Camino Natural del Tajo
Desde su nacimiento en la sierra de Albarracín hasta la frontera portuguesa con Cedillo, el Camino Natural del Tajo suma más de 1000 kilómetros junto al río más largo de la península. Atraviesa de este a oeste las provincias de Teruel, Guadalajara, Madrid, Toledo y Cáceres, y a lo largo de su recorrido es posible conocer buena parte de la historia y cultura de la España interior, además de adentrarse en numerosos paisajes de sumo interés y belleza.
La parte inicial del camino se compone de paisajes de montaña, donde destaca la presencia de grandes bosques de ribera, pino laricio y olivares. Se trata de zonas protegidas por el Parque Natural del Alto Tajo, refugio de todo tipo de aves rapaces.
La ruta continua su descenso hacia la meseta, donde la naturaleza experimenta un cambio drástico ante la aparición de campos de trigo y cebada, así como de encinas y sabinas. La ruta permite visitar otros espacios naturales con una amplia diversidad de fauna y flora, como el embalse de Entrepeñas, las vegas del Tajo o el Parque Nacional de Monfragüe.
El Camino Natural del Tajo también da la oportunidad de conocer algunas ciudades históricas de la relevancia de Aranjuez, Toledo, Talavera de la Reina y Alcántara; así como conventos, monasterios, castillos y puentes (Buenafuente del Sistal, San Benito, Montalbán o Alconétar) que conforman un patrimonio cultural muy rico.
Camino Natural del Ebro
El río Ebro es el segundo más largo de la península y la cuenca más caudalosa de toda la geografía española. El Camino Natural del Ebro, con sus más de 1300 km de recorrido, no sólo permite recorrer el río, sino que también conecta su belleza paisajística y natural con el patrimonio cultural e histórico que de él se deriva.
En sus orillas se asentaron pueblos íberos, celtas e indoeuropeos, lo que permitió la construcción a lo largo de la historia de multitud de infraestructuras (calzadas romanas, molinos, norias, potabilizadoras…) que convierten al Ebro en una de las cuencas más y mejor aprovechadas.
Asimismo, la senda se nutre de la concatenación de variados y ricos escenarios naturales, ya que conecta la alta montaña con el mar, en el singular delta del Ebro.
En consecuencia, es posible disfrutar desde la presencia de chopos o álamos blancos durante las primeras etapas a grandes pinares camino del Mediterráneo, así como estepas a lo largo del valle del Ebro.
Camino Natural Senda del Duero
Durante 750 kilómetros, el Camino Natural Senda del Duero recorre buena parte de la meseta castellanoleonesa hasta Vega Terrón, en la frontera con Portugal. La ruta permite disfrutar de la naturaleza, arquitectura y etnografía propia de la ribera del Duero, así como las fiestas, tradiciones y costumbres más características del lugar.
El recorrido transcurre por multitud de tierras con naturaleza de distinta tipología, con pastizales, bosques de encinas, robles habituales de la penillanura, olivos y almendros propios de la zona baja de la ribera.
Esta gran diversidad se evidencia también en algunos de los enclaves dispuestos durante la totalidad del recorrido, donde destacan la Sierra de Urbión, el Parque Natural Arribes del Duero o la Reserva Natural Riberas de Castronuño.
Asimismo, la Senda del Duero otorga una excelente oportunidad de visitar varios pueblos castellanos de suma relevancia histórica y cultural, como Aranda de Duero, Peñafiel, Almazán o Simancas; además de importantes capitales de provincia (Soria y Zamora). Por otro lado, la ruta atraviesa puentes medievales, ermitas, iglesias o zonas arqueológicas de la talla de Pintia, el conjunto minero del Pontón o el castro de Peña Redonda.
Camino Natural del Guadiana
La cuenca del río Guadiana cuenta con varios ríos, arroyos y lagunas de diferente tamaño y características, lo que otorga al Camino Natural una gran variedad de rincones naturales. Con sus más de 1000 kilómetros de recorrido, el Camino Natural del Guadiana tiene ocasión de encontrarse con lugares muy diversos. A lo largo de su recorrido nos da la oportunidad de transitar por espacios de alto valor natural, como es el caso de los espacios naturales protegidos del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera o el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y más de una decena de espacios incluidos en la Red Natura 2000.
Además, el río Guadiana cuenta con una amplia riqueza histórica, pues en sus orillas se han asentado romanos y árabes. Gracias a ello, la senda permite disfrutar de castillos como el de Calatrava, Peñarroya o Medellín, del yacimiento ibérico-medieval de Alarcos o la ciudad de Mérida, Patrimonio Mundial.
El programa de Caminos Naturales ofrece una manera única, diferente y enriquecedora de recorrer y disfrutar cuatro de los ríos más importantes de nuestro país.