Este camino, que une la ciudad de Palencia con Santo Toribio de Liébana, en pleno Picos de Europa, recrea un antiguo camino de peregrinación.
Prepárate para hacer un viaje rebosante de historia, arte, paisaje y naturaleza que te dejará un muy buen sabor de boca y un montón de recuerdos.
Algo de historia
Un documento del año 1455 que se conserva en la catedral de Palencia, la Bella Desconocida, atestigua que, al menos desde el siglo XV, era algo normal ir desde la ciudad del Carrión al monasterio de Santo Toribio, y que muchos peregrinos que iban o volvían de Santiago por el Camino Francés se desviaban para acercarse a venerar la reliquia.
Rastreando los probables pasos de aquellos peregrinos medievales, hace unos años, la Diputación de Palencia y el Grupo de Acción Local de Liébana recrearon la ruta y le dieron el nombre de Camino Lebaniego Castellano, «hermano» del Camino Lebaniego principal, el que va de San Vicente de la Barquera al monasterio de Santo Toribio.
A pesar de que el resultado no sigue la traza histórica al cien por cien, el itinerario está cuajado de hitos históricos y una sobresaliente y variada belleza paisajística.
El recorrido
El llamado Camino Lebaniego Castellano tiene cuatro partes bien diferenciadas. La primera, de Palencia a Alar del Rey, utiliza el camino de sirga del Canal de Castilla. La segunda, de Alar a Cervera del Pisuerga, sigue las huellas del Camino Natural del Románico, uno de los itinerarios que forman la red de Caminos Naturales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. De Cervera al puerto de Piedrasluengas, estratégico paso de la cordillera Cantábrica, el Camino Lebaniego Castellano utiliza casi al cien por cien el Camino Real que unía Cervera con Liébana por el valle del Pisuerga. Finalmente, el cuarto tramo, prácticamente todo él en territorio cántabro, desciende desde el puerto de Piedrasluengas hasta Potes por el valle del río Bullón. En total son doscientos quince kilómetros rebosantes de historia, arte y naturaleza.
Tramo 1. De Palencia a Alar del Rey
El Canal de Castilla, la obra pública más importante de la Ilustración española, guía al viajero durante los primeros cien kilómetros. La buena pista acondicionada sobre los antiguos caminos de sirga permite avanzar cómodamente al caminante y al cicloperegrino.
Los postes con las señales lebaniegas eliminan cualquier duda de orientación. En este centenar de kilómetros el peregrino pasará al lado de las esclusas, puentes, viaductos, dársenas, almacenes, batanes y molinos que componen la obra muerta del proyecto de ingeniería hidráulica más importante de la España de los siglos XVIII y XIX; un proyecto que pretendía, nada menos, que unir los puertos cantábricos con la meseta castellana.
En Frómista, allí donde el canal se cruza con el Camino de Santiago Francés (el lugar donde, como escribió el escritor Raúl Guerra Garrido, «se cruzan los caminos de la fe y de la razón») el peregrino tendrá la oportunidad de visitar una de las joyas del románico europeo: la iglesia de San Martín de Tours.
Tramo 2. Camino del Románico
En Alar del Rey el Camino Lebaniego Castellano se dirige hacia el noroeste usando el Camino Natural del Románico como guía.
Esta ruta, que a su vez se basa en el viejo camino que utilizaban los carreteros para transportar el carbón de las minas de los valles de Orbó, la Castillería y Vergaño hasta el Canal de Castilla, recibe este nombre por atravesar el territorio con la mayor concentración de monumentos románicos de Europa.
No hay pueblo, por pequeño que sea y apartado que esté, que no tenga una iglesia o una ermita admirable. Tampoco faltará un lugar donde saciar el hambre y la sed antes de continuar el camino hacia Cervera de Pisuerga.
La antaño capital del condado de Liébana y hoy capital de la Montaña Palentina es un lugar ideal para terminar la jornada y prepararse para las siguientes, de clara vocación montañera.
Tramo 3. El paso de la cordillera
El valle del río Pisuerga fue una de las vías de comunicación naturales entre la meseta y el valle de Liébana y Polaciones. A su vera se trazó un Camino Real, posiblemente inspirado en una vía romana, que, partiendo desde Cervera de Pisuerga, continuaba río arriba hasta alcanzar los puertos que daban paso a los valles cantábricos.
El tramo que arranca en Cervera se introduce en un territorio más abrupto que el que hemos dejado atrás y pondrá a prueba las piernas de los peregrinos, vayan estos a pie o en bicicleta.
Entramos en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente del Cobre, un espacio cubierto de bosques atlántios, y con cumbres que rozan los 2500 metros de altitud.
No es un territorio deshabitado pero hay que ir bien provistos ya que los pueblos que cruza el Camino Lebaniego Casgtellano son pequeños y no todos cuentan con una taberna donde reponer fuerzas.
Especial atención merece San Salvador de Cantamuda, capital de la Pernía, nacida alrededor de la colegiata del mismo nombre y poseedora de los últimos servicios turísticos en muchos kilómetros. La pequeña población de Piedrasluengas y el puerto del mismo nombre queda a once kilómetros.
Tramo 4. Bajada a Liébana
Tras contemplar desde el mirador de Piedrasluengas. Liébana a sus pies y la ciclópea muralla de los Picos de Europa frente a sus ojos, el peregrino sólo tiene que echar a andar por una cómoda pista que comienza en el propio puerto y empieza a perder altura rápidamente hacia la vaguada del río Bullón.
Treinta y tres kilómetros tiene por delante el peregrino para llegar a la histórica y turística villa de Potes, a la orilla del río Deva. A sólo tres kilómetros está el monasterio de Santo Toribio.
En el largo camino de descenso, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Cantabria, el viajero podrá aprovisionarse en las aldeas de Pesaguero, Piasca (donde no puede dejar de visitar La iglesia de Santa María la Real, uno de los más notables testimonios del arte románico cántabro) y Frama. La meta está ya al alcance de la mano.
Info práctica
- Señalización: el Camino está marcado en su totalidad con señales de dirección y balizas.
- Información: la Diputación de Palencia dispone de una guía que puede descargarse gratis en http://bit.ly/castellano_lebaniego. La guía divide el itinerario en once etapas para caminantes. Las etapas son orientativas.
- Alojamiento: el Camino cuenta con media docena de albergues y hay alojamientos en los pueblos más importantes. En la guía citada hay una relación de establecimientos.
- En Bicicleta: prácticamente todo el camino es ciclable. En los pocos tramos en los que no lo es la guía señala una alternativa.
- Época: la primavera tardía y el otoño temprano son, sin duda, los mejores momentos para emprender este interesante viaje. El puerto de Piedrasluengas puede conservar nieve hasta bien entrada la primavera.
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