En el interior de la provincia de Castellón, la Sierra de Espadán y el río Mijares albergan uno de los secretos mejor guardados de la Comunitat Valenciana, un diamante en bruto aún por descubrir: la Mancomunidad de Espadán-Mijares, un territorio que combina de forma única la naturaleza con el patrimonio histórico y cultural.
A Mancomunidad de Espadán-Mijares está marcada por la orografía de la Sierra de Espadán, una de las más orientales del Sistema Ibérico; un macizo que pasa en pocos kilómetros del nivel del mar a los 1106 metros de la Rápita, su cima más alta.
Es fácil imaginar la recompensa que espera a los excursionistas que llegan a lo más alto: una maravillosa panorámica del mar Mediterráneo que parece empezar cuando terminan las verdes copas de los árboles.
Gran parte de la sierra pertenece al Parque Natural de la Sierra de Espadán, el segundo espacio protegido más extenso de la Comunitat Valenciana.
Los quince pueblos que componen la mancomunidad son tranquilos y conservan muchos vestigios de su pasado, como castillos, fortalezas, iglesias, ermitas y neveras donde antaño se conservaba la nieve.
Poco poblados y rodeados de paisajes de singular belleza, estos municipios son el lugar perfecto para establecerse y explorar el territorio.
15 pueblos, una sola ruta
Aín, Alcudia de Veo, Argelita, Ayódar, Espadilla, Fanzara, Fuentes de Ayódar, Ribesalbes, Sueras, Tales, Toga, Torralba del Pinar, Torrechiva, Vallat y Villamalur, son los quince municipios que componen la singular mancomunidad de Espadán-Mijares. Todos están unidos por el GR-333 un sendero de 104 kilómetros dividido en quince etapas y que constituye sin duda uno de los grandes reclamos del territorio.
La zona cuenta también con otro sendero de gran recorrido, el GR-36 TransEspadán, que atraviesa la Sierra de Espadán y las cuencas de los ríos Mijares y Palancia, cubriendo una distancia de casi 67 kilómetros.
La Sierra de Espadán ofrece otros muchos senderos bien señalizados que atraviesan bosques, ríos y barrancos, sin grandes desniveles y que nunca superan los mil metros de altitud.
Por su parte, los amantes de los pedales pueden recorrer la zona en BTT por la nueva ruta MEM 15, un itinerario de 154 kilómetros que une los 15 municipios además de dos pedanías y dos pueblos abandonados.
Los tracks y toda la información actualizada de este circuito BTT está disponible en www.espadanmijares.bike
Deportes para todos
Espadán-Mijares cuenta con un entorno natural capaz de ofrecer alternativas de deporte y turismo activo para todas las preferencias, edades y condición física.
Su orografía resulta ideal para disfrutar de la escalada, los circuitos multiaventura, la espeleología, el barranquismo y las actividades acuáticas como kayak, paddle surf o rafting.
La escalada es una de las actividades estrella de la zona, que cuenta con un importante números de escuelas como Vallat, Torrechiva, Tales, Fanzara o Ayódar, todas ellas con una amplia variedad de vías con diversos grados de dificultad y rodeadas de una exuberante naturaleza.
Espadán-Mijares también ofrece varias vías ferratas en Benitandús y Espadilla (Estrecho río Chico), y otras que se encuentran en construcción en Argelita, Toga y Torrechiva, así como varios caminos equipados como La Escaleta en Fanzara, el Azud en Ayódar, la Cova Negre en Ribesalbes y el Castillo en Espadilla.
Los más osados podrán disfrutar de la espeleología en todas sus modalidades en las numerosas cuevas de la zona, con rutas aptas para grupos, escolares y familias, que podrán admirar con total seguridad fantásticas formaciones de estalactitas y estalagmitas, entre las que se encuentra la estalagmita más grande de la Comunitat Valenciana.
La espeleología acuática es una experiencia única que puede vivirse en el río subterráneo de la Cueva del Toro de Alcudia de Veo, un recorrido de 700 metros entre lagos, cascadas y fantásticas formaciones que el agua ha ido modelando en el transcurso de miles de años.
