La comarca de La Vera tiene muchos fans ilustres. Desde que el geógrafo griego Estrabón situara aquí el paraíso terrenal, hasta que el andarín y poeta contemporáneo José Antonio Labordeta la retratara en su serie televisiva, sin olvidar a artistas del calibre de Lope de Vega, Gustavo Doré, Miguel de Unamuno, Camilo José Cela y Julio Caro Baroja, las palabras de asombro y admiración no han dejado de caer sobre esta pequeña comarca extremeña que vive a su ritmo bajo la protección y el influjo de la sierra de Gredos.
Personalidad única
La C-501 es, junto con el curso del río Tiétar, la arteria vital por donde corre la riqueza de la comarca. Y por ella habrá que ir para entrar y recorrer su alargada y abrupta geografía, fácil de seguir, pues sólo hay que dejarse llevar por los carteles de los pueblos, mayoritariamente apellidados de la Vera. Administrativamente hablando, la comarca comienza a oriente en Madrigal de la Vera, primera villa extremeña por este lado. Pero la Vera comienza más al este, aún en tierras de Ávila, concretamente en el pueblo de Candeleda. El paisaje, la cultura, el acento, incluso la forma de ganarse la vida y de comer, son mucho más tolerantes y funcionales que las decisiones políticas, y ya en Candeleda se encuentran muchos de los elementos que forman la personalidad verata (excepto, quizás, la arquitectura tradicional, sacrificada en este pueblo en aras del turismo estacional).
A partir de aquí comienzan a precipitarse desde la sierra, a mano derecha en el sentido de la marcha, las gargantas, que así se llaman en la comarca a los ríos que bajan directamente de Gredos, con sus característicos lechos de grandes cantos rodado: de Santa María, de Alardos, Gualtamino… a tramos regulares las abruptas gargantas recuerdan la fiereza del deshielo que en años de nieve supera los puentes tendidos. El suelo montaraz, donde no está despejado o cubierto de retamas, entre las que asoman delatores los grandes peñascos de granito, se cubre a rodales por pinares de repoblación, y sobre todo, del tradicional rebollar.
De tramo en tramo, aparecen aislados bosquetes de castaños, otrora más abundantes, y algunas moreras que recuerdan el boyante negocio de cría de gusanos de seda que hubo en algunos pueblos de la comarca hasta el siglo XVIII. Y a izquierda, como si la carretera tajara dos paisajes radicalmente distintos, la feraz llanura fluvial dedicada mayoritariamente al cultivo del tabaco y del pimiento pimentero, los dos puntales económicos de La Vera (y también paisajísticos, tanto por los colores que aportan como por los secaderos –edificios de ladrillo donde se seca el tabaco– que salpican aquí y allá los campos), pero con sitio para las huertas familiares donde todo crece con rapidez gracias a la fecundidad del suelo verato y de la siempre presente agua que corre por él.
Fieles a la tradición
A tenor de los castros celtas, los puentes medievales (tenidos aquí por romanos), las calzadas romanas (esas sí), los palacios y edificios señoriales, los castillos y las iglesias que hay por doquier, la pujanza de la comarca no es cosa de este siglo, si bien, a ella contribuyera en gran medida la introducción en 1912 del tabaco como cultivo experimental, un intento que a la larga ha monopolizado la mayor parte de las fértiles tierras del llano, con los evidentes riesgos que los monocultivos conllevan. Resulta curioso que el pimiento, el otro cultivo rey de la comarca introducido en el siglo XV, también sea de origen americano. Como curiosa es la historia del pimentón, descubierto como especia de forma accidental en el siglo XVIII, y hoy imprescindible en las cocinas españolas.
El retiro del emperador
Los pueblos de la comarca han tenido el acierto de acomodarse a los nuevos tiempos sin perder su personalidad ni competir con el paisaje que las rodea. Los veratos tratan con mimo sus tradiciones (de ello dan fe sus festejos) y sus casas, haciendo que el turismo urbano sea inexcusable para el viajero que se acerca hasta aquí. Son pueblos que, como decía un viajero, «sólo pueden caminarse», es decir, dejando el coche fuera. Es especialmente recomendable visitar estos pueblos a comienzos de la primavera, cuando florecen (o más bien explotan) los cientos de tiestos con geranios y hortensias que adornan los tradicionales balcones de madera corridos. El elevado número de pueblos declarados conjuntos históricos artísticos que hay en la comarca no es gratuito: Garganta de la Olla, Cuacos de Yuste, Pasarón de la Vera, Valverde y Villanueva de la Vera tienen todos ellos esta categoría.
