Trece años después de su primera ascensión, y muchos más desde que los bloqueros más empedernidos vieran en ella la línea del futuro, Gioia continúa en primera página de las noticias de búlder. Ahora gracias a la repetición realizada por Elias Iagnemma.
El escalador italiano ha protagonizado la quinta ascensión de Gioia, situada en la zona de Varazze. En un completo comentario en sus redes sociales, ha realizado una propuesta personal de grado de 8C/+, que se explica fundamentalmente por el hecho de haber usado rodilleras en la primera parte del problema, donde un movimiento brutal se ha convertido en técnico más que físico. Igualmente, confirma una vez más que Gioia es también tremendamente dependiente de las poco colaborativas condiciones meteorológicas de la zona.
Vale la pena recordar que Gioia nació como la principal candidata a confirmarse como el primer 8C+ de la historia, cuando Christian Core la resolvió en 2008. En realidad, el italiano la propuso prudentemente de 8C, aunque posteriormente cambió de idea, a tenor también de la sugerencia de Adam Ondra, quien sugirió 8C+ tras la primera repetición, en 2011.
Más tarde llegó la repetición de Nalle Hukkataival (8C duro para él), en 2014, y ciertas críticas de algunos de los mejores bloqueros estadounidenses por las ‘reparaciones’ llevadas a cabo en algunos cantos. Niccolò Ceria completaba hasta ahora la nómina de repetidores, con su encadenamiento del pasado mes de diciembre.
Esta es la narración de Elias Iagnemma en sus redes sociales:
Sí, todo es verdad, he esperado varios días para darme cuenta de lo sucedido y sí: hice la quinta ascensión de Gioia, cuya primera ascensión correspondió a Christian Core en 2008.
Fue una lucha dura, pero al final, como siempre, con mucho sacrificio y dedicación, conseguí ganar incluso esta batalla.
El proceso fue agotador, porque es casi imposible encontrar condiciones meteorológicas decentes en Varazze: de hecho, después de caerme en el último movimiento, luego tuve que esperar otros quince días para tener el día bueno, pagando el precio de la renuncia –por primera vez en años– a una prueba de la Copa de Italia de búlder. Para mí fue duro abandonar la competición, pero en ese momento fue lo que más quería y eso me hizo sentir mejor. Para la primera sección del bloque, usé rodilleras, que transforman un movimiento extremo de fuerza en uno extremadamente técnico.
Entre los 8C que he escalado, este bloque se mantiene como mucho más difícil, a pesar de las nuevas secuencias, porque requiere una mezcla de fuerza, precisión y sobre todo fuerza resistencia, que es el factor clave ya que la dificultad total de la línea está determinada por mantener un alto nivel de fuerza durante toda la escalada junto con una mente estable.
Creo que el grado correcto podría ser 8C/+.