9a hasta el 9b+ en poco más de cinco años; una progresión para la que no se adivina techo cerca. Repasamos a continuación esa trayectoria meteórica.
Primeros 9a y 9a+ con tres días de diferencia (2017)
En verano de 2017, Jorge Díaz-Rullo dio el salto a las páginas de noticias especializadas de escalada. Con 18 años de edad, recaló en la cueva de Alí Babá de Rodellar y salió con un tesoro en forma de encadenamientos. De hecho, con apenas tres días de diferencia realizó su primer 9a y su primer 9a+, a base de combinaciones más y más difíciles.
El 22 de julio consiguió encadenar Ali Hulk extension8c/+; el 9 de agosto se hacía con la primera repetición conocida de una variante más dura, que entra por el bloque Proa con fin de Ali 8A+ y que Dani Andrada bautizó como P con fin más Hulk extensiony la propuso de 9a/+, aunque para Jorge Díaz-Rullo su grado actual se quedaría más bien en 9a… El primer 9a de su carrera.
El siguiente paso lógico para el joven escalador madrileño era intentar la vía que él llamaba “la de verdad”, es decir, la combinación Ali Hulk extension. La completó el 12 de agosto, con dudas sobre si el grado llegaba a 9a+ o se quedaba en 9a/+.
Rodellar y Cuenca, primeros templos
Jorge Díaz-Rullo siempre ha sido un poco nómada, viajando por distintas zonas para escalar sus proyectos. En sus primeros años como novenogradista, las zonas de Rodellar y de Cuenca fueron las que más frecuentó y donde obtuvo sus resultados más destacados. Entre otoño de 2017 y otoño de 2018, fueron cayendo en su zurrón clásicas conquenses como El intento 8c+/9a, Seta total 9a o Circo ibérico 9a+.
En 2019, su ritmo de encadenamientos duros creció exponencialmente, incluyendo su salto al 8C de bloque con Soyuz de Zarzalejo. Cuenca fue su principal destino en primavera y otoño, mientras que consagró su verano a Rodellar. El carnicero de Rostov 9a, Circo total 9a, Leire 9a, Fin de Ali Hulk extension sit start 9a+, No pain no gain 9a+, Los inconformistas 8c+/9a, La copa del güey 8c+/9a, Seta ibérica 9a+, El intento deseado 9a, Following the leader 9a+ son de aquellos meses.
Primer 9b con La planta de Shiva (2019)
También en 2019, Jorge Díaz-Rullo dio un nuevo salto en el grado y en su prestigio a nivel internacional. En mayo, protagonizó un hito culminante para él con la repetición de La planta de Shiva en Villanueva del Rosario. Era su primer 9b y además en una vía que no admitía discusión tras haberla confirmado escaladores de la talla de Adam Ondra, Jakob Schubert, Angela Eiter o Jonathan Siegrist.
En verano, llegó su muesca en la histórica Biographie 9a+ de Céüse. Y a continuación, refrendó su ascenso con la repetición de Ali Hulk extension total sit start 9b y la primera ascensión de Patanics (9b para él aunque posteriormente decotada), ambas en Rodellar.
Margalef, su patio de juegos futuristas
Después de la pandemia, Jorge Díaz-Rullo desplazó su punto de mira hacia Cataluña, aunque nunca ha abandonado Rodellar y su alma nómada. Durante meses, estuvo descubriendo lugares como Sant Miquel del Fai, Oliana, Siurana o la Cova de l’Ocell. En todas esas zonas ha realizado importantes encadenamientos, entre los que destaca muy especialmente El bon combat 9b.
Sin embargo, Margalef lo sedujo de forma muy destacada a partir de otoño de 2020. Desde entonces, ha encadenado allí casi una veintena de novenos, incluidas las vías más duras de su libreta en más de dos años, como First round first minute 9b, Mejorando imagen 9a+/b, la primera ascensión de Café solo 9b o la repetición de The journey in Colombia 9a+/b.
Sin duda, ayuda a ese fanatismo el hecho de haberse marcado como principal objetivo desde hace tiempo el proyecto Café Colombia, que apuntaría a 9b+ o incluso más.
Vale la pena recordar tener también presente que la figura de Jorge Díaz-Rullo como escalador deportivo incluye también algunas ascensiones de impresión sin cuerda, como Kundalini 8c en El Vellón o Darwin dixit 8c en Margalef. Un grado, el 8c, que también ha sido capaz de encadenar a vista un par de veces, con Pengim penjam en Sant Miquel del Fai y con White zombie en Baltzola.
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