Marcel Rémy ha cerrado el último capítulo de su vida. El escalador suizo ha fallecido por causas naturales mientras dormía en su casa a los 99 años de edad. Nos deja un ejemplo único y fuente de admiración e inspiración para varias generaciones de escaladores.
Marcel Rémy nació en Gruyère (Suiza) en el seno de una humilde familia de ganaderos y pastores de las montañas de los Alpes suizos. Su padre, además, trabajaba en el ferrocarril. Un suceso trágico marcaría su infancia cuando un alud destruyó parte de su casa, matando además a su madre y a su hermana. Él veía que la gente de la ciudad viajaba a sus montañas para escalar y caminar y muy joven se interesó por el asunto.
A la vez que Marcel escalaba y descubría los Alpes, sacaba adelante a su familia gracias a su trabajo, también en el ferrocarril. Desde muy temprano llevó a sus hijos al monte y estos heredaron su pasión. De hecho, Claude e Yves Rémy fueron y son unos activos escaladores y aperturistas de paredes por toda Europa (las cuentas dicen que han inaugurado más de 15.000 largos), además de excelentes divulgadores gracias a las guías de escalada que publican regularmente.
Su pasión por la escalada lo llevó a mantenerse activo en la vertical literalmente hasta el final. En los últimos años, ha sido noticia por sus actividades extremadamente longevas. En 2017, con 94 años de edad, escaló la cara oeste del Miroir de l’Argentine (450 m, 12 largos, V?), de la que descendió en un vuelo de parapente en tándem.
En 2019, con 96 años de edad, escaló en libre el primer largo (5c) de La guêpe, una vía liberada por sus dos hijos en 1974, y explicó que entrenaba en el rocódromo para poder escalar también el segundo largo, de 6a.
El pasado mes de febrero, informamos de la fiesta de su 99 cumpleaños, celebrada en el rocódromo de Villeneuve y en la que todavía escaló de primero una vía de 4c. Genio y figura. Descanse en paz.
Sigue escalando…
Increíble que pasión,así es la escalada los que nos engancho de jóvenes nos cambio la vida a mejor;no espero vivir tanto pero con solo un diez por ciento de la pasión de Marcel tendría bastante, descansa en paz y nos veremos en las montañas.