El origen del monasterio de Santo Toribio se pierde en la bruma de un remoto pasado. La primera referencia que se tiene de él data de 1125, aunque entonces recibía el nombre de monasterio de Turieno. Su fundación se atribuye a un obispo de Palencia del siglo VI llamado Toribio, el cual se retiró junto con algunos de sus seguidores para seguir una vida de acuerdo con la regla benedictina.
En un primer momento fue consagrado a San Martín de Turieno, para cambiar posteriormente a Santo Toribio, un obispo de Astorga cuyo cuerpo fue trasladado al monasterio en compañía de algunas reliquias traídas de Tierra Santa, entre las que se encontraba el Lignum Crucis.
La reliquia convirtió a Santo Toribio en uno de los cuatro lugares santos del cristianismo y meta de peregrinos que llegaban procedentes del Camino del Norte o del Camino Francés, y que, desde el momento que se separaban de las rutas jacobeas para dirigirse a Liébana, recibían el nombre de “crucenos” o “cruceros”.
Camino Lebaniego
En la actualidad son muchos los peregrinos que llegan a Santo Toribio por alguno de los caminos que utilizaban los viajeros medievales. El más importante de todos es el Camino Lebaniego que comienza en San Vicente de la Barquera, una ruta donde se funden cultura, deporte, naturaleza y religión y que reúne toda la variedad paisajística de Cantabria.
El Camino Lebaniego está señalizado desde San Vicente de la Barquera con flechas de color granate y la cruz de Liébana. Los primeros doce kilómetros los comparte con el Camino del Norte. Este hermanamiento recuerda que eran muchos los peregrinos jacobeos que se desviaban hacia Santo Toribio y atravesaban después las montañas cantábricas para enlazar con el Camino Francés.
La corta longitud del Camino Lebaniego –setenta y dos kilómetros– puede llamar a engaño. Aunque pueda pensarse que dos días son suficientes pero sólo los caminantes más preparados pueden abordarlo así, siendo más prudente planearlo en tres o más jornadas ya que el desnivel acumulado es grande y el abrupto relieve pone a prueba las piernas.
Etapas
La planificación del viaje por el Camino Lebaniego depende de la capacidad física de cada uno de la disponibilidad de los alojamientos a lo largo del viaje. El Camino Lebaniego cuenta con siete albergues, el último de ellos en el mismo Santo Toribio.
También hay alojamientos en varios pueblos por los que pasa el Camino o cerca de él, y prácticamente en todos los pueblos en ruta hay algún lugar donde matar el hambre o aprovisionarse. El Camino discurre por caminos, pistas y carreteras. La mayor parte de los tramos de asfalto se puede evitar por caminos alternativos que no están señalizados.
1. San Vicente de la Barquera-Cades
- Distancia: 28,5 km.
- Desnivel: +577 y -493 m.
- Mapas: hojas 33-3 y 57-1 del IGN. 1:25 000
- Track: https://desni.in/4gkwv
Por la calle Calzadas Altas se deja atrás San Vicente para continuar por la carretera local que conduce a La Acebosa. Desde aquí hasta Serdio, las señales del Camino Lebaniego coinciden con las flechas amarillas del Camino del Norte.
En La Acebosa hay que buscar el camino del Perujo para llegar a la carretera S-221 por la que llegaremos a Hortigal, una pequeña aldea con una docena de casas y sin ningún servicio. La misma carretera nos llevará hasta Estrada primero, y luego hasta Sedio, que cuenta con todos los servicios esenciales.
A la salida se levanta la fortaleza de los Estrada, un conjunto defensivo declarado Bien de Interés Cultural formado por un recinto amurallado, torre defensiva y capilla del siglo XIV. La torre acoge un centro temático sobre la posguerra civil española y es sede de la exposición permanente Maquis, realidad y leyenda.
En Serdio los caminantes se despiden de las vistas marinas. El Camino Lebaniego y el Camino del Norte continúan hermanados por una tranquila pista pero setecientos metros después se separan. El camino jacobeo continúa por la pista más ancha mientras que el Lebaniego toma un camino más estrecho a la izquierda. A partir de ahora nos guiaremos por las señales propias del Camino Lebaniego.
