Núria Burgada ha perdido la cuenta de los años que lleva viendo a su hijo competir, “empezó con 16 años y ahora tiene 28”, dice como referencia. En la primera cita del Campeonato del Mundo de Esquí de montaña Kilian Jornet hizo doblete y ella se emocionó y gritó a la llegada. Muchos le consideran un mito deportivo, pero ella cree que lo que más engancha de su hijo son sus
¿Qué relación tenéis Kilian y tú?
Tenemos una relación muy especial. Aunque estemos lejos nos compenetramos bien, ambos sabemos siempre lo que piensa el otro.
Después de tantos años en los que no para de ganar competiciones, te sigues emocionando al verlo cruzar la meta…
Me sigue emocionando. Aunque parece fácil que gane todo, no lo es. Para los deportistas de élite es muy difícil mantenerse arriba durante tantos años. Kilian tiene pasión, lo que le gusta es la montaña, eso es lo que le da el plus que lo diferencia de los demás. Se pasa muchas horas en ella, su medio es estar fuera y subir y bajar.
«Las personas no nos podemos creer los dueños del planeta»
¿Cómo fue su educación cuando era niño?
¡Lo tuve conmigo hasta los 12 años! Tenía claro que quería ser su maestra y la de su hermana Naila, yo tenía unos valores que quería transmitirles y cuanto más tiempo estuviesen conmigo, mejor. Quería que fuesen humildes y se dieran cuenta de que somos una parte ínfima del mundo, que las personas no nos podemos creer los dueños del planeta porque somos un granito de arena. Por eso me gustó mucho que Kilian fuese a Langtang (Nepal) para ayudar después del terremoto. Él también me ha ayudado a mí a dar el paso: acabo de llegar de la isla de Lesbos, en Grecia, donde he estado de voluntaria ayudando a los refugiados que llegan a las playas.
Kilian es un mito. ¿Por qué crees que atrae tanto su figura?
Más que el personaje deportivo, creo que la gente admira sus valores personales. Él tiene muy claro que no es un mito, que los héroes son los médicos o las personas que hacen algo por la humanidad. Al fin y al cabo, él lo que hace es un deporte.
«Me ha sorprendido cómo Kilian ha aceptado la popularidad»
¿Sigues inculcándole esos valores?
Yo hice mi trabajo cuando era pequeño. Sí me ha sorprendido cómo ha aceptado la popularidad. Cuando ganó su primera Copa del Mundo tenía 16 años, una edad en la que los jóvenes son muy vulnerables. Él se lo tomó con humildad y así ha seguido.
Tú también eres una persona muy activa en la montaña…
A mí me gusta la montaña, aunque a otro nivel diferente al de Kilian. Cuando te haces mayor cuesta más, pero mientras se pueda, seguiré haciendo esquí de montaña en invierno y andando o corriendo en verano. Con 55 años se debe hacer deporte para llegar a la vejez con calidad de vida.
¿Haces actividad cada día?
Me levanto y en invierno hago una subida de 500 metros con esquís de montaña, bajo, almuerzo, me ducho y me voy a la escuela a trabajar. En verano ya tengo un circuito cerca de casa para correr una hora. El fin de semana voy a la montaña a hacer cosas más largas.
Vamos, que vas a trabajar cada día tras haber disfrutado antes de la montaña y la naturaleza…
Así se va de otra manera a la escuela. Yo, como maestra, tengo una actitud diferente con los niños, ya me he quitado todas mis neuras después de entrenar. Funciona y los niños te lo agradecen.
