Igual no estaba planeado, pero da igual. La cuestión era pasarlo bien… o mejor dicho, pasarlo bien pasándolo mal. Y eso lo consiguieron. David Palmada ‘Pelut’ y Víctor Sanbaudilio ‘Samba’ tenían como objetivo veraniego una repetición en Yosemite, pero finalmente acabaron en el desierto de Utah escalando tres vías locas de Jim Beyer en sendas caras sur: Death of American Democracy (5.10, A4 X) a la Kingfisher, Run Amok (5.9, A3 R) a la Echo Tower y World’s end (5.9, A4 X) al Titan.
Un par de semanas de vacaciones a 45 grados encaramados a torres de barro… unas vacaciones en el infierno. Hablamos con Pelut, quien nos cuenta los detalles.
«Son vías difíciles y muy poco repetidas, con los seguros chungos»
¿Cómo surgió este proyecto?
En realidad, este verano teníamos un proyecto en El Capitan, pero nada más empezar uno de los colegas se lesionó un dedo. Estuvimos escalando un poco en Yosemite, pero luego decidimos irnos a Utah, con la idea de hacer alguna vía clásica.
Yendo para allí, me empezó a retumbar el cerebro: ‘¿Y si repetimos la Death of American Democracy a la Kingfisher?’, que yo la controlaba porque había abierto la vía de Pau Escalé a un lado y había hecho la primera repetición de la Weird Science al otro lado. La idea era que el colega me acompañara y me asegurara, con la calma… y la calma se convirtió en una carrera al sprint de 12 días: de la Kingfisher saltamos a la Echo Tower y de allí al Titan.
Elegimos tres vías de Jim Beyer, de las mejores vías que hay en las Fisher Towers. Y no es que lo diga yo, sino es que lo dice en la guía: «de las mejores vías de Utah», pone. Son vías difíciles y muy poco repetidas, con los seguros chungos. Pero son vías muy buenas de fisuras, donde me lo he pasado muy bien y he disfrutado. Son vías de artificial puro: de martillo, macear, de barro… Y la dureza viene dada porque estás en agosto, cuando no escala nadie, a 45ºC…
Calculamos los días que nos quedaban, vimos que teníamos los justos para hacer las tres vías y volver, y así salió el proyecto: tres torres en verano, pero en americano, que mola más: Three towers in the summer.
«Al mismo tiempo que te cuestan mucho, disfrutas porque son largos buenos»
¿Cómo ha sido para vosotros cada vía?
El primer largo de Death of American Democracy ya te pone fino filipino, que tiene una laja expanding allí que como te salte te vas a suelo. Luego hay un largo arriba de travesía de péndulo que flipas, y existen caídas potenciales de más de 20 metros y como te salte un seguro te estampas en una repisa. Y el último largo también lo recuerdo duro, porque no se terminaba nunca y desploma mucho. Son largos que, al mismo tiempo que te cuestan mucho, los vas disfrutando porque son buenos.
«Me gusta el estilo de Jim Beyer… La gente le tiene pánico a este tío»
Y todas las vías son de Jim Beyer…
Sí, son todas suyas. A mí me gusta el estilo que tiene y por eso lo disfruté. Son vías buenísimas y difíciles… La gente le tiene pánico a este tío. La vía Run Amok a la Echo Tower es un poquito más fácil; tiene largos duros pero sigue un sistema de fisuras muy evidente y tiene una cima brutal. Me moló mucho, creo que la que más, porque tienes el grado muy controlado, por decirlo de alguna manera, y vas disfrutando el doble, porque no vas tan apretado. Son largos de A3 que se debe haber repetido más porque está muy picada y se intuye más. Las otras vías, al no repetirse nunca y ser barro, están más tapadas y es como si estuvieras escalando una ruta nueva.
Y luego la vía más difícil de todas, que tiene un largo de A5 o A5+, es la World’s end, que está en el Titan. Es la vía en la que entras con más miedo, después de haber hecho dos torres, cansado.
