Un tremendo tesoro al aire libre se esconde protegido por el típico paisaje de suaves montes vascos y el mar Cantábrico. Los trece kilómetros de costa acantilada entre Zumaia y Mutriku son un sensacional espectáculo de verdes, azules y marrones. Un territorio tan chocante que en un primer momento parece imposible que sea real.
En el litoral el protagonista es el flysch, un desfile de líneas verticales y horizontales. Se trata de una formación de capas y capas de roca que sirvieron para entender la extinción de los dinosaurios. Si se visita con marea baja se podrá apreciar mucho mejor la superficie horizontal, conocida como rasa mareal.
Tierra adentro, quien manda es el karst: antiguos arrecifes de coral convertidos en roca caliza que las gotas de lluvia han ido moldeando, hasta crear decenas de cuevas y cavidades que salpican el paisaje. Mientras tanto, las ovejas en los prados y la vida en los caseríos parecen no inmutarse por nada.
Reseguir la costa de Zumaia hasta Deba nos brinda la posibilidad de conocer buena parte de los puntos más interesantes del geoparque. Destaca la playa de Itzurun de Zumaia para maravillarse con el flysch, el encanto de la zona rural de Elorriaga y los recónditos acantilados de Sakoneta. Son cuatro horas y once kilómetros que forman parte del GR-121, también conocido como sendero Talaia, que recorre toda la costa guipuzcoana. Vale la pena acercarse hasta el casco histórico de Mutriku, uno de los mejor preservados de Gipuzkoa.
Guía práctica
- Año de declaración: 2010.
- Localidad de referencia: Zumaia, Deba y Mutriku (Gipuzkoa).
- Punto de información: Oficina de Turismo de Deba. Tel: 943 192 452. www.geoparkea.com
- Elementos naturales y patrimoniales relevantes: cueva de Ekain, iglesia de Santa María de Deba, casco histórico de Mutriku, parroquia de San Pedro de Zumaia.
- ¿Por qué hay que visitarlo? Ofrece visitas guiadas a pie y también en barco.
- ¿Tiene red de senderos? Sí.
- Mejor época para visitarlo: todo el año.