Fallece Ammon McNeely, el ‘pirata’ de los Stone Monkeys

La noticia corrió ayer como la pólvora por redes sociales. Ammon McNeely había fallecido el sábado 18 de febrero a los 52 años de edad en una caída en Moab (Utah) no relacionada con la escalada. Perdía así la vida el apodado ‘Pirata del Capitan’, pues fue en el monolito de Yosemite donde dejó su mayor impronta, en la primera década de este siglo.

Fue la época de los Stone Monkeys, la edad de oro de la escalada rápida en las grandes paredes, una especialidad que él impulsó como nadie y que consiguió llevar hasta sus límites, con compañeros de correrías como Dean Potter, Chris McNamara, Ivo Ninov, Brian McCray o Cedar Wright entre otros. También influyó a los hermanos Thomas y Alex Huber, quienes ayer mismo lo homenajeaban en sus redes sociales:

Ammon… gracias por el tiempo que compartimos. Gracias por ser el auténtico Stone Monkey. Gracias por enseñarnos la escalada de velocidad. ¡Gracias por cada hora que pasamos juntos!

Más vías que nadie en El Capitan

La actividad que Ammon McNeely llevó a cabo en El Capitan fue ingente y adelantada a su época. En total, se calcula que escaló el icónico monolito al menos 75 veces, a través de más de 60 vías diferentes. Que se sepa, no hay nadie más que haya escalado tantas rutas diferentes en la montaña.

Muchas de esas ascensiones fueron realizadas en el día, una práctica que no se estilaba antes del año 2000 y que él contribuyó decisivamente a difundir. Ostenta el récord de haber protagonizado, al menos, una docena de primeras ascensiones en el día, solamente en El Capitan. Entre ellas, destacan líneas tan complicadas como Wall of early morning light o Plastic surgery disaster. También ha ostentado varios récords de velocidad.

Igualmente, era uno de los mayores especialistas en escalada artificial, como lo demuestra el hecho de haber logrado en 2011 la primera repetición de la mítica Wings of steel, la vía de artificial más dura y más polémica de Yosemite que nadie había vuelto a escalar desde su apertura por Mark Smith y Richard Jensen en 1982.

Jugando al límite en salto BASE

Igual que otros compañeros de generación, Ammon McNeely se sintió atraído por el salto BASE. E, igual que algunos de ellos como Dean Potter o Sean Leary, sufrió graves accidentes que, en su caso, se quedaron en serios avisos.

En 2013, sobrevivió milagrosamente a un grave accidente, cuando se estrelló contra una pared de roca en un salto nuevo ejecutado en Moab. Casi se amputó un pie de cuajo, pero tuvo la suerte de caer en una repisa y ser rescatado antes de desangrarse.

En 2017, sufrió otro impacto del que también salió con vida. Igualmente en Moab, se repetía la historia y se golpeaba con violencia contra la pared en un salto BASE ejecutado a última hora de la tarde. Sus compañeros le practicaron los primeros auxilios y resistió en el talud de la pared en cuestión las 13 horas que tardó en llegar el helicóptero la mañana siguiente para evacuarlo. Una vez en el hospital de Salt Lake City, McNeely fue tratado de sus numerosas heridas: fractura de clavícula, fractura de muñeca, graves politraumatismos en la pierna derecha y múltiples fracturas en la pierna izquierda. Hasta ahora, ha sido sometido a cinco intervenciones quirúrgicas mayores, incluyendo la amputación de la pierna derecha por debajo de la rodilla.

A pesar de todo, Ammon McNeely siguió escalando y respondiendo con hechos a la pregunta que él mismo se había formulado en una reflexión realizada tras su accidente de 2013:

¿Nos levantamos y afrontamos los riesgos y disfrutamos al máximo nuestra pasión? ¿O nos escondemos en las sombras, con miedo de lo que pueda suceder si somos tan valientes como para perseguir nuestros sueños?