Carlos Soria ya está en Kathmandú. Ayer por la noche, a las pocas horas de llegar hablamos con él. Pensábamos encontrarnos un Carlos Soria triste, frustrado, desmotivado… y nos encontramos con el Carlos Soria de siempre: contento con la decisión tomada, pensando ya en volver la próxima primavera a intentar ese Dhaulagiri que sigue igual de motivado por ascender.
Lo mejor es que oigas la conversación que tuvimos con él, de la que transcribimos a continuación algunas ideas:
«Me encontraba muy bien, pero había una huella muy mala sobre nieve húmeda que me hacía pisar de una manera un poco complicada»
“Esta mañana nos enterábamos de que los sherpas que están equipando la ruta no querían seguir y ahora no sabemos si están siguiendo o no. El caso es que en un momento dado dijeron que corría peligro su vida y que no iban a seguir porque la nieve les cubría por encima de la cintura. No sé lo que pasará”.
“¿Que cómo ha sido esa decisión tan rápida de retirarme? Me encontraba muy bien, pero había una huella muy mala sobre nieve húmeda que me hacía pisar de una manera un poco complicada. La nieve estaba mal, pero yo subía. Lo que me hizo tomar la decisión fue que, al llegar al campo 1, oímos a la gente que estaba poniendo cuerdas fijas decir que los 400 metros que habían hecho desde el campo 2 les había costado más de medio día. Pensé: “Si esto pasa a seis mil y poco metros, más arriba no va haber quien pase, y menos yo con mi pierna. Es un terreno en travesía muy complicado. Pensé que la montaña en ese momento y en esas condiciones no estaba para mí. Fuerte estaba muy fuerte. En la parte de abajo había hecho horarios normales a pesar de la dificultad. Luego, cuando me metía en la tienda, tenía algunos dolores musculares por haber pisado raramente, también de tendones. Eso lo voy a arreglar en cuanto llegue el lunes a casa. Empezaré a entrenar de nuevo. Además, tengo buenos consejeros que me ayudarán para poder volver la próxima primavera en las mejores condiciones”.
«Tengo clarísimo que vuelvo al Dhaulagiri»
“Tengo claro que vuelvo… aunque a esta edad no se puede tener nada clarísimo. En cuanto llegue voy hacer todo lo posible y me figuro que lo conseguiré. Tengo ganas y físicamente me voy a poner a tope también. Luego ya veremos. Esta vez hemos ido sin un patrocinador oficial. Vamos a ver si lo solucionamos y hacemos una buena expedición en primavera. Ahora en el Dhaulagiri hay una situación muy complicada”.
“Hemos tomado la decisión de volvernos porque nos parecía que era lo lógico. Cuando oímos que los sherpas se querían dar la vuelta porque estaba en riesgo su vida nos pareció fantástico porque los sherpas son muy fuertes (y más los que estaban allí instalando cuerdas) y si siguen hay mucha gente que va detrás para ser los primeros y se pueden meter en un lío importante. No sé en lo que acabará”.
«Es la primera vez en el Dhaulagiri en que ha habido un equipo de sherpas dedicado a equipar»
«En la situación que estaba la montaña la mejor decisión era esta. Cuando vimos que no había oportunidad de hacer cima nos retiramos”.
“Es la primera vez en el Dhaulagiri en que ha habido un equipo de sherpas dedicado a equipar. En ese equipo había seis sherpas muy fuertes, competentes y decididos. Y la montaña también ellos la encontraban –es lo que oímos esta mañana, cuando salimos de allí– que estaba casi imposible… no sé lo que está pasando ahora”.
“Este otoño la expedición estaba muy bien organizada, había muy buen ambiente, pero las condiciones de la montaña no eran buenas desde que llegamos. Y no ha parado de nevar. Además los partes meteorológicos casi no acertaban”.
«Voy al Dhaulagiri a subir, pero no me tiro de los pelos si no lo consigo»
“La decisión de abandonar no me ha resultado durísima. Es lo que es. Cuando voy al Dhaulagiri sé a donde voy y el Dhaulagiri no es el Manaslu. Voy al Dhaulagiri a subir, no a no subir, pero no me tiro de los pelos si no lo consigo. Sé que eso puede ocurrir, ha ocurrido y aquí estamos tan contentos programando la expedición de la próxima primavera”.
“Con nieve muy profunda, mi pierna, debido al implante de rodilla, siempre va a ir muy mal, pero voy a hacer todo lo posible para estar en las mejores condiciones. No estaba ahora en malas condiciones, pero verdaderamente la montaña estaba muy complicada para mí y para cualquiera… No sé cómo estará ahora porque hay muchos intereses en juego para intentar subir la montaña antes de que llegue Nims Dai con sus clientes y sus sherpas”.
«El día de cumbre en el Dhaulagiri es siempre bastante complicado…»
“La montaña no estaba bien solo para mi pierna, también para la de casi nadie. Los sherpas que estaban equipando son gente fuera de serie, fortísimos, y se querían dar la vuelta esta mañana por el peligro que había y porque la nieve les llegaba a la cintura. Si eso es así, con la nieve a esa altura, tengas las piernas que tengas no subes, porque después de la travesía hay un corredor y unas cornisas arriba y en esta montaña han muerto cuatro personas muy conocidas por nosotros: Pepe Garcés, Juanjo Garra, Ricardo Valencia y Santi Sagaste. Es una montaña en la que hay que tener cuidado. En todas hay que tener cuidado, pero hay algunas que son menos complicadas. El Dhaulagiri el día de ir a la cumbre siempre es bastante complicado… Nosotros llegamos hace tres años a los 8.050 metros. Es una montaña en la que el día de cima es bastante complicado”.
“La montaña es mi pasión. Tengo muchas ganas de subir al Dhaulagiri. No me he vuelto nunca hecho polvo. Siempre que voy lo hago para subir, y cuando no subes no te vas tan contento, pero tampoco me voy destrozado. Me voy encantado y pensando que he hecho lo que tenía que hacer. No odio al Dhaulagiri ni mucho menos. Somos amigos”.
“Sí quiero volver al Dhaulagiri. Lo decidí, si no en el momento de tomar la decisión de abandonar, sí al día siguiente. Dejamos material en Nepal pensando en volver la próxima primavera”.