Ni mucho menos todas las vías ferratas son iguales ¡menos mal! Las hay cortas, largas, fáciles, difíciles y mucho más difíciles. Somos nosotros los que debemos adaptarnos a cada itinerario y no al revés. Tenemos que valorar siempre si nuestra forma física, técnica y mental es la adecuada para afrontar el itinerario que tenemos delante; llevar el material adecuado a cada ascensión y saberlo utilizar perfectamente (de lo contario es mejor no llevarlo); y saber improvisar en caso de abandono, deterioro del material fijo u otros impedimentos. Aún así siempre existirá un cierto riesgo.
Poi d’Unha
El Poi d‘Unha es la gran montaña que se levanta delante de la población de Unha. Tiene varios escarpes rocosos que han sido aprovechados para instalar la larga vía ferrata. Al margen del atractivo turístico-deportivo que constituye la ascensión en sí, seguramente el hecho que la diferencia de muchas otras es el maravilloso marco donde está y las increíbles vistas que se consiguen durante la ascensión: el Aneto y su glaciar, Maladetas, Colomers, Montarto… Por otro lado no hay que menospreciar su longitud, el largo descenso y los repentinos cambios meteorológicos que en las tardes de verano sufre el Pirineo.
Longitud: 725 m.
Desnivel: 400 m.
Dificultad: D+, reflejando la longitud más que la dificultad. Si ascendemos únicamente el primer tramo, la podríamos dejar en AD.
Horario: 3h 30 min.
Orientación: sur.
Altitud del inicio: 1.530 m.
Características: larga y variada, con la opción de realizar sólo alguna de sus tres partes. La primera está pensada especialmente para niños y los escalones están colocados a muy poca distancia uno de otro. A partir de aquí ya los encontraremos más separados entre sí. Por eso deberemos tener muy en cuenta que los tramos “fáciles” de los dos resaltes superiores, no tienen nada que ver con los tramos fáciles de la primera parte.
Tras este principio, más amable, vamos a encontrarnos con algunos muros mucho más atléticos y continuados, cambiando totalmente la dificultad. Hay que tener muy en cuenta que en muchos lugares se han aprovechado los agarres naturales que ofrece la roca y que encontraremos algunos tramos de escalada de hasta III+. También existen algunos puentes y escaleras, casi todos evitables, pero la estrella de la ascensión es sin duda la escalera en espiral.
Escapes: al margen de los rápeles (situados a intervalos de 30 metros) que sólo hay que utilizar en caso de emergencia, encontraremos dos escapes. Cada uno de ellos separa los tres resaltes de que se compone la vía. El primero sale hacia la derecha y llanea, cruzando una canal, para continuar bajando por el bosque; encontraremos algún cable de ayuda. Un giro total hacia la derecha nos orienta hacia el inicio de la vía ferrata. El segundo lo encontraremos justo después del puente colgante del segundo resalte y comienza con unos cables que se dirigen hacia la izquierda. Luego, ya por el bosque, continuamos bajando hasta dar con el camino de descenso.
Acceso: aparcamiento. Salimos de nuevo a la calle principal y nos dirigimos hacia la izquierda. Por la segunda calle que encontraremos (Sant Martí) nos desviamos a la derecha. Rápidamente esta se convierte en un camino que asciende por la ladera. Dejaremos a la izquierda un primer desvío (marcas PR) y, más arriba, cruzaremos otro camino. Nosotros continuamos recto hacían arriba hasta dar un brusco giro a la derecha. Salimos del bosque y continuamos plano por una gran pedrera hasta llegar al inicio (30 minutos).
Descenso: desde el final de la vía ferrata aún deberemos continuar ascendiendo por el lomo de la montaña (marcas rojas), durante unos 10 o 15 minutos. Llegados al pie de una pequeña roca, una flecha roja nos sugiere desviarnos hacia la izquierda. Encontraremos un cable de unos 100 metros que nos ayuda a bajar la canal que tenemos ante nosotros. Giramos hacia la derecha y continuamos por la ladera hasta llegar a un buen camino (PR) que nos devuelve al pueblo (1h 30 min).
Canal del Palomo + Mallo San Jorge
Estamos ante una de las ferratas más históricas, difíciles, originales y bonitas del Prepirineo. Transcurre casi íntegramente por el interior de una profunda canal que puede ser más o menos acuática, dependiendo de si ha llovido recientemente. Hace unos años sólo había clavijas y su ascenso era una emocionante aventura en la que te empleabas a fondo. El empleo de la cuerda era casi imprescindible si no te querías jugar el pellejo. En la actualidad el compromiso es menor, gracias a la reposición de las clavijas desaparecidas y, sobre todo, por un flamante cable inoxidable que la recorre de principio a fin. No penséis que se trata de una ferrata sencilla. El carácter resbaladizo del terreno, los tramos mojados, la distancia entre las clavijas y la verticalidad del terreno obligan a emplearse a fondo. Está totalmente prohibido caerse en esta ferrata porque decenas de hierros en punta nos esperan.
Longitud: Canal del Palomo: 230 m. Cable de bajada: 340 m. Mallo San Jorge: 55 m.
Desnivel: CP: 140 m. MSJ: 35 m.
Dificultad: CP: MD+. MSJ: D+.
Horario: CP: 2 h. MSJ: 30 min.
Orientación: CP: suroeste, aunque por lo encajonado del terreno no le da mucho el sol. MSJ: oeste.
