Maja Jonjic, doble 8A+ en Tenerife: “No toco el plafón desde el confinamiento”

Maja Jonjic lleva siendo una presencia habitual en las competiciones de escalada en nuestro país desde hace años. Ha destacado especialmente en la Copa de España de Búlder y se ha subido a varios podios. A sus 27 años, esta escaladora nacida en Gran Canaria de ascendencia bosnio-herzegovina vive en Tenerife desde hace algo más de dos años.

Actualmente está a cargo de la selección canaria de escalada, “en la cual pongo todas mis ganas y empeño en tratar de enseñarles, en el menor tiempo posible, todo lo que a mí me ha costado años aprender”, explica. Y es que, “tras acabar el grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, tenía claro que quería dedicarme a algo relacionado con mi pasión y estilo de vida, y seguidamente fui a hacer el TD2 de Escalada a La Pobla de Segur” (Lleida).

En los últimos meses está disfrutando de la roca más que nunca y el nivel de sus encadenamientos se ha beneficiado de ello. De febrero a esta parte, Maja Jonjic ha encadenado en la zona tinerfeña de Arico dos problemas cotados de 8A+, Media naranja y La guancha. Este es el máximo grado encadenado por una escaladora de nuestro país, que sitúan a la canaria junto a Josune Bereziartu e Itziar Zabala, quienes la precedieron con Solaris 8A+ de Baltzola, que se anotaron en 2003 y 2016, respectivamente.

 “En la escalada encontré valores que me han hecho crecer como deportista y persona”

¿Cuándo y en qué circunstancias comenzaste a escalar?
Empecé a escalar en 2008, estando a punto de cumplir los 15 años. Mis inicios fueron en el sur de la isla de Gran Canaria, con el Club To’Patrás. Viví durante muchos años muy cerquita del roco, pero no me decidí a probar hasta que mis amigos se engancharon y me convencieron para ir un día. En ese entonces estaba en un equipo de baloncesto y empleaba en ello la mayor parte de mi tiempo libre. Pero fue probar aquel día la escalada y ya olvidarme de la pelota de básquet. De un día para otro, me vi yendo casi todos los días de la semana a escalar. Creo que fue una etapa que me marcó y motivó a seguir escalando todos estos años. Hoy en día, aquellos amigos por los que empecé ya no escalan pero siempre les estaré agradecida por haberme metido en este mundo.

En la escalada encontré lo que no había encontrado en el resto de actividades que había practicado hasta entonces, numerosos valores que te hacen crecer tanto como deportista como a nivel personal. No solo la escalada en sí me transmitió estos valores, también fue la calidad humana que la rodea, y el hecho de poder realizarla en la naturaleza. 

Mucho se lo debo a mi mentor, y gran amigo, Jorge Ortega. Quiero aprovechar y agradecerle su motivación incansable y todo lo que hace por la comunidad escaladora. Y no me puedo olvidar del otro pilar importante en mis inicios, Lola Cabrera, a quién le estaré eternamente agradecida. Me llevaba a escalar casi todos los fines de semana. Lleva varios años viviendo en la península, y la verdad es que la echo mucho de menos.

“La competición ha sido la excusa perfecta para entrenar duro”

Te conocíamos básicamente por las competiciones, con algún podio en Copa de España incluido, ¿cuál es tu actividad escaladora en roca? ¿Qué te gusta más, el plafón o la roca?
La roca, siempre. Si no tuviera la opción de escalar en la naturaleza, creo que me hubiera aburrido hace tiempo. El plafón y las competiciones me han ayudado a mantener la motivación cuando me era imposible escalar en roca todo lo que quería. Ha sido la excusa perfecta para entrenar duro. Gracias a este enfoque hacia el entrenamiento he podido escalar montón de vías y bloques guapísimos. En este tema, le debo mucho a mi amigo Marco Jubes, quien me entrenó durante varios años y me enseñó bastante de lo que sé a día de hoy.

