El Camino del Cid es una ruta icónica para los cicloturistas de largo recorrido. Este itinerario, que sigue las huellas legendarias del Cid Campeador en su destierro, atraviesa España de noroeste a sureste, atravesando las provincias de Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante.
Aunque deba considerarse como un recorrido “único”, sus más de 1500 kilómetros están divididos en varios sectores de longitud variable unidos entre sí.
Varios de estos sectores se encuentran en tierras de Castellón, y es precisamente aquí donde el Camino muestra sus más fuertes contrastes y su cara más salvaje, y esto gracias a la particular orografía castellonense, que combina en pocos kilómetros las playas cálidas del Mediterráneo con las aristas agrestes de la sierra del Maestrazgo.
Las rutas del Camino del Cid que se pueden hacer en bicicleta a su paso por la provincia de Castellón son tres: La Conquista de Valencia, el Anillo del Maestrazgo y el Anillo de Morella.
La primera tiene versiones para BTT, para bicicleta de carretera y para gravel; los dos anillos, por su parte, solo tienen versiones para bicicletas aptas para carretera.
La Conquista de Valencia comienza en Teruel y finaliza en Valencia. La versión de bicicleta de montaña entra en Castellón por la cola del embalse de Arenoso. Se trata de una ruta muy diversa: desde las tierras altas de Teruel y la geografía abrupta de Castellón, hasta la costa mediterránea.
Sierras, cortados, ríos y estrechos, grandes masas boscosas, huertas, marjales y cálidas playas conforman un atractivo menú cicloturista.
En apenas 70 kilómetros, la ruta atraviesa tres espacios naturales protegidos: los estrechos del Mijares, la Sierra de Espadán y el curso medio del Palancia.
Se trata de uno de los tramos más atractivos del Camino del Cid, una inmersión en la naturaleza y un clásico cicloturista por la carretera panorámica que bordea el embalse de Arenoso y se adentra en los cortados del Mijares hasta las pozas termales de Montanejos.
Aunque el perfil de la ruta es de descenso, entre Montán y Caudiel, hay que enfrentarse con algunas de las cuestas más duras y algunos de los descensos más vertiginosos de todo el Camino del Cid.
La ruta se une a la Vía Verde Ojos Negros en Caudiel y desde allí continúa, en suave descenso, hasta la orilla del Mediterráneo, pasando por los conjuntos histórico-artísticos de Jérica y Segorbe.
Las alternativas cicloturistas y gravel coinciden prácticamente con la versión BTT. Suman algunos kilómetros más, pero evitan los tramos donde solo una bicicleta de montaña puede pasar.
El Camino del Cid se adentra en la sierra del Maestrazgo por medio de dos rutas circulares, los anillos de Morella y del Maestrazgo. Ambas transitan por las tierras fronterizas de Castellón y de Teruel, territorios estratégicos entre Aragón y el Mediterráneo ya en el siglo XI.
Se trata de rutas por carreteras secundarias generalmente con poco tráfico, con muchas curvas, con exigentes perfiles de sierra y descensos increíbles, inmersos siempre en el «cinesmascope» grandioso del Maestrazgo.
Por la belleza del entorno natural que atraviesan, el patrimonio histórico artístico de sus pueblos, y el atractivo deportivo que proporcionan, son carreteras muy frecuentadas por ciclistas.
El Anillo de Morella suma 105 kilómetros y se caracteriza, como todo el Maestrazgo, por sus parajes inmensos de sierra alta y por sus pueblos armoniosos y muy cuidados de evocación medieval. Sus epicentros están en la fascinante Morella, uno de los pueblos más bonitos de España, Conjunto Histórico-Artístico y Patrimonio de la Humanidad, cuyo inexpugnable castillo no pudo conquistar el Cid, y en Olocau del Rey, donde se cree que el Cid instaló un «nido del águila».
El Anillo de Morella enlaza con el Anillo del Maestrazgo en la Iglesuela del Cid. Es esta una ruta mítica, llena de sorpresas y muy intensa, pues tiene desniveles exigentes por carreteras serpenteantes siempre enmarcadas en paisajes de sierra alta y valles estrechos como el del río Mijares, con espectaculares pasos y cortados.
Abundan los sabinares alternados con zonas abiertas de pasto, extensos bosques de pino silvestre y negro, parameras de montaña y barrancos donde es frecuente encontrar cabras montesas y rapaces.
En sus 145 kilómetros de recorrido el Anillo atraviesa nada menos que cinco espacios naturales protegidos.
Los pueblos son otro sus grandes atractivos: Rubielos de Mora, Linares de Mora, La Iglesuela del Cid, los tres en Teruel, Culla y Onda (una poderosa plaza musulmana que conquistó el Cid, según el poema medieval que narra sus hazañas) en Castellón, están declarados conjunto histórico.
Se trata de pueblos llenos de historias, de cascos urbanos armoniosos y muy cuidados, donde el tiempo discurre con calma y con manifestaciones etnográficas de máximo interés, como la técnica constructiva de la piedra en seco, con interesantes ejemplos en Villafranca del Cid.
El Anillo del Maestrazgo conecta con La Conquista de Valencia en la localidad de Montanejos.
Toda la información necesaria para recorrer cualquiera de estas tres rutas se obtiene en la web del Camino del Cid, www.caminodelcid.org.
En ella se encuentran los track, perfiles y topoguías, los alojamientos, destinos de interés, etcétera. Recientemente, el consorcio ha lanzado una app de viaje que se puede utilizar incluso en entornos sin cobertura.