Jakos Schubert es, para casi todos, el escalador del año. El austriaco, campeón del mundo de escalada de dificultad por cuarta vez, ha propuesto 9c para B.I.G. en Flatanger (Noruega) y ha repetido Alphane 9A en Chironico (Suiza), convirtiéndose en el primer escalador capaz de resolver líneas situadas respectivamente en el máximo grado actual de deportiva y de búlder.
Escalada deportiva: otro 9c
Precisamente la irrupción de B.I.G. 9c es el hito más descollante del panorama de la escalada deportiva en 2023. Popularizado como Project Big por Adam Ondra, esta línea de Flatanger había traído de cabeza al checo y algunos otros figuras del grado extremo hasta que por fin Jakob Schubert le pintó el punto rojo a finales de verano. Se trata de la tercera propuesta mundial de 9c, después del Silence de Ondra también en Flatanger y del DNA de Seb Bouin en el Verdon. Una ascensión que tuvo otro elemento histórico relacionado con su comunicación: Jakob Schubert retransmitió en directo por streaming sus cinco intentos previos y el pegue del encadenamiento.
En el exclusivo peldaño del 9b+, el planeta roca ha sumado este año tres propuestas nuevas que, de momento, aguardan repeticiones y confirmación del grado. Las dos primeras llegaron con apenas tres días de diferencia a principios de febrero: Stefano Ghisolfi resolvió la vía más dura de Arco con Excalibur, mientras que Jorge Díaz-Rullo anunció la nueva combinación de Margalef Mejorando la samfaina, de camino hacia su mega proyecto Café Colombia. El tercer 9b+ de la cosecha de 2023 no se hizo esperar demasiado pues Sleeping lion de Siurana nació en marzo con la firma de Chris Sharma.
Vale la pena remarcar que la citada nueva línea de Jorge Díaz-Rullo en Margalef fue el primer 9b+ para un escalador español. El madrileño, además, refrendó ese hito en octubre con la repetición de Bibliographie en Céüse; una vía de la que Seb Bouin había realizado la tercera repetición en junio.
Desde la perspectiva femenina, las escaladoras que escalaron las vías más duras este año fueron Michaela Kiersch y Laura Rogora. La estadounidense logró en enero la tercera ascensión femenina de La Rambla 9a+ en Siurana, mientras que la italiana logró la primera femenina de la otrora vía más dura de Italia, Lapsusen Andonno. Entre las españolas, muy destacable ha sido el año de Ainhize Belar, quien se llevó la primera femenina de la clásica Begi puntuan 9a en Etxauri.
Para terminar el repaso de la escalada deportiva, una mención especial para la coreana Kwon Gaeun, que resolvía en noviembre el 8c+ más precoz del que se tiene noticia con la repetición de Southern smoke en Red River Gorge a los 10 años de edad.
No hay que olvidarse tampoco del psicobloc. En esta modalidad tan particular, Chris Sharma ha vuelto a ser noticia con Black Pearl en Mallorca, que ha anunciado como un paso adelante en respecto a sus líneas más duras hasta ahora como Es Pontàs o Alasha.
Búlder: Burden of dreams repetido
En el mundo del búlder, la noticia más destacada del año probablemente sea la primera repetición de Burden of dreams, realizada por Will Bosi tras un largo asedio que incluyó la construcción de una réplica de los movimientos en el plafón de su casa. La línea de Lappnor había sido estrenada hacía más de cinco años por el finlandés Nalle Hukkataival como el primer 9A de la historia.
El panorama del noveno grado bloquero ha seguido creciendo este año, con dos nuevas propuestas: en mayo, el ruso Vadim Timonov presentó Blackflip sit 8C+/9A en Djan-tugan; y el noviembre, el francés descalzo Charles Albert anunció su L’ombre du voyageur 9A en Salève. En el ámbito de las repeticiones, falta mencionar a Jakob Schubert y su muesca en Alphane 9A de Chironico.
Entre las chicas, Katie Lamb la rompió en septiembre con la primera femenina de The box therapy en Rocky Mountain, que era el primer 8C+ femenino de la historia, aunque fue rápidamente seguida por la repetición de Brooke Raboutou, que condujo a la decotación del problema a 8C. La escaladora olímpica estadounidense también resolvió este año el flash femenino más duro con Nascondino 8A+/B en Ticino. El repaso femenino también debe incluir a la checa Jana Švecová, quien propuso 8B+ para Nova en Holstejn, cuyo grado fue posteriormente revisado al alza hasta el 8C.
En cuanto al búlder nacional, Jesús Muñoz ‘Chuchi’ y Pablo Zamora han monopolizado la nómina de escaladas más duras. El primero de ellos repitió Lemento sit 8C y propuso el mismo grado para El Sith elegido, ambas en la Pedriza. Por su parte, Pablo Zamora ha conseguido un meritorio póker de 8C’s con las repeticiones de Entropía en Castillo de Bayuela, El indomable en Tamajón, El proyecto de tu vida en Hoyamoros e Hipoxia en Navalosa. Una línea, esta última, que también fue repetida por Jorge Díaz-Rullo.
Igualmente destacable fue la propuesta de 8C para la salvaje Hell boy de Tamajón, por parte de Juan Alonso.
Primeros 9a de autoprotección
La escalada clásica, trad o en autoprotección ha vivido un año muy prolífico en este 2023. En febrero, James Pearson encadenó su proyecto Bon voyage en Annot, que ya entonces comentó que se trataba de un paso adelante en su trayectoria. Sin embargo, no terminó de lanzar una propuesta de grado hasta finales de año, cuando optó por el inédito E12 de la escala británica, que equivaldría al 9a francés.
Un noveno grado que este año también ha acompañado otras dos primeras ascensiones: William Moss propuso 9a R para Best things in life are free en los Gunks, y Pete Whittaker se lanzó con el 9a para la monstruosa fisura de Crown royale en el Profile Wall noruego.
También las escaladoras se han significado en esta disciplina. Mary Eden y Mari Augusta Salvesen lograron las primeras femeninas de Black mamba 8c de fisura de techo en el White Rim de Canyonlands. Y Barbara Zangerl conseguía la repetición de la histórica Meltdown 8c+ de Yosemite, que este año también ha registrado la muesca de Connor Herson.
En nuestro país, Ignacio Mulero conseguía liberar El búlder del pedal en la Pedriza, para el que proponía un grado de 8c+ de autoprotección.
Multilargos y big Wall
Quizás este no ha sido el año más sobresaliente para las vías largas, aunque eso no es óbice para que haya algunos ejemplos bien destacados en todos los campos. En lo que a vías multilargos de corte deportivo, destacó por encima del resto la Wu Wei (180 m, 9a) de Val Nuvola que Alessandro Zeni consiguió liberar en el día. En parámetros similares se mueve el Project Lama (250 m, 8c+), que Louis Gundolf consiguió concluir en los Dolomitas de Lienz.
En cuanto al big wall, sobresale el nombre de Nick Ehman, autor de un nuevo récord de The nose en solitario, rebajando el mejor tiempo que hasta entonces ostentaba Alex Honnold. En Patagonia, Sean Villanueva y Pete Whittaker establecían el listón de la máxima dificultad con la liberación de Andá p’allá (500 m, 8a) en la Aguja Guillaumet, mientras Colin Haley realizaba la ascensión del Pilar Goretta del Fitz Roy en solitario.
Finalmente, una última mención para David Palmada y Joan Gibert, por su Twister rat (325 m, A5/6a) en las Fisher Towers, otra vía de artificial para el dilatado currículum de ‘Pelut’.
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