La fama del Apóstol se extiende por toda Europa y empiezan a acudir devotos de todo el continente que utilizan antiguas vías romanas y comerciales cercanas a la costa del Cantábrico, protegidas por las montañas de las incursiones árabes.
Al lector desinformado le sorprenderá descubrir que hay una quincena de caminos jacobeos distribuidos por toda la Península Ibérica tan bien señalizados como el Camino Francés, y que algunos están bien servidos de albergues. Estos caminos son una invitación a conocer otros paisajes y otras historias con un mismo objetivo: Santiago.
Estamos más ocupados que nunca y hay demasiada información, lo sabemos. Déjanos ayudarte. Te enviaremos todas las mañanas un e-mail con las historias y artículos más interesantes de montaña, escalada y cultura montañera.