Es difícil, en suma, encontrar en otro lugar de España tantahistoria y tanta arquitectura como se condensa en los poco más de 830 km2 de la comarca de La Vera. Pero entre todos los edificios valiosos destaca, sin duda, el monasterio de Yuste, en las cercanías de Cuacos de Yuste. Su importancia viene no tanto de su valor arquitectónico (que lo tiene) como de su historia ya que a él se retiró para morir en 1558 el emperador Carlos V. El monasterio, a pesar de ser destino común de visitantes, es la quintaesencia de la tranquilidad y elretiro; pareciera que el espíritu adusto y severo del ilustre monarca hubiera quedado eternamente prendido en los sillares de piedra y en los gigantescos eucaliptos de la entrada. Y algo de verdad tiene que haber en esto, porque la tradición mantiene que el nogal de gigantescas ramas del patio fue plantado por el propio rey.
Los alrededores del monasterio reservan una sorpresa más al viajero: a poco más de dos kilómetros en dirección a Cuacos está el Cementerio Alemán donde estánenterrados soldados germanos muertos durante las dos guerras mundiales. La necrópolis, envuelta en una profunda quietud, sobrecoge. Es la misma paz que aguarda al caminante que se aventura por cualquiera de las sendas que se adentran en la omnipresente sierra. Son caminos tradicionales que unían los pueblos cuando no había carreteras, o que atravesaban la sierrasierra camino de la meseta norte siguiendo el curso de las gargantas y de la trashumancia. Algunos de ellos rememoran hechoshistóricos, otros recuerdan sucesos más o menos legendarios, y todos, en fin, ayudan al viajero curioso a descubrir las huellas que la naturaleza y el hombre han impreso con acierto en esta tierra, que ha sabido progresar, como pocos, sin renunciar a sus tradiciones y a sus valores paisajísticos y naturales.
SITUACIÓN
En el nordeste de la provincia de Cáceres.
CÓMO LLEGAR
La C-501 reorre la comarca. Para llegar a ellaes recomendable ir hasta Oropesa por la N-V (autovía) y de allí a Candeleda o Madrigal. Desde el norte se puede llegar a Plasencia por la N-110.
ALOJAMIENTOS
Casas Rurales
Las casas de turismo rural abundan. A modo de ejemplo:
Casa la Ciega, en Cuacos de Yuste. Tel.: 927 17 23 07.
Vera de Yuste. Tel.: 927 17 22 89.
Finca Valvellidos, a 4 km de Jaraiz. Tel.: 927 19 41 43.
Antigua Casa del Heno, a 3 km de Losar. Tel.: 927 19 80 77.
Finca LosCañejales, en Losar de la Vera. Tel.: 927 19 82 37.
Casa del Pozo, en Villanueva. Tel.: 927 56 62 62.
El Abuelo Marciano, a 3 km de la garganta de la Olla. Tel.: 92746 04 26.
Casa Grande (apartamentos rurales). Tel.: 927 38 44 78.
Casa Tía Paca, en Jaraiz. Tel.: 927 17 06 92.
Majada de Albarrán, en El Piornal. Tel.: 608 00 38 06.
Hoteles y hostales
En casi todos los pueblos existe un hotel u hostal. Por destacar algunos:
Hostería Fontivieja, en Losar de la Vera. Tel.: 927 57 01 08.
Casa de Pasarón, en Pasarón de la Vera. Tel.: 927 46 94 07.
Hostal Abadía, en Losar de la Vera. Tel.: 927 17 22 41.
Parador de Turismo, en Jarandilla. Tel.: 927 56 01 17.
Cámpings
Hay nueve cámpings en la comarca. Algunos ejemplos:
Carlos I , en Cuacos (1ª). Tel. 927 17 20 92.
Alardos, en Madrigal (2ª). Tel. 927 56 50 66.
Yuste en Aldeanueva (2ª). Tel. 927 57 25 22.
Jaranda, en Jarandilla (2ª). Tel. 927 56 04 54.
Godoy, en Losar de la Vera (2ª). Tel. 927 57 08 38.
Minchones, en Villanueva (2ª). 927 56 54 03.
Otros
Albergues El Lago y Sol y Aventura, en Jaraiz. Tels.: 927 17 07 15 y 608 60 18 91.
Albergue municipal de Villanueva. Tel. 927 56 54 03.
Apartamentos La Corona, en Villanueva. Tel. 927 56 60 88.
INFORMACIÓN
Centro de Desarrollo Comarcal de la Vera. Tel.: 927 17 22 64 y 927 17 22 95.
Asociación de Turismo de La Vera. Tel.: 927 17 22 08.
Oficina de Turismo de Turismo de Jaraíz. Tel.: 927 17 05 87.
Centro de Iniciativas Turísticas y Desarrollo Local de Madrigal Tel. 927 56 56 54.
QUÉ VER
Puente medieval en la garganta de Alardos, en Madrigal de la Vera.