Llevo un par de meses yendo a hacer bloque a la roca unas dos o tres veces a la semana, y la verdad es que me siento mejor que nunca. No toco el plafón desde que nos dejaron salir después del confinamiento, y sinceramente, no lo echo mucho de menos.

Estos últimos meses te has dedicado mucho más a escalar en roca, ¿cuáles han sido tus encadenamientos más relevantes?
Estuve por Albarracín el otoño pasado, y pude escalar varios 7B y 7B+ al flash y en pocos pegues, algún que otro 7C, e incluso hubieron encadenes inesperados que pude hacer en una sesión, como Manu Chakra 7B+/C, La Fuente 7C, y Atreyu 8A.

Desde que volví del viaje he seguido muy motivada por las islas. He podido hacer bloques que pensaba que no podría encadenar tan pronto como Media naranja 8A+ y La guancha 8A+. También he hecho otros bloques muy guapos como La Pirámide 7C, El bloque de Arroita 7C, Polako express 7C/+ y Bizcocho de Moya 7C+/8A, entre otros.

“La guancha es un bloque potente al inicio y que requiere resistencia para el final”

La última ascensión que has publicado ha sido la repetición de La guancha, ¿cómo es la línea y cómo fue el proceso en ella hasta encadenar?
La guancha comienza con par de pasos duros muy físicos, y luego le sigue un baile de pies para poder llegar a los movimientos finales que van petando ya que hay que ir despacito para sentir bien el talón/punta. Es un bloque potente al inicio y que requiere un mínimo de resistencia para el final.

Lo que más me costó del bloque fue sacar los primeros movimientos. Las primeras dos sesiones no pude resolverlos, me parecía imposible. Lo dejé respirar unos días y al siguiente que volví, con un poco más de paciencia y suerte, conseguí hacerlos, pero tras estar un rato descifrándolos cuando quise unirlos ya llegaba petada al final. Tuve que irme a Gran Canaria justo al día siguiente, así que tocaba olvidarme de él, pero afortunadamente, por poco tiempo. Cuando volví a Tenerife no me lo podía sacar de la cabeza. Así que tocó ir a darle otra sesión. Calenté bien en bloques más fáciles, luego le di un pegue desde la mitad para terminar de calentar, descansé unos minutos y pude encadenarlo en el primer pegue desde atrás que le di ese día. 

“El grado es algo muy relativo, pero son los bloques más duros que he hecho”

Consta como 8A+, ¿qué piensas acerca del grado?
Puede ser… Media naranja, que pude encadenar en febrero, también está de 8A+, y ambos bloques me han costado las mismas sesiones. No es fácil confirmar un grado al 100%, es muy relativo, pero lo único que sé es que ambos bloques son los más duros que he hecho en Tenerife hasta el momento. 

¿También escalas con cuerda? ¿Cómo se te da?
Sí, la verdad es que estuve muy motivada con la cuerda desde que me mudé a Tenerife en 2018, hasta el verano pasado, que volví a enfocar la motivación al bloque. En esos dos años pude hacer varios 8b. La verdad es que nunca he probado ningún 8b+ ni vías más duras… quizás ya sea hora.

“A día de hoy, mis objetivos personales están en la roca y en disfrutar de la naturaleza”

Supongo que en este 2021, estás esperando que vuelvan las compes… ¿Cuáles son tus planes y objetivos para este año?
Creo que todos deseamos, de una forma u otra, que vuelvan a celebrarse las competiciones. Ahora estoy más motivada con los chicos y chicas de la selección, y quiero dedicarles toda mi atención durante el desarrollo de las mismas. Con esto no quiero decir que vaya a dar mi etapa competitiva por terminada, porque si puedo, intentaré participar en alguna prueba de la Copa de Bloque absoluta. A día de hoy, mis objetivos personales están en la roca y en disfrutar de la naturaleza. 

Por último y no menos importante, me gustaría aprovechar y agradecerle a Javi, mi compañero de vida, por todas las veces que me ha acompañado en el proceso, tanto de estos dos bloques como de otros muchos proyectos. Me siento muy afortunada de contar con su apoyo.