Los ayuntamientos de Gandía y Alcoy están decididos a llevar adelante la Vía Verde del Serpis utilizando la plataforma, ya desmantelada, del ferrocarril que funcionó hasta el año 1969 uniendo las capitales de l’Alcoià y la Safor a través del Barranc de l’Infern, uno de los desfiladeros más impresionantes del Levante por el que el río Serpis atraviesa la sierra de la Safor para ir a desembocar al Mediterráneo. Curiosamente, la construcción del ferrocarril a finales del siglo XIX evitó que por el mismo desfiladero se construyera una carretera.
La infraestructura del antiguo ferrocarril tiene una longitud de 53 kilómetros,. La línea estuvo operativa entre los años 1892 y 1969, y se construyó para dar salida a producciones agrícolas e industriales y traer hasta el interior productos de origen inglés como carbón, tabaco o madera. El transporte de viajeros también fue relevante, ya que fue en aumento cuando se pusieron en marcha otras líneas como Carcaixent-Gandía o Villena-Alcoy-Yecla.
La idea no es nueva. Ya hace unos años que se formó un consorcio en el que participan todas las poblaciones por las que pasa la antigua línea férrea. La “apertura” de esta vía verde permitiría conectar entre sí otros itinerarios como los que unía Alcoy con Ibi y Castalla y el que transcurre entre Muro de Alcoi, Agres y Alfafara.
En la actualidad, es transitable, pero no tiene señalización ni mantenimiento.