Con la llegada de las temperaturas elevadas, la nieve da paso a la aparición de flores en alta montaña. La intoxicación por plantas no es una patología médica común. La clínica de presentación puede ir desde un cuadro leve hasta casos de parada cardiorrespiratoria.
El acónito (aconitum napellus) es una planta que pertenece al género de las Ranunculaceas y que crece en altitudes moderadas de las montañas europeas, normalmente entre 1500 y 2000 m, aunque puede encontrarse en zonas de mayor altitud. Suele encontrarse en zonas húmedas, como ríos o lagos. Su aspecto es colorido, con flores atractivas y comúnmente violáceas que suelen aparecer en julio, y su tamaño grande (aproximadamente, tallos rectos pueden alcanzar 1 metro de altura), lo que la hace fácilmente visible y accesible para cualquier montañero/a.
En la antigüedad, el acónito fue usado con fines oscuros para terminar con oponentes o envenenar comida o aguas. En España, también conocida como matalobos, también fue conocida por éste uso. La primera muerte documentada en España se dio en el año 1740 DC en la población pirenaica de Setcases (Girona). Unos pastores usaron los tallos como parrilla para cocinar unos pajaritos que habían cazado. Con solo el contacto, fallecieron todos.
A lo largo de los años se han dado otros casos como el de una compañía de paracaidistas franceses que en 1960 falleció en el transcurso de unos ejercicios de supervivencia en el Pirineo Central al comer raíces de acónito, o el caso de una familia que confundió el acónito con apio de montaña (Molopospermum peloponnesiacum), falleciendo algunos miembros a pesar de la rapidez del tratamiento.
El acónito contiene una serie de alcaloides con una toxicidad neurológica y cardiaca muy potente. De hecho, con la ingesta de 1mg de uno de estos alcaloides (aconitina) es suficiente para matar una persona de 80 kg. El Servicio Nacional de Información Toxicológica Español ha recibido 18 notificaciones de intoxicación por acónito en los últimos 8 años.
Tras la ingesta de alcaloides del acónito suelen producirse síntomas iniciales en los primeros 5-25 minutos como hormigueo o quemazón perioral. Seguidamente pueden presentarse alteraciones neurológicas (obnubilación, alteración visual, alteraciones motoras y parada respiratoria) y/o gastrointestinales (vómitos, diarrea). A nivel cardiológico pueden producirse alteraciones del ritmo que pueden precipitar arritmias ventriculares y parada cardiorrespiratoria en menos de 1 hora.
No existe antídoto, solo el tratamiento de los síntomas por unidades de emergencias y cuidados intensivos. La detección precoz la posible intoxicación y la rapidez de activación de los servicios de emergencias o rescate son las únicas posibilidades. Dado que la vida media de los alcaloides es de 3 horas, algunas técnicas de soporte para mantener la circulación como los sistemas de circulación extracorpórea pueden ser usados.
Aspectos a tener en cuenta:
- No tocar ni arrancar nunca el acónito.
- En caso de sospecha de tocar la planta, lavarse de forma abundante la zona de contacto y evitar tocar zonas mucosas u orificios corporales
- En caso de sospecha de intoxicación, llamar al 112 informando de la sospecha clínica. Si se produjesen alteraciones neurológicas, dejar la víctima en posición lateral de seguridad hasta la llegada de los servicios de emergencia.
Robert Blasco. Departamento Anestesiología. Hospital Vall d´Hebrón.
Iñigo Soteras. Responsable del Área de Salud FEDME
Referencias:
Subirats E. Manual de Medicina de Montaña y del Medio Natural (Basado en Evidencias). Editorial Médica Panamericana. Madrid 2016.