La gran calidad organizativa que se demostró en el Campeonato del Mundo de Skimo del año pasado, que contó con la asistencia de unos 300 deportistas procedentes de 27 países (650 personas acreditadas), unido al alto nivel de las pistas e instalaciones, sus recursos naturales y culturales, su gastronomía… han conseguido que la ISMF (Federación Internacional de Esquí de Montaña) vuelva a confiar en Boí Taül para la celebración de dos pruebas internacional. Y es que actualmente la estación ribagorzana está ya consagrada en el panorama internacional como un destino de excelencia para la práctica de skimo de alto nivel.
En concreto este año acogerá las pruebas incluidas en la Copa del Mundo de Skimo 2024 que se celebrarán el 27 y el 28 de enero, correspondientes a las pruebas de Sprint y de Relevos Mixtos. Está previsto que acudan más de un centenar de deportistas procedentes de una veintena de países.
Será la tercera parada del circuito internacional, que consta en total con siete pruebas en distintos escenarios. Además, tanto Sprint como Relevos Mixtos serán disciplinas olímpicas en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebrarán en Cortina-Milano 2026 y en los que se estrenará el esquí de montaña como nuevo deporte.
El camino recorrido por Boí Taüll hasta llegar a celebrar competiciones de nivel mundial como estas pasa por una experiencia de doce años organizando competiciones de pruebas de copa y campeonato de España, así como la celebración en 2022 de los Campeonatos Europeos cosechando gran éxito participativo, de resultados y organizativo.
Un trabajo conjunto de la FEEC, la FEDME, así como de FGC Turismo (a cargo de la gestión de la estación), que sigue dando sus frutos. Entre sus puntos fuertes como estación destacan su alta capacidad hotelera y de restauración, su proximidad a la base de las competiciones así como su ubicación, altura y orientación, que garantizan las mejores condiciones de nieve.
Asimismo, la morfología y posibilidades de su dominio esquiable (de 550 hectáreas) son múltiples, presentando diversas opciones de trazados e itinerarios para adecuarse a cualquier prueba al nivel más alto, exigente y técnico.
La Vall de Boí, en el centro del Alt Pirineu, en la comarca de la Alta Ribagorça, es un perfecto ejemplo de sinergia y adaptación entre territorio, cultura y deporte. Cuenta con un entorno natural incomparable –en el que destaca el Parque Nacional de Aigües Tortes y Sant Maurici– y con una riqueza histórica protegida como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
En este contexto, la estación de Boí Taüll emerge como dinamizadora del deporte y la economía en la comarca. Ofrece el escenario perfecto para que cualquier aficionado disfrute de una práctica tranquila y cumple con los requisitos para el esquí competitivo y de alto rendimiento.
Al igual que en el resto de estaciones gestionadas por FGC, su prioridad es buscar un equilibrio entre los beneficios económicos, la inclusión social y el respeto por el medio ambiente. Entre las iniciativas implementadas en este último campo están el uso de energías renovables, el impulso de la economía circular, nuevos sistemas que reducen el uso de agua en la producción de nieve artificial o la medición de las emisiones y su impacto a cargo de entidades externas acreditadas.
