Pelut en la R6 de «Guadaña Man»
Alex desmontando el largo de la guadaña.
Pelut abriendo el L4 de «Guadaña Man»
Alex en la R5 de «Guadaña man»
Alex, Pelut y Yargui tras la apertura de «Guadaña man»
Pelut y Alex en «Guadaña man»
Pelut y Alex en la R5 de «Guadaña man»
Alex en «Guadaña man»
Pelut comenzando el largo de la guadaña
Pelut y Alex en «Guadaña man»
Croquis «Guadaña man», Barranco del Cinc, Alcoy
Aún siento el olor a tierra americana , recién llegado de las Mystery Towers , de nuestro pequeño proyecto « Three from hell» y la apertura de tres nuevas rutas [del que podéis leer un artículo completo en Desnivel nº 399, octubre 2019 ], ha llegado el momento de afrontar una nueva aventura en casa, una aventura que hace ya algunos años que estoy esperando, un desafío brutal tanto a nivel personal como mental: abrir un ruta en el Barranco de Cinc (Alcoy).
Una nueva ruta en una pared tan bella y elegante como tétrica y rota , una pared que, desde que la vi por primera vez, supe que escondía un reto intenso y vibrante , pues ese rincón del barranco aún no había sido escalado por nadie.
Alex desmontando el largo de la guadaña.
Años atrás, durante una conferencia, escaladores locales y de la vieja escuela me hablaron de la existencia de la pared y que sería genial que fuera escalada, ya que en aquellos tiempos nadie había querido probar suerte en tal caos de bloques. Y no es para menos, pues solo con llegar a pie de vía te das cuenta de la podedumbre de su roca en la parte más baja, realmente tétrica.
El juego estaba servido. Pasaron algunos años hasta encontrar el momento adecuado y sin restricciones que prohíban la escalada por nidificación, pues el barranco es un paraje increíble de fauna y flora que hay que respetar al máximo. Junto a Álex Pastor (escalador local de Calpe) decidimos ponernos manos a la obra.
«Lo más complicado es saber encontrar el camino a elegir»
Los dos disponemos de poco tiempo debido a nuestro trabajo, así que la estrategia está clara: vamos a ir en estilo cápsula, de principio a fin y sin bajarnos para nada . Tampoco nos apetecía mucho estar bajando y subiendo entre tal caos de piedra suelta.
Para más inri sabíamos que muchas de las reuniones que íbamos a montar no serían 100% fiables, ya que alguna íbamos a tener que instalarla entre grandes lajas expanding .
Pelut en la R6 de «Guadaña Man»
Este es el juego que elegimos de principio a fin: no bajarnos ni usar expansivos. Un juego que a veces te lleva al límite del desgaste mental, pues en este tipo de escalada lo más complicado es saber encontrar el camino a seguir , pues lo que desde abajo parecía la línea más lógica una vez en la pared todo cambia, y esa laja que parecía tan buena resulta que se mueve toda y, en cambio, esa ponzoña por la que no darías ni un duro se deja proteger mejor de lo esperado.
» Este es el juego que elegimos de principio a fin: no bajarnos ni usar expansivos «
La valoración que hacemos de la ruta es muy positiva, una escalada “diferente” en terreno completamente desplomado , donde la pared parece crecer o encogerse… lo que hace que sea difícil calcular la envergadura de la ruta hasta que no la has escalado.
Alex en «Guadaña man»
En la vía se encuentran diversos tipos de pasajes, algunos de ellos muy expuestos como puede ser el largo de «la guadaña «, donde vas escalando sobre lajas de filo cortante en terreno muy desplomado.
«Una caída puede ser fatal, debido al roce de la cuerda sobre los filos»
Una caída allí podría ser fatal debido al roce de la cuerda sobre los filos cortantes de roca. Pero no todo es malo en la ruta, también podemos disfrutar de unas increíbles formaciones de roca buena en su parte más alta, un tipo de roca donde se puede proteger a tutiplén.
En total han sido cuatro días de actividad con sus tres noches en pared , en un ambiente amenizado por la luminaria que sale de la ciudad de Alcoy, y la música de no sabemos qué fiesta que había el sábado por la noche, que nos estuvo acompañando hasta las tres de la madrugada con temazos típicos del verano…
Pelut comenzando el largo de la guadaña
«Estas pequeñas emociones que hacen que estas escaladas tengan sentido»
Lo más importante de todo es que tanto Alex como yo hemos encontrado en este pequeñito rincón lo que veníamos buscando: desconexión, precariedad, miedo e incluso, en algún momento, un poco de pánico. Estas pequeñas emociones que hacen que estas escaladas tengan sentido, al menos para nosotros.
Para repetir la ruta prever tres días intensos y un buen surtido de material de todo tipo.
Agradecer la ayuda de José Paya “ Yargui” y de Jordi Climent por esas fotillos aéreas.
David Palmada «Pelut»