Carla Pérez y «Topo» Mena vuelan ya de regreso a casa. Hace unos días, cuando acababan de llegar a Kathmandu de regreso del Dhaulagiri, mantuvimos con ellos esta conversación.
Es una entrevista larga pero con muchas ideas interesantes y motivadoras como lo son siempre la conversaciones con estos dos alpinistas ecuatorianos. En ella nos transmiten muchísimas reflexiones tanto sobre su experiencia en el Dhaulagiri como en otras muchas montañas, y en la vida.
Algunas de las idea que nos cuentan en la vídeo-entrevista:
«Cada persona se ha convertido en su propio medio de comunicación. Eso genera cosas muy positivas pero también confusiones. Puedes empezar a sentir una presión social y hacer cosas que no son positivas para satisfacer a tus seguidores».
«La comunicación era el añadido, el extra… y se volvió lo principal»
«Tengo una relación de amor y odio con las redes sociales. Llevan a situaciones que no tienen que ver nada con la montaña. La comunicación era el añadido, el extra… y se volvió lo principal. Todos estamos en esa transición de la tecnología. Es como la comida basura, tu decides si la comes o no. Me parece maravilloso porque desde la montaña podíamos hablar con la familia y los amigos, también tomar una foto «chevere» y compartirla… porque ¿de qué sirve una foto hermosa si solo es para tI? Lo hermoso es compartirla».
«El Dhaulagiri ha sido una increíble experiencia de aprendizaje y una gran oportunidad de seguir creciendo. Cada vez que vas a la montaña aprendes para la siguiente ocasión. Cuando no llegas a la cumbre aprendes mucho más todavía».
«El Dhaulagiri es una montaña salvaje y caprichosa, muy impredecible»
«El Dhaulagiri es una montaña que no es muy técnica, no es muy alta tampoco, pero es una montaña muy caprichosa… tiene un clima super difícil. El mismo meteorólogo nos decía: «Es como el Triángulo de las Bermudas del Himalaya». El clima es complicado, hay mucho riesgo de avalanchas… Trabajar con eso constantemente ha sido muy interesante. Es una montaña salvaje y caprichosa, muy impredecible».
«Del Dhaulagiri nos quedamos con muchas lecciones y muchas ganas de seguir, de poner en práctica las cosas que podemos mejorar».
«Hemos aprendido mucho de nosotros mismos. Estar ahí arriba solos…»
«Las reglas las llevamos dentro de nosotros mismos».
«Cuando vas a un ochomil aceptas arriesgar tu vida«
«Debes ir hasta donde veas que puedes ser responsable de ti mismo».
«No hay que tener miedo de brillar. Una de las cosas que más miedo nos da es destacar. Nos cuesta mucho confiar en nosotros, ser luz…. Pero solo cuando eres luz puedes iluminar otras vidas….».
«Las probabilidades de llegar a la cumbre en el Himalaya son mínimas».
«Siempre hay una manera de hacer las cosas de manera auténtica».
