Luis Salvador de Austria es considerado el precursor del turismo en una isla que hoy es el espejo donde se miran muchas otras regiones del mundo que quieren hacer del turismo activo un recurso económico.
Su obra mayor es el camino que lleva su nombre: un sendero abierto a finales del siglo XIX que brinda la oportunidad de admirar los acantilados en torno a Deia y las cumbres de la Sierra de la Tramuntana.
Supone el primer recurso para “senderistas” del que se tiene memoria. No busca lo fácil, sino lo bello, y es esto precisamente lo que lo convierte en único. Además, es considerado un gran ejemplo de la técnica de construcción conocidad coo pedra en sec que ha convertido a esta sierra en Patrimonio de la Humanidad.
El Camino del Archiduque no busca lo fácil, sino lo bello, y esto lo convierte en único
El Archiduque llegó a Mallorca por primera vez en 1867, viajando de incógnito bajo el nombre de conde de Neudorf. Fue sumando poco a poco fincas pertenecientes a los municipios de Valldemossa y Deia desde donde la vista al Mediterráneo es fabulosa. Todas estas tierras fueron dedicadas al cultivo de verduras y legumbres, árboles frutales y viñas, desarrollando y mejorando técnicas de elaboración de distintos productos artesanos.
Su amor por la cultura y las artes le convirtió en un auténtico mecenas, siempre dispuesto a ayudar, tanto económica como materialmente, a diferentes proyectos. A finales del siglo XIX mandó construir, con la técnica tradicional de la pedra en sec, un camino panorámico por la parte más alta de sus fincas con el fin de admirar el paisaje. Construiría incluso refugios y otras instalaciones impensables para la época.
La Diputación Provincial de Baleares le nombró Hijo Adoptivo en 1909 y la ciudad de Sóller solo cuatro años después. La Sociedad para el Fomento del Turismo de Mallorca le nombró Presidente Honorario en 1910 y el Ayuntamiento de Palma de Mallorca le proclamó Hijo Ilustre de Mallorca ese mismo año.
Itinerario
El Camino del Archiduque puede realizarse de forma circular desde Valldemossa o como se describe en esta propuesta, que es siguiendo el sendero de gran recorrido GR 221 hasta Deyá.
En Valldemossa, las calles Joan Miró y Joan Fuster nos llevan a Ses Oliveres, a la parte noroeste de la urbanización Sant Vincenç Ferrer. A la izquierda aparece un portillo y un camino por fuera del cierre de la finca. En una caseta encontraremos información del Camino, que tiene el acceso regulado a algunas de las fincas que atraviesa. Es importante seguir las indicaciones para evitar roces con los propietarios.
Poco más arriba y tras un giro a la izquierda nos adentramos en un bosque de encinas. Estos encinares que vamos a cruzar son objeto de un plan de recuperación. Aproximadamente en dos kilómetros y medio llegamos a una zona mas llana. Un panel nos informa de que estamos en Pla de Pouet.
Una cisterna de agua nos servirá de referencia para seguir por el camino, que continúa a la derecha de la misma. Caminaremos atentos a nuestra izquierda para encontrar el mirador de Ses Puntes donde disfrutamos de una buena panorámica del Torrent de Lli que viene de Valldemossa y va hacia el mar, y de las cumbres más occidentales de la sierra: el Planicie y el Galatzó.
Del mirador seguimos el camino marcado en dirección a Deia hasta alcanzar el vértice geodésico del Pouet, que se levanta a 856 metros sobre el nivel de un mar que está al alcance de la mano. Tras atravesar una vaguada alcanzaremos la cima del Talaia Vella donde hay un refugio que fue mandado construir por el Archiduque a finales del siglo XIX, y que hoy permanece cerrado. Desde allí podemos ver al este unas paredes rocosas por cuyo filo discurre el Camí del S’Arxiduc.
A finales del siglo XIX el Archiduque mandó construir con la Técnica tradicional de la pedra en sec, un camino panorámico por la parte más alta de sus fincas
A los pocos minutos de dejar atrás el refugio encontraremos el camino que se dirige a la Cova de S’Ermità Guillem, hogar de un venerado anacoreta durante la primera mitad del siglo XVII. También hoy la cueva parece habitada o conservada por alguien como lugar de retiro espiritual.
Después de la visita recuperamos el camino que se “afila” por momentos y sigue la cresta hasta el punto más alto del recorrido: el Puig Caragolí. Su pequeña cima, situada a 925 metros sobre el mar que se divisa a sus pies, es un lugar estupendo para contemplar la zona desde una perspectiva diferente.
Unos minutos después encontraremos una bifurcación. El camino principal se dirige netamente hacia el este. Siguiendo por él podríamos subir al Teix y regresar desde allí a Valldemossa, pero cómo ése no es nuestro plan continuamos de frente. Caminamos por una zona relativamente llana en la que hay que mantenerse muy atentos a los hitos ya que unos 500 metros después de abandonar la pista principal deberemos girar abruptamente a la izquierda, hacia el vacío y comenzar a descender los Cingles de Son Rullan con Deia ya a la vista. Los últimos kilómetros serpentean en descenso entre terrazas de pedra en sec cubiertas de encinas y olivos.
Deia es un pintoresco pueblo de origen árabe que ocupa una colina en el valle que desciende del Teix. La belleza del pueblo y del entorno atrajo la atención de escritores, pintores y artistas de todo tipo que comenzaron a instalarse allí a principios del siglo pasado. El poeta y novelista inglés Robert Graves ha sido el más ilustre de todos ellos. Deia no ha perdido su particular encanto y su tranquilidad, así que sigue siendo elegido por multitud de artistas como vivienda habitual o para inspirarse.
Ficha práctica
- Cómo llegar: en transporte público hay conexiones desde Soller y Palma. Los horarios se pueden encontrar en la web del TIB: www.tib.org
- Situación: Mallorca, salida de la localidad de Valldemossa y llegada a Deyá.
- Dificultad: moderada
- Distancia: 12,5 km (en un solo sentido).
- Desnivel: 600 m de subida y 750 m de bajada.
- Tiempo: entre 4 y 6 h.
- Dificultad: media
- Cartografía: Hoja 670-3 del IGN 1:25.000.
- Servicios turísticos: Tanto Valldemossa como Deia tienen todos los servicios turísticos que necesita un caminante. Info: www.valldemosavirtual.es
- Información: en la web del GR221: www.gr221.info
- Observaciones: la primavera y el otoño son las mejores épocas. Las horas centrales del día en verano son excesivamente calurosas. Conviene consultar la previsión del viento que puede soplar muy fuerte.