Durante todo el trayecto tendremos de frente el macizo de las Peñas Santas de una blancura que contrasta con el verde intenso de los prados y majadas que atravesaremos. El camino gana altura por un valle de origen glaciar en el que se aprecian las huellas del hielo.
El refugio en realidad son dos: una pareja de modernos edificios de piedra y teja al modo de las tradicionales invernales. El plato fuerte de este lugar son sus puestas de sol por el valle del Junjumia y la inmejorable vista de todo el oriente asturiano. Cerca se encuentra el mirador de Ordiales, donde el Macizo Occidental acaba bruscamente despeñándose más de 1.000 metros hacia los ríos Dobra y Sella. El sitio ofrece tan maravillosas vistas que fue elegido como sepultura por Pedro Pidal, impulsor del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga.
ITINERARIO
Desde el lago de Enol debemos seguir por la pista de la vega de Enol. Cuando ésta se bifurca hay que tomar la pista que baja hacia la izquierda hasta el collado de Pan de Carmen donde hay un aparcamiento. Hay que tener presente que desde la última semana de julio hasta la primera semana de septiembre, y en Semana Santa, la carretera de los Lagos está regulada al tráfico de 8h 30 a 20 h.
Ahora bien, quienes tienen reserva en el refugio pueden circular a cualquier hora y llegar hasta Pan de Carmen. Aquí seguiremos por un camino empedrado que sube hacia el Pozo del Alemán. Dejamos éste atrás y seguimos subiendo hasta la majada de la vega de la Piedra. Poco después se cruza otra bonita majada, la de Canraso, y otra más llamada Redondiella, en la que hay varias cabañas.
El camino, ya convertido en senda, sigue subiendo hasta el amplio collado de la Gamonal, desde el que se divisa el refugio de Vegarredonda. A mitad de esta subida se encuentra el único punto en el que es posible despistarse: una senda que sale a la derecha y baja por un encajado valle hasta el río Junjumia.
Los guardas de Vegarredonda saben que por allí andan los que no llegan a la hora prevista.