Por este tranquilo camino el peregrino llega a Muñorrodero, situado junto a la ría de Tina Menor. Aquí, el Camino Lebaniego gira decididamente hacia el sur siguiendo aguas arribas el curso del río Nansa por una cómoda senda hasta Camijanes.
El peregrino no está obligado a llegar a esta población si no es que quiere comer o alojarse, ya que el Camino Lebaniego se desvía antes para ir a Cabanzón a donde se llega por la carretera. Este pequeño pueblo conserva una fotogénica torre medieval. Si se desea evitar el asfalto se puede continuar por la Senda Fluvial hasta el puente de Arrudo donde se conecta de nuevo con el Camino Lebaniego. La distancia es prácticamente la misma.
Se deja atrás Cabanzón por una pista para caminar brevemente por el borde de la carretera que la une con Cades. Hasta aquí, el peregrino habrá cubierto 28,5 kilómetros. Como en Cades hay un albergue y un bar, muchos dan por terminada aquí la primera etapa y aprovechan la tarde para visitar una ferrería que ha sido rehabilitada como centro de interpretación de este viejo oficio.
Te aconsejamos estos enlaces Wikiloc para descargarte la primera etapa dividida en dos tramos:
Primera etapa corta. San Vicente de la Barquera a Muñorrodero
Segunda etapa ‘Corta’. Muñorrodero a Cades por Senda Fluvial del Nansa
2. Cades-Cabañes
- Distancia: 31,3 km.
- Desnivel: +1525 m y -1085 m.
- Mapas: hojas 57-1 y 56-4 del IGN. 1:25 000
- Track: https://desni.in/bc4td
El Camino Lebaniego continúa por el valle del río Lamasón. Inevitablemente, el peregrino tiene que caminar por asfalto hasta la pequeña población de La Fuente (o Lafuente). La carretera es bastante estrecha, por lo que conviene caminar bien ceñidos al borde izquierdo, en especial después Venta de Fresnedo donde hay muchas curvas sin visibilidad. El paisaje es tan bonito que uno pronto se olvida que se camina por una carretera.
El trayecto por asfalto se puede evitar atravesando la sierra de Arria. Es un tramo precioso y muy variado de más de doce kilómetros sin ningún pueblo, pero el camino es muy difícil de seguir si no se tiene una sólida experiencia en orientación o se cuenta con un track para GPS. Ni que decir tiene que hay que desecharlo en caso de niebla o mal tiempo.
Poco antes de llegar a Quintanilla abandonaremos la carretera CA-856 para seguir rumbo a Sobrelapeña de Lamasón por la CA-282. Aunque es un punto clave en la ruta, Sobrelapeña no posee ni alojamiento, ni bar, ni tienda de comestibles… pero sí Quintanilla, a solo un kilómetro fuera de ruta.
Lo más sencillo para continuar desde Sobrelapeña es utilizar la CA-282, que remonta el valle hasta La Fuente, aldea que debe su nombre a una curiosa surgencia que brota en el mismo pueblo. Al pie de la carretera está la iglesia de Santa Juliana, preciosa joya del románico. La Fuente dispone de un sencillo albergue.
Las señales orientan al caminante hacia el barrio de Burió donde el camino inicia una decidida subida hasta el collado de la Hoz. La preciosa vista del valle de Lamasón que va quedando atrás enjuga el esfuerzo. Tras un buen trecho la pista desemboca en la carretera CA-282 cerca del alto. Ante los ojos del peregrino se abre un impresionante panorama de montañas.
Poco después de cruzar el collado se abandona la carretera por la izquierda para seguir por una pista que desciende a Cicera.
Semioculto entre las montañas, Cicera representa muy bien la arquitectura típica de la comarca. El pueblo cuenta con un albergue de peregrinos y es el último lugar donde aprovisionarse antes de enfilar el tramo más duro del Camino Lebaniego.
Hay dos alternativas para cubrir el trecho hasta Lebeña: una pasa por el collado de Arcedón; la otra, menos dura físicamente, utiliza el antiguo camino entre Cicera y Lebeña. Si se opta por esta segunda opción, muy pronto el caminante encuentra, al pie del camino, un pequeño humilladero donde los viajeros se encomendaban a los santos pidiendo protección. A escasos cien metros del humilladero se abandona el camino principal por una senda a la izquierda que se interna en un hayedo y gana altura hasta la braña de Berés.
