Editorial
Sí, otra batallita ¿y qué?
Corría el año ochenta y mucho… ¡Vaya, otra historieta nostálgica!, pensará más de uno echándose a temblar. Pues sí. ¿Cómo no tener nostalgia
de mi primer viaje por el Canal de Castilla? No sé muy bien cómo conocí la existencia del Canal, el caso es que convencí a un par de amigos para gastar
la Semana Santa en explorarlo en bici.
Nuestras burras viajaban en el mismo tren –un tren lento y largo– pero no se bajaron con nosotros en Alar del Rey, sino que continuaron hasta Santander. No fue un descuido. Las bicis iban en un vagón de carga (aún existían aquellos vagones) y no había operarios para bajarlas. Las bicis, nos aseguraron en Renfe, llegarían a Alar al día siguiente por carretera.
Era noche avanzada cuando bajamos al andén vacío. Hacía bastante frío y buscamos un lugar a resguardo del relente donde echar los sacos y pasar lo que quedaba de noche. Nos dormimos preguntándonos si de verdad veríamos las bicicletas al día siguiente.
Llegaron, y a la hora acordada. ¡Un hurra por la Renfe! Teníamos bicicletas, sacos de dormir, un croquis rudimentario,buen tiempo y cuatro días por delante para llegar a Valladolid. ¡¿Qué más se podía pedir?!
En el ochenta y tantos, los caminos que bordeaban el canal estaban en muy mal estado. La hierba los cubría casi totalmente y apenas quedaba al descubierto una rodada por la que ir. No sé cuántas veces tuvimos que regresar sobre nuestros pasos para pasar a la otra orilla del canal buscando un camino por el que poder ir encima de la bici. ¡La aventura es la aventura!, nos repetíamos cuando esto sucedía. Ni las veces que pinchamos. Sí recuerdo una noche al abrigo de una chopera, y otra arrimados a una caseta en ruinas.
También recuerdo vagamente un grupo de navegantes a bordo de unas gigantes cámaras de camión. Y el festín que nos dimos en Valladolid; y el viaje de regreso en un tren nocturno –largo y lento– que nos dejó en Chamartín con las primeras luces del Domingo Santo.
Pasó mucho tiempo hasta que regresé al Canal. Lo he recorrido varias veces más (contando el ramal de Campos, que siempre parece quedar a desmano); he visto transformarse los incómodos caminos de sirga en anchas pistas de tierra compactada y cómo el Canal de Castilla salía del anonimato gracias a decenas de artículos, reportajes y documentales.
Dudo que haya un sólo excursionista o ciclista de aquí que no haya oído hablar de él. Su propia historia; el territorio que atraviesa; el patrimonio natural y artístico que lo rodea; su propia “calidad viajera” justifican su presencia en el top ten de los itinerarios “verdes” más interesantes de España. Si estás entre los que no lo conocen tienes suerte: descubrirlo es una experiencia soberbia.
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Al alcance de todos. El esquí nórdico o de fondo es uno de los deportes más completos que existen, puesto que para avanzar, utilizamos al mismo nivel brazos y piernas e intervienen todos los grupos musculares. Esto lo convierte en una disciplina exigente a nivel fisiológico y muscular. Sin embargo, también es una actividad de la que se puede disfrutar desde el primer momento ya que no exige conocer a fondo la técnica para dar los primeros paseos, con la ventaja de que la posibilidad de lesionarse es muy remota.
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Javier García Pajares es un placentino de 27 años. Está graduado en Dirección de Empresas y en Derecho, carrera que terminó en Londres con una beca Erasmus. Trabaja de asesor jurídico en Madrid y es aficionado al montañismo.
Ha hecho cumbre en el Mulhacén, el Aneto y media docena de cuatromiles alpinos, y este mismo diciembre intentará el Toubkal. Un currículo normal. ¿Normal? ¡Que va! Su currículo es extraordinario. Javier es sordociego.
Canal de Castilla. Un viaje alucinante por la meseta castellana
El Canal de Castilla cruza la meseta desde las estribaciones de la cordillera Cantábrica hasta el corazón de Castilla. Esta vena fluvial, abierta a pico y pala en la áspera tierra castellana, es la obra de ingeniería hidráulica más importante de la historia moderna hasta que llegaron los grandes embalses del siglo XX.
Hace mucho tiempo que dejaron de pasar las barcazas cargadas de trigo, carbón, madera y viajeros, pero sus caminos de sirga se han convertido en uno de los itinerarios “verdes” más interesantes de España.
Ir por ellos, a pie o en bici, es un modo inigualable de zambullirse en el pintoresco paisaje castellano y descubrir la obra más fabulosa de la Ilustración española. Un plan que los viajeros amantes de la Historia, el silencio y los horizontes infinitos no pueden dejar de hacer.
