Pelut, Servosa y Font completan el proyecto ASC en ‘Vitrall inviolable’

El trío de artificieros formado por David Palmada ‘Pelut’, Jordi Servosa y David Font han completado este pasado fin de semana su particular trilogía de ASC (artifo-speed-climbing) invernal, con la segunda repetición registrada de los seis largos de Vitrall inviolable (ED, A4+, 6a) a la Paret del Ferrús (Berguedà, Barcelona). Una trilogía que quieren dedicar de forma sincera a su amigo Pau Escalé, fallecido mientras escalaba en Gavarnie una semana antes.

Pelut reconoce que “esta vez, la decisión de realizar la última escalada ASC de la temporada no ha sido fácil; dolido y afectado por la reciente muerte de mi amigo, las ganas y motivación no eran las más adecuadas para pelearse con un ASC”. De todos modos, apunta que “los amigos están para eso, para ayudarte en los momentos no tan divertidos del mundo de la escalada y, una vez me encuentro con Jordi y David, todo parece más fácil. Una buena cena, intercambio de palabras y opiniones, hacen que poco a poco me vaya relajando y centrándome más y más en el proyecto”.

Vale la pena recordar que el proyecto ASC dibujado por Pelut, Servosa y Font hace unos meses consistía en escalar tres grandes vías de artificial, con dificultades extremas y que habitualmente requieren varios días de actividad, en una sola jornada. Así lo hicieron con Mirall impenetrable (A5/VI, 300 m) de Montserrat en diciembre; y luego lo repitieron en Incontinencia de inconsciencia (245 m, A5/V+) de Montrebei en febrero.

Para culminar ese proyecto que Pelut siempre dice que “no sirve para nada”, eligieron Vitrall inviolable, vía abierta en solitario por Jaume Clotet ‘Paca’ en enero de 2010 y hasta ahora sólo repetida por el propio Pelut y Ester Ollé a finales de ese mismo invierno “en tres días de escalada intensiva”. La línea en cuestión se encuentra situada a 1.800 metros de altura en el Prepirineo catalán: “Dan unas previsiones de tiempo de mierda, pero la suerte es que la vía es muy, muy desplomada, dejándonos en caso de tormenta un poco resguardados”, señala Pelut.

La crónica de la ascensión

Preparamos todo el equipo y el lunes 19 a las nueve de la mañana, David empieza a pedalear en el primer largo de A3. El día pinta muy bien, con cielo despejado y azul intenso y el solete que no tarda en aparecer. Eso hace que Jordi decida aligerar peso dejando el plumas, mono, calcetines, guantes, etc. a pie de vía, intentando convencernos a nosotros de hacer lo mismo… por suerte no lo consigue.

Después de dos horas, David monta la primera reunión y entro yo en acción. El segundo largo es el más desplomado y uno de los más largos. Empiezo a escalar, pero no me siento cómodo; me noto lento y agarrotado, intento relajarme y disfrutar, pero la esencia de Pau está por todas partes, una y otra vez me vienen cosas a la cabeza, que no me ayudan nada en la escalada. Pienso en lo que siempre habíamos hablado, que esta vida es gass a fondo, que no hay marcha atrás, que hay que luchar por lo que uno quiere y disfrutar y sentir nuestra pasión bombeando dentro nuestro. Una sonrisa me llena de emoción y, poco a poco, sintiendo el vacío y la precariedad de A4+, que estoy escalando me voy sintiendo mejor conmigo mismo. Después de tardar más de lo que a mí me hubiera gustado, monto R2, rápidamente Jordi jumarea en un ambiente bruta, pues ya hace rato que le ha dado por nevar dejando todo el paisaje digno de foto.

La rueda ya se ha puesto en marcha. Jordi escala a fondo el desplomado tercer largo de A4. David levita en el más puro desplome mientras va cogiendo colorcito blanco. Realmente, la sensación es totalmente invernal.

Entrada la noche, David se pelea con el cuarto largo mientras las temperaturas se desploman y Jordi y yo las empezamos a pasar muy putas en la reunión. Empezamos a reírnos pensando en lo buena que ha sido la idea de dejar los plumas abajo; Jordi termina metiéndose dentro del petate, puesto que va con mallas. Deseamos que David termine pronto el largo pero, como siempre, cuanta más prisa tienes peor: problemas de roce de cuerda le hacen ir más lento de lo normal. Poco a poco, vamos solucionando los problemillas que van surgiendo, el frío es muy intenso y la noche, de las más oscuras de nuestra trilogía. Y por fin, esa palabra tan deseada: ¡¡Reunión!!… Qué alegría, empiezo a subir por la cuerda en mitad de la negra noche, llegando a la reunión de David llorando como una niña, el dolor de manos es insoportable. Poco a poco, recuperamos el tacto y empiezo el último largo difícil.

16 horas y 52 minutos después de haber empezado, nos encontramos en la última reunión de Vitrall inviolable, cerrando así una trilogía invernal que queremos dedicar enteramente a Pau Escalé, que ha estado presente durante toda la escalada. De esta manera, cerramos una temporada invernal intensa y llena de sensaciones y recuerdos. Ahora sólo queda mirar hacia delante y pensar en nuevos proyectos. Gracias a Jordi y a David por compartir conmigo experiencias tan intensas como estas. Agradecer a toda aquella gente que cree, apoya y motiva tirar adelante proyectos inútiles como estos: Arc’teryx, Fixe, Tótem, X-Avi, Cam IV… a todos ellos, gracias por estar allí… Gasssssssssss