Toma el pulso al Valle de la paz

Camino natural de Lozoya, una alfombra de 47 kilómetros

Hasta la llegada del Camino Natural, recorrer el valle de Lozoya de un extremo a otro era un ejercicio de imaginación en el que había que investigar el rumbo de sendas, pistas y veredas, saltar cercas y vallados y muchas veces terminar por el arcén de la carretera. Ahora, el Camino Natural del Lozoya es una alternativa que permite ir del El Paular a El Cuadrón sintiendo el auténtico pulso del bien llamado «Valle de la paz».

Autor: Zian Mapaz | 3 comentarios |
Puente de Matafrailes
Puente de Matafrailes

Actuación conjunta de la Mancomunidad del Valle del Lozoya y el Ministerio de Medio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el Camino Natural del Lozoya es una de las actuaciones del Programa de Caminos Naturales, iniciado en 1993 y que desde entonces ha adecuado 8.544 kilómetros de rutas repartidas entre un centenar de itinerarios por todo el territorio español, con una inversión total de 157 millones de euros.

El propio ministerio hizo públicas las intenciones de este programa, al señalar que “en un momento en que la importancia de la Naturaleza crece imparablemente en las conciencias humanas y que el ejercicio al aire libre se instala cada vez más en la nueva concepción de la salud, desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se quiere contribuir a la observación y la conservación de nuestros espacios naturales, mediante la recuperación de infraestructuras actualmente en desuso que permitan ese disfrute del entorno natural que las alberga”.

Puesta de largo

A lo que se ve, este Camino Natural del Lozoya cumple con creces tales propósitos, inaugurado en la primavera de 2010. La sensación perdura al recorrer este Camino Natural del Lozoya, donde se han empleado a fondo en su recuperación, sin escatimar medios. Los viejos caminos rurales y vías pecuarias han devenido en una prolongada alfombra de tres metros de anchura, auténtico tapiz por donde puede circular sin el menor quebranto un cochecito infantil.

Igual ha sucedido en otras actuaciones ministeriales, como en los parques nacionales, Ordesa sin ir más lejos, que han visto como alguno de sus caminos fueron rigurosamente solados con lanchas de piedras y elementos parecidos. Severamente ensanchados, limados muchos de sus pequeños accidentes y, sobre todo, arrasada su esencia de viejas sendas tradicionales adaptadas a la geografía que recorrían. En definitiva, una severa alteración de sus paisajes, esgrimiendo como razón principal precisamente lo que hicieron: evitar la erosión del entorno por el paso de visitantes.

Sin ser tan grave la cosa, la visión de esta ancha cinta de cascajo y tierra prensada, hormigón a veces, chirría en el fondo del valle. Los críticos señalan que hubiera sido más racional contener la inversión efectuada, para poder mantener otros muchos caminos en el valle, evitando una transformación tan profunda de la ruta histórica. Con menor gasto, el presupuesto se mantendría para el futuro, garantizando la conservación del camino. El programa asegura esta conservación, pero no es más que papel. Habrá que ver si con el paso del tiempo se cumplen un compromiso que siempre ha sido olvidado en estas actuaciones.

No todo debe verse de manera negativa. El programa caminero ministerial es una encomiable iniciativa que hasta la fecha ha servido para recuperar caminos avocados a desaparecer. Vías pecuarias, senderos de sirga e históricos, vías abandonadas de ferrocarril y otros han renacido con sus actuaciones, que además suponen algo muy importante: uniformidad en los elementos comunes de estas rutas. El Camino Natural del Lozoya ha sido muy bien recibido por la Mancomunidad del Valle, que desdesu puesta en marcha ha visto incrementar el número de visitantes que vienen a conocerlo.Tan breve tiempo ha permitido también desvelar algunos inconvenientes derivados de su propia ejecución. El conflicto establecido entre caminantes y ciclistas es el primero.

Convivencia entre usuarios

La anchura, suavidad y longitud del camino lo convierten en plataforma ideal para el uso ciclista, pero es bien sabido que la convivencia de ambas posibilidades: caminata y ciclismo es más que difícil. La solución encontrada en lugares parecidos como los senderos de los Alpes, Inglaterra y países nórdicos no es otra que prohibir el uso de la bici en ciertos tramos o en caminos enteros. En otros lugares se ha optado por la división de la vía mediante pintura o elementos físicos. Otro uso conflictivo lo protagonizan algunos habitantes del valle, quienes se desplazan por el camino en vehículos agrícolas y todoterrenos.

