El 10 de mayo de 1996 se desató una tormenta especialmente violenta en el Everest que castigó las zonas superiores de la montaña durante más de diez horas. Varios montañeros miembros de expediciones comerciales no lograron alcanzar la seguridad de su campamento de altura y tuvieron que pelear para sobrevivir a más de 8.000 metros. Algunos lo lograron, otros fallecieron en el intento.
Dos meses después del suceso, el alpinista kazajo Anatoli Bukreev escribió una carta a la revista Ouside. Él vivió el suceso y era uno de los implicados, igual que el periodista estadounidense Jon Krakauer, pero no estaba de acuerdo con el artículo que este último estaba a punto de publicar. Así fue como lo expresó:
Apreciado Sr. Bryant:
Le escribo porque pienso que el artículo de Jon Krakauer ‘Into Thin Air’, que aparecerá en su número de septiembre de 1996, critica injustamente las decisiones que tomé y las acciones que realicé el día 10 de mayo de 1996 en el Everest. Aunque respeto al Sr. Krakauer, comparto algunas de sus opiniones acerca de la labor del guía a gran altitud y creo que el hizo cuanto estaba en sus manos para ayudar a sus compañeros escaladores aquel trágico día en el Everest, pienso que su falta de proximidad en algunos de los acontecimientos y su limitada experiencia a gran altitud pueden haber interferido en su capacidad para evaluar objetivamente los sucesos acaecidos el día de la cumbre.
Basé mis actos y decisiones en más de veinte años de experiencia en grandes altitudes. A lo largo de mi carrera he ascendido tres veces al Everest. En doce ocasiones he escalado montañas de más de ocho mil metros. He ascendido siete de los catorce ochomiles de la tierra, siempre sin utilizar oxígeno auxiliar. Sin embargo, entiendo que esta experiencia puede no ser una respuesta suficiente para las preguntas que formula el Sr. Krakauer, así pues, ofrezco los detalles siguientes…
Bukreev decidió combatir la versión de Krakauer con otro libro, y así nació Everest. 1996
Y a partir de aquí desgranó varias explicaciones referentes a la vestimenta que llevaba ese día, a su decisión de no usar oxígeno artificial y a su actuación durante el rescate. Cuenta el libro Everest 1996 que su carta abrió un diálogo breve con la revista. Ellos le propusieron que redactase un escrito corto para explicarse, y Anatoli alegó que necesitaba más espacio para defenderse de las acusaciones que consideraba injustas. No lograron entenderse.
El artículo de Jon Krakauer se publicó, pero esa fue solo la chispa que arrancó dos motores más pesados. El periodista sintió que todavía necesitaba más papel para explicar con detalle la tragedia que había presenciado y un año después publicó Mal de altura, un libro que se ha convertido en best seller y que está narrado con el pulso de la mejor ficción. Bukreev, por su parte, decidió combatir la versión del periodista con otro libro, y así nació Everest. 1996.
Mucho se ha hablado del caso, que ha inspirado hasta películas, pero lo mejor es acudir a las fuentes originales. ¿Qué libro hay que leer primero? “A los jóvenes les digo que lean primero el de Jon Krakauer para que no les caiga mal, y luego el de Bukreev”, recomendó una vez Ramón Portilla. “Es inevitable que los escaladores sintamos simpatía por Anatoli”.
Krakauer no puede defender su decision de bajar de la montanya, meterse en la tienda, meterse en el saco, e ignorar el desastre que estaba ocurriendo a pocos metros de su tienda. Krakauer no es un guía, pero es un montanyero experimentado. Su decision de no ayudar es irresponsable. Anatoly, no solo ayudo, pero se porto como un ser humano excepcionalmente responsable en una situación imposible. Salvo vidas, informo de lo que ocurría, coordino a su equipo, y continuo ayudando hasta que llegaron refuerzos. Anatoly era un super montanyero, y una persona excepcionalmente humana.
Anatoli héroe Krakauer sanguijuela. Así es.
Hace mucho tiempo que los leí, pero creo recordar que Bukreev bajó de la cima a la hora acordada por seguridad, y los que fallecieron no. Esto es un hecho, porque la idea de Krakauer, era que Bukreev al ser el mas fuerte se quedara en la cumbre esperando, y que luego bajara como un guía-escoba recogiendo a los rezagados. Por eso le critica el que no utilizara oxígeno y que fuera poco abrigado.
Creo que lo mejor es como se recomienda en el artículo, leer primero a Krakauer y luego el libro de Bukreev. Algo que creo que es importante de mencionar es que Bukreev y Krakauer iban en 2 expediciones distintas, aunque efectivamente subieron a la cima durante el mismo día. Bukreev estaba guiando clientes en Mountain Madness y todos los montañistas/clientes de esa expedición grupo sobrevivieron. Al menos un par debido a que fueron rescatados por Bukreev. Lamentablemente murió Scott Fisher quien era guía y propietario de esta compañía. Los montañistas/clientes que fallecieron durante estos eventos estaban siendo guiados por la compañía de Rob Hall (Adventure Consultants), quien también murió en el intento de cima, además del guía Andy Harris. Krakauer era miembro de esta expedición. Los otros 3 montañistas que murieron durante ese intento de cima eran de expediciones de India y Taiwán. Saludos
Disiento de tu parecer, David B. Símplemente són diferentes formas de ver las cosas. Seguramente, la de John un poco equivocada. Pero igual de respetable. Si nos limitamos a insultar y menospreciar a las personas, poco las vamos a entender. Y así tenemos problemas como el encaje de Catalunya en España… Gracias al desprecio y a la continua falta de diálogo y de esfuerzo para entendernos.
Bukreev héroe; Krakauer sanguijuela despreciable
Lo que hizo Anatoli fué increible. Salvó vidas y aún tuvo fuerzas para intentar rescatar a su jefe de equipo al días siguiente. Un máquina!!
Heroe