Frente a los ojos del peregrino aparece el desfiladero de la Hermida y los Picos de Europa.
El camino comienza a descender hacia el sur hasta desembocar en una pista más ancha que primero asciende, luego llanea y más tarde pierde altura levemente. A nuestra izquierda se incorpora la senda que baja del collado de Arcedón. Sin mayores problemas la pista llega a Lebeña. A las afueras se levanta la iglesia de Santa María de Lebeña, una de las más bellas obras del prerrománico.
Desde allí las señales camineras continúan por la carretera local hasta el río Deva. Hay que caminar un centenar de metros por la carretera N-621 hacia la derecha hasta encontrar el desvío a Allende. El camino cruza la aldea, toma la pista de las invernales de Pelea y la abandona para tomar a la izquierda una pista hormigonada que deja al caminante en Cabañes.
La primera casa que encuentras es el Albergue de Cabañes. Alojamiento idóneo para dar por terminada esta etapa. Se trata de un bello edificio, situado un centenar de metros antes de llegar al pueblo, desde el que hay una vista espectacular del Valle de Liébana y los Picos de Europa. Tiene 54 plazas, mucho terreno alrededor para disfrutar del atardecer y del encuentro con otros peregrinos e incluso de piscina en verano. Si no quieres dormir en literas compartiendo habitaciones te recomendamos la Posada de Cabañes.
Te aconsejamos estos enlaces Wikiloc para descargarte los tracks de la segunda etapa (nuestro consejo es dividirla en dos).
Cades -La Venta-Sobrelapeña- Lafuente-collado de la Hoz-Cicera
Cicera – Lebeña – Allende – Río Robejo – Cabañes.
3. Cabañes-Santo Toribio de Liébana
- Distancia: 12,2 km.
- Desnivel: +339 m y -391 m.
- Mapas: hojas 56-4 y 81-2 del IGN. 1:25 000.
- Track: https://desni.in/pmv7j
Los primeros kilómetros de la jornada discurren por la estrecha carretera que baja a Pendes. Poco antes de llegar a esta aldea se pasa por El Habario, un pintoresco grupo de castaños centenarios con unas vistas extraordinarias de Peña Ventosa y del Cueto Agero. Se atraviesa Pendes para seguir perdiendo altura por un camino que se dirige hacia la ermita de San Francisco de Trasvega. Entre ermitas, alguna que otra fábrica, y siempre cerca del río Deva, el camino llega a Tama. Por el arcén de la N-621se llega hasta Potes pasando por Ojedo.
Si se prefiere caminar sin la compañía de la carretera hay que utilizar la pista que comienza en el punto en el que el camino oficial atraviesa el río Deva para dirigirse a Tama. En lugar de cruzar el río hay que continuar de frente por el camino de Campañana que conduce sin interrupción hasta Potes.
Potes es la capital de Liébana. Goza de una intensa vida social y cultural, congregando diversos monumentos históricos entre los que destaca la Torre del Infantado. El casco histórico fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1983. Después de dos días atravesando montañas y pueblos minúsculos, Potes nos atrapará con su animación y actividad comercial, pero hay que continuar pues aún quedan tres kilómetros para llegar a la meta.
El Camino Lebaniego atraviesa la ciudad guiándose por la carretera CA-185 hasta el desvío de la carretera que sube al monasterio. No hay pérdida: sólo hay que fijarse en los carteles que indican la proximidad de Santo Toribio.
A la izquierda, en un ensanche del andadero que discurre paralelo a la carretera, toparemos con una estatua de bronce representando a un peregrino a tamaño natural. Es obra de la escultora cántabra Mercedes Rodríguez Elvira.
Pararse junto al broncíneo peregrino y hacerse una foto echándole una mano por el hombro ya casi es un rito. La meta está muy próxima pero se hace rogar: aún hay que doblegar la postrera “subidita” que se interpone entre nosotros y el centro geográfico y espiritual de Liébana.
Te aconsejamos estos enlaces Wikiloc para descargarte los tracks de la tercera etapa:
Cabañes-Castañar Pendes-Pendes-Tama-camino Campañana-Potes-Santo Toribio
Puedes consultar toda la información sobre el Camino Lebaniego en www.caminolebaniego.com