Un canal, tres ramales
Se habla del Canal de Castilla como una unidad, pero, en realidad, son tres ramales. El Norte y el de Campos se unen en Calahorra de Ribas. El ramal sur nace como una derivación del ramal de Campos en El Serrón, lugar cercano a la localidad palentina de Grijota. El ramal Norte, el más “antiguo” tiene su kilómetro cero en Alar del Rey; el canal de Campos lo tiene en la histórica villa de Medina de Rioseco y el ramal sur en Valladolid. El viajero puede empezar en estas localidades o en cualquier otro punto al que se tenga acceso por carretera, que son muchos.
Cuaderno de viaje
- Visitas
- Cosas que hacer
- logística
- Más información
Aguas arriba, aguas abajo
Un ingenioso modo de nivelar las aguas. El territorio por donde fluye el canal no es llano aunque se le llame la llanura castellana. Entre Alar del Rey y Valladolid hay una diferencia de más de ciento cincuenta metros. Si no se pusiera obstáculos, una corriente de agua fluiría con cierta velocidad entre un punto y otro. Para evitar que la ley de la gravedad impidiera navegar por el Canal se construyeron más de media centenar de esclusas, un ingenioso modo de nivelar las aguas que se utilizaba en los canales franceses.
Arteria de riqueza
Molinos, almacenes, fábricas, batanes,… Si algo caracterizó al Canal de Castilla ese algo fue el florecimiento económico del territorio que le rodeaba. A lo largo de sus orillas se levantaron molinos, almacenes, viviendas, fábricas y hasta centrales hidroeléctricas que transofrmaron el paisaje y la vida de los castellanos. Hoy, estas construcciones componen un patrimonio industrial de enorme valor cultural.
Marineros de tierra
Turismo fluvial. El Canal de Castilla fue diseñado con el claro propósito de que por él navegaran barcazas de transporte y hasta de viajeros. Tras un corto periodo de intenso tráfico, en el que llegó a contarse casi cuatrocientas barcazas yendo arriba y abajo, la circulación cayó progresivamente hasta desaparecer oficialmente en 1959. En la actualidad, cuatro barcos turísticos dan la posibilidad de recrear aquellos momentos de gloria.
El cruce de la Fe y la Razón
Románico a mogollón. El Canal de Castilla, la obra suprema de la Ilustración en España, atraviesa un territorio cuajado de iglesias y monasterios cuya máxima representación es la iglesia de San Martín de Tours, en Frómista, el pueblo donde se construyó el sistema de esclusas más complejoy donde el canal comparte trecho con uno de los símbolos católicos más poderosos: el Camino de Santiago. Un lugar donde Razón y Fe se dan la mano.
Al ritmo del agua
Viajar por el Canal. El Canal de Castilla se diseñó para que por él navegaran barcazas remolcadas por caballerías que marchaban por caminos abiertos a ambos lados de éste. Estos caminos, llamados “de sirga” por la maroma con la que se arrastraban las naves, están cerrados al tráfico motorizado y dan la oportunidad a caminantes y ciclistas de viajar a lo largo de esta obra sin parangón con absoluta tranquilidad.
Circuito BTT de La Rioja alavesa
Nos gusta el vino, con moderación, los viajes en bicicleta, hacer turismo y rodearnos de buenos amigos. En nuestra cabeza siempre hay alguna ruta para “cocinar” y pedaler entre viñedos se nos antojaba un banquete que podríamos acompañar, cómo no, con buenos riojas.
- Etapa 1 De Vitoria/Gasteiz a Salinillas de Buradón
- Etapa 2 De Salinillas de Buradón a Laguardia
- Etapa 3 De Laguardia a Viana
- Etapa 4 De Viana a Acedo
- Etapa 5 De Acedo a Vitoria-Gasteiz
Prendas técnicas sostenibles
5 puntos a tener en cuenta al comprar. Lo verde está de moda, pero no siempre los reclamos de los fabricantes tienen un trasfondo de sostenibilidad real. En este artículo vemos los cinco puntos fundamentales que has de mirar si quieres impactar positivamente en el medio ambiente con tu poder de compra.
- Guía de prendas sostenibles
Muestrario de material
Saco dos estaciones, funcional y ligero
COLUMBUS Hekla 400
Capacidad optimizada
DEUTER Futura 26 SL
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CHIRUCA Sarah 03
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PETZL Tikkid
Vajilla compacta
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GRIVEL Mountain Runner Slim Vest
Para senderismo con acción antiampollas
MUND Pack Peregrino
Nutrición deportiva
Si bebes, no «conduscas» ni te des caña en el monte. Nuestra alimentación se basa en el patrón de la dieta mediterránea, o tendría que hacerlo.
Socialmente, el consumo moderado de alcohol se integra con normalidad en nuestra alimentación. Dentro del ámbito deportivo o de las actividades al aire libre, no se ve con malos ojos el consumo de una cervecita o un vaso de vino; forma parte de la cultura de nuestro país.
Hoy vamos a analizar lo que supone el consumo de alcohol.
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