Entre junio y agosto de este año los rescatadores de la Guardia Civil han realizado 169 intervenciones en el Pirineo oscense, con el resultado de seis muertos, 133 heridos y 190 ilesos. Estas cifran son menores que las de 2011 cuando intervinieron en 207 ocasiones y hubo nueve fallecidos, 137 heridos y 235 ilesos.
El coronel jefe de la Guardia Civil, Carlos Crespo, precisó además durante la presentación, hoy, de estos datos que los rescates en barrancos y en senderismo cayeron un 49,3 por ciento y un 1,8 por ciento respectivamente, pero los realizados en alta montaña aumentaron un 17 por ciento. Este incremento se ha debido a las condiciones climatológicas del año que ha incrementado la peligrosidad en glaciares y neveros por falta de nieve, que ha calificado de «pistas de mármol», con numerosas caídas a pesar de llevar crampones. Una circunstancia sobre la que los grupos de montaña de la Guardia Civil avisaron cuando la detectaron.
Carlos Crespo mostró preocupación por que sólo una cuarta parte de quienes precisaron un rescate en alta montaña estaban federados, e hizo un llamamiento para que quienes practiquen montañismo se federen por la formación e información que aportan las entidades a sus socios.
Durante el verano, resumió, se llevan a cabo la mitad de los rescates del año en el Pirineo de Huesca. En el mes de julio la media diaria de intervenciones subió a 2,3 y alcanzó tres al día en agosto.