Ellos mismos pensaban que ya no quedaba nada por abrir en la cara norte del Monte Agnèr (2.872 m). La citada vertiente tiene todavía una larga lista de líneas por repetir y a ello se dirigían cuando descubrieron esa “última perla” de los Dolomitas esperándoles estupendamente formada. “Una vía ‘viva’, trazada por la naturaleza”, escribía Nicola Bertoldo en sus redes sociales.
El Monte Agnèr, también conocido como Il Pizzòn, es el punto culminante del macizo dolomítico de Pale de San Martino, en el valle de San Lucano. Nicola Bertoldo y Diego Dellai son dos alpinistas miembros del grupo Quattro Gatti de Arsiero, un pueblo situado a un par de horas de la esta cara norte.
El resultado de la ascensión fue totalmente inesperado, incluso para ellos, tal como reconocían en sus redes: “Otra aventura, de aquellas que permiten que suceda lo inesperado. Esta vez nos sentimos atraídos por unas condiciones muy particulares que afectaban a un gigante conocido de sobras por los Gatti: el Agnèr” y admite que “nunca hubiéramos pensado seguir una vía nuestra”.
Siete horas en la pared
Pero esas condiciones tan particulares dejaron una línea perfecta, que se presentaba como una oportunidad única para ellos de entrar en una lista de grandes vías de escalada mixta en Dolomitas. Y no desaprovecharon la ocasión.
Unos días antes, subieron hasta la cima del Agnèr para identificar bien el acceso a la pared y a la línea deseada. El miércoles 22 de noviembre pasaron la noche en el refugio Bivacco Biasin y a primera hora del día siguiente realizaron seis rápeles para llegar hasta el inicio de su vía, que es compartido con la línea de escalada en roca llamada Via dei Sud-Tirolesi.
Invirtieron siete horas en la pared para terminar abriendo los 375 metros de recorrido de Ultima Perla, para la que proponen una graduación de WI5+, M6 y 50º. “Por el recorrido y por la belleza de la línea, la consideramos la última perla de los Dolomitas y por eso la hemos querido bautizar así”, explicaba el propio Nicola Bertoldo.
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