En Lanzarote es inevitable percibir dos elementos: la gran huella de la geología y la magia que desprende la isla. Su naturaleza volcánica es evidente y sus habitantes han vivido siempre en estrecho contacto con ella. El mejor ejemplo lo encontramos en La Geria, una gran extensión de cenizas volcánicas que dejó de ser un terreno árido para convertirse en un inusual viñedo parecido a la luna: pequeños cráteres situados en paralelo nos dejan una estampa casi espacial.
Seguramente el capítulo más remarcable de la historia geológica de la isla son las violentas erupciones que ocurrieron durante seis años consecutivos entre 1730 y 1736, período en el que se formó el actual Parque Nacional de Timanfaya, también conocido como Montañas del Fuego. Un fenómeno geológico muy poco habitual por su duración y magnitud, que cambió por completo parte de la isla y supuso un gran vuelco para la vida de muchas personas.
El tubo volcánico de La Corona, una de las joyas de la isla, atesora en su interior algunos rincones extraordinarios. Se trata de un túnel de seis kilómetros de largo que queda al descubierto en los puntos donde el techo se ha desplomado: son los llamados “jameos”. En este tubo volcánico se encuentra jameos del Agua, que recibe este nombre por el lago natural que hay en su interior. El llamado túnel de la Atlánida, un tramo no visitable, está inundado y es un tesoro para los científicos, puesto que en él viven algunas especies invertebradas únicas en el mundo. Antes de la llegada de turistas y científicos, este túnel era cobijo de muchos lanzaroteños durante las invasiones piratas.
Merece una mención especial el archipiélago Chinijo, la mayor reserva marina de Europa y el lugar ideal para entender como nace una isla oceánica volcánica. La Graciosa, con pocos centenares de habitantes, se puede visitar sin previo aviso, mientras que otras como el islote de Alegranza necesitan un permiso especial.
Una excursión fácil pero que deja un buen sabor de boca es la que rodea el cráter del volcán del Cuervo, ubicado en la carretera entre Mancha Blanca y La Geria. Se trata de una ruta autoguiada de tres kilómetros, que se puede recorrer en dos horas y que cuenta con la ayuda de doce paneles informativos. Los que no hayan tenido suficiente pueden bajar hasta el fondo del volcán.
Guía práctica
- Año de declaración: 2015.
- Localidad de referencia: Mancha Blanca (Lanzarote).
- Punto de información: Casa de los Volcanes (dentro del Centro Turístico de Jameos del Agua). Tel: 928 598 500 (Cabildo de Lanzarote) www.geoparquelanzarote.com
- Elementos naturales y patrimoniales relevantes: parque nacional de Timanfaya, viñedos de La Geria, reserva marina del archipiélago Chinijo, casco histórico de Teguise
- ¿Por qué hay que visitarlo? Destaca la buena conservación del patrimonio geológico debido a la escasez de lluvia y vegetación: un auténtico museo al aire libre.
- ¿Tiene red de senderos? Sí.
- Mejor época para visitarlo: todo el año.