Hay dos circunstancias que corroboran esto último: conserva dos idiomas propios: la Fala y el Extremeño; y cinco pueblos de los veinte que componen la comarca, ostentan el título de Bien de Interés Cultural.
Uno de estos pueblos es Hoyos, capital de la comarca y referencia para los que quieran arribar a la pequeña localidad de Acebo con la intención de darse un baño en las piscinas naturales del río Rivera del Acebo antes o después de recorrer el Camino Natural que lleva el mismo nombre. En realidad no cabe hablar de un único camino sino de siete itinerarios que parten del área recreativa El Jevero (a dos kilómetros de Acebo y al pie de la carretera CC-32.2) formando una red de senderos en la que el visitante puede “diseñar” su propia excursión.
Esta circunstancia, junto a la presencia de las piscinas naturales, convierten a este camino en ideal para ir con niños. La primera senda lleva el nombre Embalse del Prado de Las Monjas. Sube aguas arriba cruzando una pasarela sobre las piscinas y termina en la presa del citado embalse. Allí conecta con la senda de los Puentecitos y de la cascada de La Cervigona, que –como su nombre adelanta– se dirige a este salto de agua de sesenta y cinco metros de altura, el mayor de la Sierra de Gata.
Naturalmente, en pleno estío el caudal de la cascada es poco importante. Mejor esperar a la primavera o a días posteriores a periodos de lluvia para encontrarla a la sazón. Poco antes de llegar al embalse, los excursionistas encontrarán a la derecha un camino que se dirige al mirador de La Ventosa.
Este mirador, situado a 794 metros de altitud, es un buen lugar para hacerse una buena idea del singular paisaje de la Sierra de Gata. El mirador puede ser, o no, el final de la excursión. Si se da por acabada ésta, los excursionistas tienen hasta tres posibilidades de regresar al área recreativa: desandar el camino que les trajo hasta aquí; continuar por la Senda Arroyo del Rey hasta la presa del embalse del Prado de las Monjas y, una vez allí, retornar al área recreativa de El Jevero o seguir hacia la cascada de la Cervigona por el sendero ya mencionado; y, por último, regresar directamente por la senda del Puerto de Castilla.
Si una vez en el mirador de La Ventosa, el caminante quiere alargar su excursión sólo tiene que continuar hacia el norte hasta el Mirador de La Cervigona por un sendero que utiliza el viejo camino del puerto de Castilla que ya se ha citado. El destino de la senda es un mirador que ofrece una vista panorámica del valle del Ribera del Acebo y su entorno, teniendo de frente la citada cascada.
Como se ve, el Camino Natural Rivera del Acebo da la oportunidad de diseñarse una jornada senderista a la medida con la guinda del
refrescante baño en las piscinas naturales… siempre que la temperatura lo permita, pues las aguas no son, precisamente, termales.