Olot ha sido siempre una ciudad importante pero encerrada en un anillo de volcanes. Los primeros proyectos de llevar un ferrocarril a Olot datan de mediados del siglo XIX, aunque habría que esperar a 1911 para su puesta en marcha.
Los diez primeros kilómetros son de subida para escapar del anillo volcánico por el Coll d’en Bas desde donde se obtienen unas bellas perspectivas de la Val d’en Bas, llamada La Suiza de Cataluña.
Al otro lado del collado comienza un largo descenso hasta Girona acompañando al río Ter. Los aficionados a las largas distancias pueden proseguir hasta las orillas del Mediterráneo por la Vía Verde Girona-Costa Brava, también llamada Carrilet II.
El tren, que comenzó a prestar servicio en 1892, era conocido cariñosamente en la zona como el “Feliuet”.
¿Por qué hay que conocerla?
Por dar la posibilidad de ir del Mediterráneo hasta las sierras prepirenaicas sin esforzarse demasiado. El contraste de paisajes y la presencia de ciudades como Girona y Olot también es un argumento de peso.
Época recomendable
Prácticamente todo el año, exceptuando los meses centrales del verano y del invierno, aunque la cercanía del Mediterráneo atempera la temperatura.
Sugerencia
El Carrilet, desde Sant Feliú a Olot, es un magnífico plan para cuatro días de pedaleo, ida y vuelta. Con un poco más de tiempo (y ganas, pues hay que subir el puerto de Coubet) se puede conectar con la Vía Verde del Ferro i del Carbó desde Sant Joan de les Abadesses y Ripoll.
Ficha técnica
- Longitud: 54 + 39 km.
- Infraestructura: firme de tierra compactada con 14 puentes, un túnel y varias pasarelas metálicas.
Información
- Guía de Vías Verdes volumen 1 y 2.