No es el máximo grado para Jesús Muñoz “Chuchi” pues el pasado abril se subió al 9a con la explosiva vía El dorado de la Pedriza (que nos mostró en este vídeo fanático), pero sí es su propuesta más dura en bloque. Ya contaba con Indarstu (8B+/C) en la misma zona de Hoyamoros (Salamanca), que resolvió en octubre del año pasado. Según nos cuenta en esta entrevista, La legión tiene un estilo distinto al anterior y es significativamente más duro.
Cuéntame sobre el bloque, ¿cómo es?
Está en el mismo bloque que el problema El legado, que es como la línea más emblemática de esta roca (de pie sale 8A, con primera de Jorge Tost), pero que tiene distintas entradas [entre ellas, El legado Sith 8B/+ que Chuchi encadenó a mediados de agosto]. La legión es una de esas entradas que empiezas sentado; tendrá unos 15 movimientos principalmente sobre regletas. Poco después de la primera ascensión de Beto Rocasolano hace dos años se rompió una regleta clave y pensé que ya no se podría escalar. Desde entonces no la había hecho nadie, pero este verano me puse a darle y, probando distintos métodos, acabó saliendo la secuencia, así que me motivé para darle a toda la línea completa.
¿Se parece a Indartsu (8B+/C) que hiciste en octubre del año pasado también en Hoyamoros?
No, son bloques muy diferentes. Indarstu es un bloque de techo, muy de compresión, de fuerza física, mientras que La legión es más de fuerza de dedos, de resistencia. Es más de aguantar muchos pasos seguidos, no hay ninguno fácil.
Es curioso que tanto Indartsu como este de La legión sean recotaciones por rotura de cantos, ¿es algo habitual en Hoyamoros?
La verdad es que no es lo habitual, solo quizá en cantos así que son muy netos, tipo regletas, que por el cambio de temperatura que hay en verano/invierno en esta zona de alta montaña se acaban quebrando, pero en general Hoyamoros tiene una roca muy compacta.
«Es inevitable que haya un impacto porque cada vez somos más, por eso es importante respetar las regulaciones»
¿Qué tal ha sido el ambiente escalador en Hoyamoros este verano?
Creo que el año pasado hubo más descontrol, había más gente que no tenía mucho respeto. Los locales intentamos hacer bastante trabajo de concienciación y ahora la normativa que nosotros propusimos es oficial. Hay unas normas impuestas por Medio Ambiente de Castilla y León que en general la gente respeta. Este verano lo he visto todo más tranquilo. Claro que el típico fin de semana de agosto se llena, pero no solo de escaladores, también de senderistas y otros visitantes. Al final es inevitable que haya un impacto porque cada vez somos más, por eso es importante respetar las regulaciones.
Como propietario de un rocódromo que enseña a la gente a escalar, ¿te sientes también responsable de esa masificación?
Bueno, creo que hay dos perfiles de gente que va al rocódromo. Está claro que ahora, sobre todo con las olimpiadas, la escalada está en auge, pero si quieres destacar en competición normalmente no escalas en roca. Mucha gente utiliza las instalaciones del rocódromo como un gimnasio pero no sale habitualmente a la roca. En todo caso, en nuestras clases además de enseñar a escalar también enseñamos los valores que conlleva la escalada. También con el tema de la masificación en concreto Hoyamoros creo que está un poco a salvo porque no es un lugar fácilmente accesible como puede ser Albarracín u otros sitios. Para subir a Hoyamoros ya tienes que caminar, estar en forma, cargar con los crashpad… En general los que suben por allí son montañeros y escaladores bastante fanáticos que son conscientes del medio en el que están.
Volviendo a tu encadene, ¿te motiva para probar otros bloques de 8C en otras zonas?
Sí, claro, me encantaría probar más cosas más lejos de casa, pero al final lo que está cerca es a lo que puedo dedicar más tiempo. Ahora tengo en mente probar El Eterno Legado, otra entrada alternativa al mismo bloque que cambia 3 movimientos de entrada por otros 6 diferentes sobre una travesía de romos; de dificultad creo que puede ser similar. Cuando llegue el invierno también iré a otras zonas como La Pedriza, donde he escalado mucho y que también me motiva.
¿Y vías has vuelto a hacer después de El dorado?
Sí, he estado escalando por ejemplo este verano en Valdegovía y también en Solana, pero me he dedicado sobre todo a escalar cantidad. Hay veces que el cuerpo te pide escalar más cantidad y hay veces que te pide calidad, que tienes más ganas de proyectar. A mí no me preocupa, escucho al cuerpo porque me gusta hacer de todo.
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