Casa de las Muñecas, iglesia de San Lorenzo y casa de Postas en Garganta de la Olla. Plaza Mayor e iglesia de Ntra. Sra. de la Concepción, todas en Villanueva.
Plaza Mayor, iglesia de Ntra. Sra. de Fuentes Claras y ruinas del castillo, en Valverde. En este pueblo se celebra en Semana Santa la espectacular procesión de los Empalaos.
Jardines esculpidos de Losar e iglesia de SantiagoApóstol. Castillo de los Condes de Oropesa, hoy parador nacional, e iglesias de Ntra. Sra. de la Torre y del monasterio de los Agustinos en Jarandilla.
Monasterio de Yuste y Cementerio Alemán, en los alrededores de Cuacos de Yuste.
En Robledillo de la Vera se encuentra el conjunto renacentista mejor conservado de la comarca.
PROPUESTAS ACTIVAS
Las excursiones a pie, en bicicleta o a caballo son, sin duda, las actividades que más se practican en la comarca, ya que ésta está recorrida por una tupida red de caminos tradicionales. Algunos de ellos rememoran hechos históricos, como el que parte del puerto de Tornavacas y llega hasta Yuste, conocido como el Camino de Carlos V; o el que seguían los cortesanos del emperador desde Yuste hasta la Casa de Las Muñecas, un prostíbulo de postínque había en Garganta de la Olla (y que hoy se conserva pero con otra dedicación); o trochas que recuerdan sucesos más o menos legendarios, como la Senda de la Serrana de la Vera, que encandilaba a los caminantes antes de quitarles la vida, o el de Los Escribanos, que rememora el trabajo de los funcionarios reales que deslindaban los terrenos, o la Cuerda de los Frailes, de 18 km de longitud que pasa por la ermita de San Martín. Todas estas rutas están en el término de Garganta de la Ollay están señalizadas con las marcas blancas y amarillas distintivas de los senderos de pequeño recorrido. Otro itinerario que conviene no perderse.
Hay varias empresas que se dedican a organizar actividades activas:
Gredos Adventure. Tel.: 91 544 79 18.
Gredos Turismo Activo. Turactiv. Tel.: 608 92 08 92.
El hotel Jaranda, en Jarandilla, organiza rutas a caballo, bicicleta de montaña y a pie. Tel.: 927 56 02 06.
Picadero La Cántara , en Jarandilla. Tel.: 927 47 53 06.
Centroecuestre La Magdalena, en Jaraiz. Tel.: 927 19 41 18.
CAMINO VIEJO DE EL BARCO
La ruta recorre la garganta de la Jaranda, de aspecto alpino y desprovista de árboles, hasta la portilla de Jaranda. Por aquí discurría el antiguo camino de herradura que unía la comarca de La Vera con el Barco de Ávila, al otro lado de la sierra de Tormantos. La ruta comienza en la parte alta de Guijo de Santa Bárbara, un pequeño y tranquilo pueblo de calles escalonadas. Sólo salir de las casa se enfila directo hacia la sierra. No hay queconfundirse con el camino que sube al collado Alto y la ermita refugio de Ntra. Sra. de las Nieves. Tras bordear un primer barranco se sigue un trecho por la ladera oriental de la garganta antes de bajar al río y cruzarlo por un puente. Desde aquí, los menos esforzados pueden regresar al pueblo por la ladera opuesta siguiendo un caminillo que desemboca en una curva de la carretera que sale de Guijo. La subida prosigue por la orilla derecha de la garganta hasta un pequeño embalse.
Apartir de aquí el camino discurre alternativamente a un lado y otro del río y se empina considerablemente. En el último trecho de la garganta la pendiente es muy acusada, y el camino se vuelve duro hasta la portilla de la Jaranda. Pero merece la pena el esfuerzo porque desde ella se divisa una magnífica panorámica de ambos lados de la sierra: al sur el valle del Tiétar, al norte, la sierra del Barco. El viejo camino, usado el pasado por comerciantes, contrabandistas y cabreros (a estosúltimos aún se les puede encontrar), se bifurcaba aquí; un ramal se dirigía a poniente, hacia Tornavacas y el valle del Jerte, y el otro seguía por la cabecera de la garganta de la Sierra y el paso de la Angostura para bajar a El Barco por la garganta de la Vega.
Punto de partida y de llegada: Guijo de Santa Bárbara. Accesos: por la C-501 hasta Jarandilla. Allí parte una carretera local hasta Guijo, a 5 km del anterior. Distancia: 15 km. Desnivel: 1.200m. Dificultad: media-alta, por el fuerte desnivel, porque no hay pérdida. Duración: 5 h ida y vuelta. Cartografía: hojas nº 599 y 576 del S.G.E, escala 1:50.000. Otros recorridos: sendero del collado Alto, donde se halla la ermita refugio de Nuestra Señora de las Nieves. En agosto hay una romería hasta este lugar.