Otro de los grandes atractivos de la zona para los amantes del turismo activo, es el descenso de barrancos, un deporte que se está promocionando decididamente con el equipamiento de los numerosos barrancos que se abren en el territorio.
Un gran patrimonio histórico, cultural y gastronómico
La riqueza del paisaje de Espadán-Mijares encuentra una perfecta correspondencia con la belleza de sus municipios cuyas calles estrechas y empedradas delatan el pasado morisco de la región.
Mucho más cercano en el tiempo, durante la Guerra Civil la Sierra de Espadán se convirtió en una zona estratégica como demuestra la existencia de la Línea XYZ o Línea Matallana, una red de trincheras y fortines excavados en el terreno que se pueden visitar gracias a los senderos señalizados y que se han convertido en un gran atractivo para los visitantes.
Los amantes de la cultura y el arte moderno tiene una cita con la pequeña localidad de Fanzara que cuenta con el MIAU, el Museo Inacabado de Arte Urbano, que alberga más de setenta intervenciones artísticas realizadas al aire libre, muchas de ellas firmadas por destacadas figuras internacionales.
El objetivo principal de este singular museo es la democratización del arte y su acercamiento a la ciudadanía, por lo que es fácil encontrar actividades relacionadas con el arte urbano y visitas guiadas.
La gastronomía es otro de los grandes reclamos de la zona, llena de sabores de siempre y recetas elaboradas con productos de kilómetro cero.
La Mancomunidad de Espadán-Mijares cuenta con una cocina mediterránea de montaña en la que destacan los arroces, la carne de caza y las ollas, sin duda uno de los platos más característicos, con variedades como la de pueblo, la de col, el conejo al ajillo o el potaje de bacalao.
El aceite de oliva de la Sierra de Espadán, conocido por su excelente calidad y sabor, es otro de los grandes protagonistas. Y, por supuesto, los más golosos podrán saborear especialidades de la zona como los rollos, las orelletes, los buñuelos de higo, el bollo de chicharrones, la calabaza “torrada”, las borrainas o borrajas, las higas albardás o las pastitas de cabello de ángel y boniato.
Todo Tiempo
Si la Mancomunidad de Espadán-Mijares es ideal para recorrer en verano, gracias a su gran oferta de actividades en plena naturaleza y turismo activo, junto con las posibilidades de disfrutar de refrescantes baños sin aglomeraciones y de noches con temperaturas agradables, cualquier época de año cuenta con atractivos suficientes que justifican una visita.
Los colores del otoño, la celebración de la Semana Santa con la tradición de la “mona” o la festividad de San Antonio Abad, que se celebra el 17 de enero en todos los municipios, son excusas perfecta para acercarse a este rincón castellonense.
Un plan perfecto para todos, un viaje en el que sentirse libre y descubrir joyas naturales, históricas y gastronómicas. Así es la Mancomunidad de EspadánMijares, un auténtico tesoro en el interior de la Comunitat Valenciana.
El agua, protagonista
El agua es una constante en toda la zona también gracias a la presencia de innumerables lavaderos, molinos y especialmente fuentes cuyas aguas cuentan con valiosas propiedades digestivas.
Para los calurosos meses de verano, la Mancomunidad de Espadán-Mijares cuenta con numerosas láminas de agua, pozas y piscinas naturales, que ofrecen la posibilidad de disfrutar de un baño refrescante en prácticamente todos los municipios de la zona.
En el embalse de Sitjar, ubicado en el municipio de Ribesalbes se puede practicar kayak y paddle surf. El río Mijares, por su parte, hace posible descensos de rafting y travesías en kayak insumergibles pasando por tramos de aguas bravas que añaden diversión y emoción al descenso.
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INFORMACIÓN EN www.visitespadanmijares.com
Oficina de turismo Espadán-Mijares
(Tales. Avda. Castellón, 6)
Tel. 964 613 000.
espadanmijares@touristinfo.net