Altitud del inicio: CP: 700 m. MSJ: 1.110 m.
Características: la Canal del Palomo va superando todos los resaltes de una profunda canal, en ocasiones por la derecha, en ocasiones por la izquierda y a veces por el mismísimo centro. Numerosos pasos atléticos sobre terreno resbaladizo e irreal. La vía normal del Mallo San Jorge se inicia con unos pasamanos y repisas que nos conducen a un corto resalte equipado con clavijas. En este resalte no hay cable de seguridad y el vacío bajo nuestros pies es importante. Con mucho cuidado acabamos el último tramo. El uso de la cuerda es imprescindible tanto en la subida como en el descenso, así como saber utilizarla correctamente. De lo contrario lo mejor será subir con un guía.
Escapes: no hay.
Acceso: desde Loporzano dirigirse al embalse de Vadiello. Poco después de pasar el refugio (particular) de Peña Guara, en una pronunciada curva a la derecha, hay un amplio aparcamiento a la izquierda. Ante nosotros tenemos la Pared de Entrenamiento, con un sinfín de vías de escalada. Continuar a pie, siguiendo su base hacia la izquierda. Sin cruzar el río, llegaremos a la Canal del Palomo, las clavijas comienzan unos metros a la izquierda de la canal (tres minutos).
Descenso: la canal propiamente dicha termina bajo un impresionante circo rocoso de aspecto inexpugnable. Hacia la derecha, unos cables y clavijas nos conducen por terreno bastante amable, al final de las zonas rocosas. Después, ya por camino, se desciende en diagonal. Justo en el punto dónde el camino cambia de orientación hay que abandonarlo hacia la izquierda si decidimos ascender al Mallo San Jorge. Si continuásemos por el camino principal, llegaríamos rápidamente al aparcamiento dónde hemos dejado el vehículo (40 min).
Para continuar hacia el Mallo San Jorge, dejar el camino en la curva y seguir en diagonal ascendente hasta encontrarnos con un camino que procede del aparcamiento situado antes de los túneles y que se dirige a la cima del Pico El Borón. Lo seguimos hacia arriba. Primero pasaremos por una pequeña canal con un bonito mirador al final. Después continuaremos por la gran canal que separa el Mallo San Jorge del macizo de la Canal del Palomo y dónde encontraremos alguna cuerda fija. La canal termina en los llanos superiores que seguiremos hacia la derecha. Es necesario ir muy atentos a los hitos que marcan el desvío hacia la derecha y que conducen al cono final del Mallo San Jorge (1h 30 min del final del Palomo al inicio del Mallo).
Desde la cima se pude rapelar hasta el inicio de la ferrata en un rápel de 35 metros siempre que se lleve la cuerda apropiada (hay un spit para asegurarse antes de llegar a la instalación definitiva). Si no, hay que bajar por la misma vía de ascenso asegurándose (no hay cable y el “patio” es considerable) o bien haciendo un corto rápel de 15 metros para salvar el tramo más vertical.
Deshacer el camino de ascenso y continuar por el que desciende directamente al aparcamiento de antes de los túneles y luego por la carretera hasta el vehículo (1h 30 min).
Antes de entrar…
Valora la dificultad: hoy existen varias escalas de dificultad para clasificar a las vías ferratas. Seguramente, con el tiempo tenderán a aunarse. Por el momento no hay más problema que adaptarse a la que utilice la reseña o guía que utilicemos. Al margen de la dificultad pura, también es importante valorar otras circunstancias como altitud, orientación, aproximación y retorno, etcétera.
Prepara a conciencia la salida: consulta una buena reseña, donde además indique la aproximación, el descenso y los posibles escapes. Debemos tomar los horarios como algo muy relativo que depende de un montón de variables. Consulta la meteo el día anterior. Llleva el material y ropa adecuados a cada estación del año, orientación y altitud a la que vayamos a estar, teniendo en cuenta que el Pirineo se presta a los cambios bruscos de temperaturas y que las tormentas de verano (con abundante aparato eléctrico) constituyen un gran peligro objetivo.
Información: hay decenas de páginas web dedicadas a las vías ferratas, unas más fiables que otras. Este mismo año se ha publicado el libro Vías ferrata en el Pirineo y Prepirineo donde se reseña con gran detalle la totalidad de itinerarios existentes en la cadena.
Hace unos días murió un montañero en la ferrata de sacs en benasque, no he visto ninguna noticia al respecto en este foro de referencia; sería interesante saber las causas de este tragico sucesos y que sirva de recordatorio a los usuarios de las ferratas para este verano, sobre todo por temas de seguridad, gracias.
Pues creo que al Calotriton asper no le va a gustar demasiado que la gente pase por allí. Pero a los ferrateros parece que les de igual todo eso. Con tal de divertirse, si hacen falta barandas y cables de hierro para subir, se ponen. Y si hay algun bicho por allí, mejor que se aparte. Actualmente el Calotriton asper está amenazado por pérdida de su hábitat. Ahí lo dejo…
Pues no se yo si el triton va a estar muy contento con esos cambios en su ecosistema…
Es importante saber que en la canal del palomo está prohibido tocar el agua de las pozas, por estar habitadas por el tritón pirenaico, especie en peligro de extinción. Eso si, verlos es un aliciente más para realizar esta ferrata
Que triste que se tengamos que llenar de hierros la montaña para poder divertirnos…