Los robledales de Sierra Madrona se cuentan entre los más extensos y bien conservados de España. Entrar en ellos es como dar un salto espacial: viendo sus añosos robles y sus rocas cubiertas de musgo fresco podríamos pensar que nos encontramos en cualquier monte del norte peninsular.
Pero no, estamos en los confines meridionales de Castilla La Mancha. Uno de los mejores bosques es el Robledo de las Hoyas, que atravesaremos en esta excursión que ha de llevarnos hasta El Abuelo y que nos deparará alguna otra sorpresa.
Cómo llegar hasta el roble Abuelo
El área recreativa de la ermita de San Isidro (en el mapa del IGN aparece como área recreativa Arroyo del Azor), un bucólico lugar poblado por un bonito quejigal, es el punto de partida de esta excursión. El área está a unos pocos kilómetros al norte de Fuencaliente, un pequeño pueblo de casas blancas que escalan la ladera de una montaña rocosa en forma de sierra bien llamada La Serrezuela.
Su nombre ya insinúa que de su subsuelo brotan aguas termales con propiedades medicinales. Hace muchos siglos, sobre el manantial de aguas termales se construyó una ermita que dio origen a la actual población.
El agua brota a una temperatura constante de 37-38 grados durante todo el año. Conocida desde el siglo XII fue declarada de utilidad pública en 1869. El agua está especialmente indicada para el tratamiento del reúma y de los dolores musculares.
En el área, un gran panel informativo ofrece información de las características naturales de la zona. Esta excursión que nos disponemos a describir figura con el número uno en la red de itinerarios del parque natural donde se describe en sentido antihorario.
Nosotros lo vamos a describir en sentido contrario, comenzando a caminar hacia el sur, pasando al lado de un camping que está cerrado, y después hacia el suroeste siguiendo el Camino de las Carretas por una raña serrana entre matas de jaras y madroños, hasta llegar a Puerto Viejo, desde donde se puede ver un bonito paisaje del valle de Fuencaliente y, al sur, el valle de los Pedroches, ya en la provincia de Córdoba.
Unas ruinosas paredes de piedra y ladrillo es lo que queda de una torre del telégrafo óptico Madrid-Cádiz. Después de las obligadas fotografías, desandamos unos cientos de metros para girar hacia el oeste y entrar en el Robledo de las Hoyas, considerado por muchos especialistas como uno de los mejores bosques de robles de Europa.
Después de un rato que se hace corto por lo bello del camino llegamos a una encrucijada. Un poste señala el camino hacia la Chorrera de las Sierpes y el área recreativa. Más tarde volveremos aquí para tomar ese camino, pero ahora seguimos caminando hacia el oeste.
Otro cartel advierte de que El Abuelo está a algo más de un kilómetro e invita a guardar silencio pues se entra en una área sensible. Al pasar al otro lado del collado del Canijal —atravesado por un cortafuegos bajo el que discurre un gasoducto— entramos en la garganta de Peña Rodrigo perdiendo altura por un canchal salpicado de encinas, acerillos y robles.
Muy pronto toparemos con el venerable árbol —se le supone una edad de 500 años y está declarado árbol singular— que hunde sus raíces en la pedrera cubierta de musgo. A este majestuoso árbol todo el mundo lo llama roble, pero en realidad no es tal, sino un híbrido entre quejigo y roble. Estos árboles son llamados vulgarmente mestos.
Exclusivamente del 1 de octubre al 31 de enero, se puede seguir adelante adentrándose en el paraje de Peña Rodrigo.
La cima que da nombre al paraje y que se eleva hasta los 1267 metros, está en una finca particular. La tradición dice que en la huida después de ser derrotado en la batalla de Guadalete en el año 711, el rey Rodrigo atravesó estas sierras dejando escondidos tesoros sin cuento.
Regresamos sobre nuestros pasos hasta el poste anteriormente citado y continuamos la excursión hacia el este.
El camino desciende entre rocas cuarcíticas, las más duras y antiguas de la península. También podremos disfrutar de una vegetación autóctona mediterránea durante toda la senda.
Después de dos kilómetros llegaremos a una bonita cascada doble llamada la chorrera de las Sierpes formada por el arroyo del Robledo de las Hoyas. La humedad ambiente favorece la existencia de una frondosa vegetación que dan a este rincón un aspecto “atlántico”.
No se sabe por qué esta bonita cascada lleva este nombre, pues aunque las culebras y serpientes también forman parte del catálogo faunístico del valle y la sierra, no con la abundancia que pudiera justificar el nombre.
La chorrera es un buen lugar para contar a los que nos acompañen la leyenda del saetón, un fantástico reptil que vive en Sierra Morena y del que, pese a que no faltan los testimonios de pastores y cazadores, no se tienen pruebas científicas de su existencia.
Dejamos atrás este mágico lugar para entrar en un pinar sembrado en los años 50 del pasado siglo. Los árboles consiguieron afianzarse al terreno y hoy forman un majestuoso bosque. Muy pronto llegaremos al área recreativa donde comenzamos la excursión. Las mesas invitan a sentarse y reponer fuerzas con una buena y amigable comida.
Datos técnicos
Comienzo: área recreativa de la ermita de San Isidro.
Situación: N-420, km 106.
Cartografía: hojas 860-1 y 2 del IGN 1:25 000
Track: https://desni.in/abueloalcudia
Observaciones: un tramo del recorrido atraviesa una finca privada y en época de monterías hay que informarse en la oficina de turismo de Fuencaliente. Esto ocurre en casi todas las rutas que se han señalizado por la zona.
Tel: 926 470 288. www.fuencaliente.es
Buenos días
Soy Nacho, seguidor de vuestra revista desde hace años. Lo primero me gustaría felicitaros por vuestro trabajo.
Quería haceros un comentario al respecto del artículo sobre el roble singular El Abuelo. Unos de los principales peligros para la supervivencia de estos árboles es la asfixia radicular que se produce por la afluencia masiva de visitantes a estos maravillosos ejemplares. Ya que la administración no se ha encargado de vallar el perímetro y poner carteles explicando la importancia de no pisar el suelo bajo la copa de este árbol, os pediría que lo hicierais vosotros ya que con total seguridad va a haber mucha gente que os lea y así sea consciente del problema que puede generar si todos nos acercamos a tocar el tronco.
Muchas gracias y un saludo