Francesc Guillamón, conocido por todos como Paquito, fallecía ayer 17 de febrero en Barcelona, a los 81 años de edad. Con él desaparece una figura pionera de la escalada y el alpinismo de nuestro país, que formó una cordada célebre con su primo Josep Manuel Anglada durante los años 50 y 60. Juntos abrieron numerosas vías en las paredes y macizos más importantes de Cataluña, así como varias primeras nacionales en los Alpes. Su trayectoria deportiva le valió las medallas de oro al mérito deportivo de la Ciudad de Barcelona y de la Diputación de Barcelona.
Se inició en el montañismo en 1950, en el histórico Club Muntanyenc Barcelonès, practicando actividades como la espeleología, la escalada y el esquí. Con Josep Manuel Anglada, dejaron firmadas para siempre numerosas vías Anglada-Guillamón, hoy en día consideradas clásicas, en grandes paredes como la norte del Pedraforca (1958), el Mallo Pisón o la Paret de Bagasses en Terradets (1959). También Montserrat fue un terreno de juego abonado a las Anglada-Guillamón, que se hallan en riscos varios como El Faraó y La Cadireta d’Agulles (1960) o el Cavall Bernat (1961) entre otros.
Quizás una de las mayores aportaciones de Paquito Guillamón -siempre con Anglada- para la escalada de nuestro país fue su ataque sistemático a vías de sexto grado fuera de nuestras fronteras, y principalmente en los Alpes. En una entrevista a Desnivel.com en 2006, explicaba cómo iban hasta allí en moto, turnándose para conducir y poder llegar en un día (con su noche) de carretera. En Dolomitas, abrieron en 1957 la Spagnoli a la Cima Canali, el mismo año en que escalaron también el Spigolo Giallo a la Cima Piccola y la Comici a la Cima Grande. En visitas posteriores repitieron la Cassin a la Cima Piccolissima de Lavaredo y la Carlesso-Menti a la Torre di Valgrande, además de la tercera absoluta de la Jean Couzy a la Cima Ovest (1959), considerada entonces la vía más dura de Dolomitas.
También la zona de Chamonix recibió su visita en varias ocasiones, como en 1959, cuando realizaron un intento a la Oeste del Petit Dru. O en 1960, cuando completaron la primera nacional de la Bonatti al Grand Capucin.
Fue la antesala de las expediciones a los Andes de Perú. En 1961, Guillamón formó parte del grupo que realizó la primera gran expedición española, que abrió ruta en el Huascarán. En 1963, también participó en la expedición catalana al Siula Grande. En su currículum, figura también la ascensión a numerosos cincomiles vírgenes del Nudo Ayacachi.
A partir de mediados de los 60, la vida familiar le apartó del alpinismo del más alto nivel, aunque nunca abandonó la actividad montañera y la escalada. Y no sólo a nivel deportivo, sino también a nivel institucional. Además de haber publicado numerosos artículos en revistas de montaña y haber impartido conferencias y pases de diapositivas desde 1957, Francesc Guillamón fue secretario del Comité de Expediciones de la Federación Española entre 1965 y 1075; vocal del GAME y organizador de los encuentros de escaladores veteranos desde 1990 y vicepresidente de la Federación Catalana entre 1997 y 2008.
Su fineral se oficiará en el tanatorio de Les Corts (Barcelona), el jueves 19 de febrero a las 13 horas.