Entonces, ¿salíais de una vía y os metíais en otra?
Sí, bajabas, te ibas al parking de las torres, dormías, como mucho bajabas a Moab a por agua y comida y volvías a las torres a portear. No hemos interrumpido la actividad en ningún momento.
«Es de las actividades más duras psicológicamente que he hecho»
¿Cómo calificarías esta actividad dentro de tu historial?
No son de las vías más potentes pero sí de las actividades más duras psicológicamente. Normalmente, escalar una ruta de estas ya te funde; si la escalas en agosto, ya te suicidas; y escalar tres seguidas es para volverse loco del todo. Pero aquí el mérito es de Samba, que era la primera vez que estaba en las Fisher Towers.
¿Cómo es la escalada en las Fisher Towers?
Son vías con exposición, en las que te puedes dar un buen sartenazo. Estás clavando en lajas expanding que un día van a saltar… y si te toca a ti… Las sensaciones son fuertes, porque tú estás clavando y se mueve todo, los clavos de abajo se caen y sabes que estás forzando el límite de la expansión. No deja de ser una ruleta rusa y por eso son vías que se repiten muy poco.
«Yo no voy a escalar para matarme, yo voy a escalar para disfrutar»
¿Para matarse?
No me gusta utilizar esa expresión. Yo no voy a escalar para matarme, yo voy a escalar para disfrutar.
Pero en este tipo de vías no depende todo de ti, y cuando te cuelgas de determinadas cosas cruzas los dedos, ¿no?
Ahí está la dificultad de la vía. Si te cuelgas de las cosas y no se arrancan, sería una dificultad de A1… y por eso son vías de A4 y A5, porque son caídas importantes. Y el aperturista te lo marca en la topo, así que ya sabes a lo que vas.
«En las torres se esconden aventuras infinitas»
¿Qué te gusta tanto de estas vías?
Yo he disfrutado. Habrá quién no lo entenderá y dirá que es una guarrada de barro, pero detrás de ese aspecto misterioso y tenebroso de las torres, se esconden aventuras infinitas. Son vías buenas, pero te tiene que gustar la escalada artificial y tienes que encontrar un compañero dispuesto a aguantar la movida.
Y ahora, ¿ya te estarás preparando para el Dakkar?
Sí, sí, este mes ya nos marchamos. Se ha hecho un equipo potente, el equipo español más potente, con cinco pilotos y un proyecto muy guapo. Es una escudería de Murcia y vamos cuatro mecánicos.
«Yo me motivo igual que el tío que está cada día entrenando para un 9a»
¿Qué es más emocionante: un Dakar con las motos o una vía en las Fisher Towers?
Para mí, una cosa va ligada con la otra: para aguantar un Dakar de estos, necesito recargar las pilas haciendo una escalada de estas y luego me voy más motivado que dios. Y una cosa condiciona a la otra. Por ejemplo, cada año, antes de irme de viaje a escalar, hacemos la Baja Aragón y el resultado ahí condiciona mi estado anímico durante la escalada. Este año ganamos la Baja Aragón con un piloto y entonces te vas on fire. Un año hubo no sé qué problema y las vacaciones fueron una mierda y estuve todo el tiempo rallado… Y ahora voy al Dakar con una energía brutal.
O sea que si las cosas van bien en las motos, estás más motivado en la escalada, y si van mal, estás jodido para la vida de escalada…
Te marca un poco el estado anímico. La escalada artificial no deja de ser un juego mental, de motivación… Físicamente, con un 20% tiras, pero el 80% es psíquico. En las torres tienes que tener un poco de fondo porque te deshidratas, pero todo es un juego mental. Mantener mi motivación y la del compañero. Eso es lo que cuesta, porque la gente se viene abajo: mucho calor, ocho horas en una reunión, y a continuación ponte a macear un largo de A4 cuando estás totalmente acartonado. Yo me motivo igual que el tío que está cada día entrenando para un 9a y dándole pegues y pegues. Yo me levanto por la mañana soñando con largos de estos.