Primera invernal en solitario para Markus Pucher al Cerro Pollone

El mismo día que Marc-André Leclerc realizaba su ascensión en solitario a la Torre Egger, el 17 de septiembre –sólo unos días antes del inicio de la primavera en el hemisferio sur– Markus Pucher protagonizaba otra memorable escalada llegando a la cumbre del Cerro Pollone (2.579 m), y firmando así la primera solitaria invernal de este cerro.

Según informa Patagonia Vertical, ha ascendido la Cara Sur por una línea similar a la primera ascensión, realizada por Rodolfo Dangl, Roberto Matzi, Agustine «Guzzi» Lantschner y Hans Zechner en 1949. Partió del campamento de Piedra Negra a las 5 a.m. y alcanzó la cumbre a las 11:30 h. El mismo Pucher ha descrito su escalada como “bastante dura, los últimos cinco metros hasta la cima han sido un trabajo delicado y que daba miedo, pero al final todo ha salido bien”.

Esta cumbre llega sólo unos diez días después de su intento de primera ascensión invernal en solitario al Cerro Torre, cuando 40 peligrosos metros de nieve y escarcha le separaron de su sueño. También la semana pasada hizo un intento en solitario al Fitz Roy por la ruta Supercanaleta, llegando hasta la arista tras unos mil metros de escalada complicada, pero una vez más las malas condiciones le hicieron retirarse a unos cientos de metros de la cima.

Primera invernal y primera solitaria

La de Markus no es sólo la primera invernal, es también la primera ascensión en solitario al Cerro Pollone, cuya cumbre está coronada por un bloque de granito de unos 3 metros. En noviembre de 2011, Colin Haley escaló la pared quedándose a sólo dos metros de la cumbre, y él mismo calificó su ascensión de “intento”. En 2013 Hervé Barmasse y Martín Castrillo consiguieron alcanzar el punto más alto con los piolets, pero no subieron al bloque de granito. También el canadiesne Marc-André Leclerc había realizado en 2015 un intento invernal al Pollone por la vía Rayuela, que abandonó a 30 metros de la cima. Pucher recurrió a la escalada articicial para esos últimos metros clave de granito.

“Para ponerme de pie en la cumbre tuve que aceptar un poco de riesgo”

“Alcancé la cima”, ha declarado Markus en una entrevista con Planetmountain.com, “me puse de pie justo en la cumbre. Para mí hay una gran diferencia cuando te quedas a cuatro metros de la cumbre, especialmente cuando la clave –como ocurre en Pollone– está en los últimos metros”. Según esta misma entrevista, primero ancló la cuerda, escaló autoasegurado con el Grigri, pasó la cuerda por la cumbre y rapeló por el otro lado.

“Escalar estos últimos metros fue peligroso”, relata Markus, “en el último movimiento até mi piolet a una cinta y la lancé a una repisa para seguir en artificial hasta la cumbre. Esto fue un problema pero para ponerme de pie en la cumbre tuve que aceptar un poco de riesgo”.

Al preguntarle más detalles sobre estos últimos metros finales en artificial, Markus responde: “Puse dos cintas en mis piolets, me puse de pie en ellas y tiré de mí para llegar a la arista. En realidad fue un movimiento de mantel para llegar a la cumbre. Los piolets los puse en la roca, no se habrían quedado en el hielo; fue un poco arriesgado, pero anclé la cuerda a un friend. Estaba ok”.

Su despedida para el Cerro Torre y el Fitz Roy: “Volveré en invierno”

Markus asegura que siempre escucha su voz interior, que “en el Cerro Torre y el Fitz Roy me dijo que me retirara, pero en Pollone me animó a ir a la cumbre”. Ha sido un buen remate para su estancia invernal en Patagonia y vuelve a casa satisfecho, pero desde la misma cumbre del Pollone ya pensaba en regresar: “En ese momento especial en la cumbre [del Pollone] estaba mirando el Cerro Torre y el Fitz Roy y le he dado las gracias a las montañas, y les he dicho que ¡volveré en invierno!”.