El fayal-brezal es una de las formaciones arbustivas más características de La Palma. Las dos especies más representativas de la misma necesitan de un ambiente húmedo para vivir, circunstancia que encuentran en los montes de los municipios orientales por la influencia directa de los alisios. Es complicado imaginarnos esta zona tal y como estaba hasta hace unas décadas: completamente deforestada. En aquel entonces el fayal-brezal se cortaba a matarrasa, para aprovecharlo en la fabricación de carbón vegetal o para obtener varas de madera utilizables en los cultivos de tomates.
Recorrido
El sendero PR LP 17 por el que caminaremos, tiene dos tramos compartidos con su vecino, el PR LP 16. El primero de ellos está justo al principio del recorrido, en el enlace entre las áreas recreativas de El Pilar y la hoya del Rehielo (cerrada al público). Durante estos primeros kilómetros, contradiciendo el nombre del camino, observamos que lo que nos rodean son pinos de un considerable tamaño. La razón es que el llamado pinar de Pajonales está por encima de la cota del mar de nubes, y por tanto del entorno óptimo para el fayal-brezal. Su presencia comienza a hacerse notar junto a un refugio abandonado, en forma de espectaculares túneles de brezos y fayas atravesados por el sendero. En las proximidades, un panel informativo nos explica las características de la faya, protagonista de nuestra ruta.
Después de alcanzar la pista forestal del este (que en la red oficial es el sendero local SL VM 124), la vegetación comienza a abrirse poco a poco. En días despejados podremos ver Santa Cruz de La Palma y las islas de Tenerife y La Gomera. Tras rebasar el vecino mirador empezamos a encontrar los primeros signos de actividad humana. Herbazales, cultivos abandonados y parcelas ganaderas nos acompañan hasta el barrio de El Poleal. Tras el cruce del Molino, ya por debajo de la carretera LP-2, enlazamos con el tramo final, de nuevo compartido con el sendero PR LP 16. Desde aquí hasta La Bajita (en la zona anexa al aeropuerto insular), el sendero transcurre por una zona con muchas bodegas de piedra seca, entre las que se distingue todavía alguna huerta de cereales. La mejor época para visitar el área es sin duda en las fechas cercanas al 11 de noviembre, durante la festividad de San Martín, patrón del vino y las castañas. La onomástica marca el momento en el que se juran las pipas, es decir, en la que se abren las barricas para comprobar el éxito de la fermentación.
Ficha técnica
Situación: municipios de El Paso, Breña Baja y Villa de Mazo.
Punto de partida: área recreativa del Pilar.
Cómo llegar: desde El Paso o Breña Alta (carretera LP- 203), en vehículo privado.
Observaciones: hay que volver al punto de partida para recoger el vehículo.
Red Oficial de Senderos: PR LP 17.