La solución tampoco es sencilla, habida cuenta de que este camino se asienta sobre antiguos caminos rurales por los que hasta tiempos recientes sólo se desplazaban los locales según sus necesidades.El ramal principal mide 47,8 kilómetros, aunque si se le suman las variantes secundarias que ofrece, alcanza 53,2 kilómetros. Lo ideal para recorrerlo de punta a punta es emplear dos jornadas de en torno a seis horas cada una. Los caminantes más pausados, o quienes quieran conocerlo de manera tranquila o con niños, deberán dedicar un día a cada uno de los cinco tramos. Por su parte, los ciclistas pueden realizarlo en una jornada. Bien en uno sentido, para lo que deberán contar con dos vehículos, bien ida y vuelta lo que hará aumentar sus cuentakilómetros en prácticamente una buena centena de kilómetros.

Inicio en El Paular

El extremo sur del camino se encuentra uno de los parajes más privilegiados del valle del Lozoya. Lo integran el monasterio de El Paular, el puente del Perdón y el arboreto Giner de los Ríos. Contar sus atractivos necesitaría bastantes más líneas de las que incluye este reportaje. A la altura del kilómetro 27,6 de la M-604 hay que atravesar el puente del Perdón para continuar por la primera cancela a mano izquierda. La pista corre paralela al Lozoya en un entorno de extraordinaria belleza. Aquí se encuentra el conocido Bosque Finlandés, paraje que cuenta con una pequeña cabaña y depósito de agua, a la manera de las saunas nórdicas.

Siempre recto se cruza el arroyo Artiñuelo a la altura de Rascafría, cuyo núcleo se cruza asícomo la carretera del puerto de La Morcuera. A partir del cementerio el Camino Natural utiliza la vieja vía pecuaria que lleva a Oteruelo del Valle, localidad a la que se llega sin más historia. En Oteruelo se localiza el primero de los ramales secundarios. Lleva a la cercana Alameda del Valle.

El ramal principal continúa hacia la ermita de Santa Ana, a donde se llega tras cruzar el arroyo del mismo nombre. Desde la pradera situada junto al templo la pista visita el helipuerto de Alameda y alcanza Pinilla del Valle. Cruza el pueblo, en cuyo centro arranca el ramal que lleva a la ermita de la Concepción. El camino principal emboca la orilla norte del embalse de Pinilla. Entre el pantano y la M-604 alcanza Lozoya del Valle, continuando por el borde de las aguas hasta su final. Queda atrás la presa y el camino vuelve a la compañía del río.

Se inicia la parte más solitaria, donde el Lozoya transita por un congosto ocupado por un cerrado bosque de ribera. El camino da rodeos más o menos amplios para adaptarse al terreno. Visita los puentes de Canto y Matafrailes, alcanzando poco después la carretera de Canencia, en un punto donde se abre el ramal secundario que lleva a esta localidad. La senda principal prosigue el sentido del valle rumbo a Garganta de los Montes. Un nuevo ramal permite visitar la ermita de los Prados. El principal gana poco a poco altura, hasta que alcanza El Cuadrón donde concluye.

Guía práctica

  • Desnivel: 875 metros desnivel positivo y 845 metros de desnivel negativo. (Puente del Perdón, 1.160 m; El Cuadrón, 1.140 m). El mayor desnivel a salvar en sentido Rascafría-El Cuadrón es el tramo desde el cruce de la carretera de Garganta de los Montes a El Cuadrón.
  • Distancia: 47,8 km el camino principal. 53,2 km si se incluyen los ramales secundarios.
  • Tiempo: tres jornadas de seis horas para los caminantes.
  • Logística: al ser una ruta lineal con salida y llegada en distintos puntos lo más recomendable es utilizar dos vehículos. Otra opción es dejar un vehículo en uno de los extremos del camino para regresar desde el otro en autobús público (línea 194 A), que recorre el valle desde Lozoyuela a Rascafría. Información: www.ctmmadrid. es
  • Cartografía: hojas 483-II y IV, y 484-I y II del IGN. 1:25.000.
  • Información: en la web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente www.magrama.es, está la información de este y otros caminos naturales, con descripciones, mapas y tracks para GPS. La ruta es: Desarrollo rural Caminos Naturales Seleccionar Sector Centro Número 3. También se puede acceder directamente en esta dirección: http://bit.ly/caminonaturallozoya

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