Este verano se cumplirán 30 años de una de las ascensiones históricas al Everest. Era el 30 de agosto de 1986 cuando los suizos Erhard Loretan y Jean Troillet alcanzaban la cima por la vertiente norte en 31 horas, después de haber enlazado el corredor de los Japoneses y el corredor Hornbein, y descendían de nuevo al campo base ramaseando en 3:30 horas.
Entrevistado por la televisión suiza RTS acerca de su carrera como alpinista y acerca de la actualidad del mundo de la montaña, Jean Troillet respondía de la siguiente manera a una pregunta sobre las expediciones comerciales al Everest: «Siento un poco de vergüenza por esto que pasa en el Everest». Y añadía que se sentía culpable en cierto modo: «Puede que nosotros seamos un poco responsables por el hecho de haber traído bonitas imágenes… Ahora, la gente quiere ir allí, no importa en qué momento ni bajo qué condiciones«.
Jean Troillet, que actualmente tiene 68 años de edad, no podía entender las motivaciones de un japonés de 72 que se había hecho llevar hasta la cima: «Me resulta extraño que se pueda contentar con eso». De hecho, para él, nunca ha habido gloria sin sufrimiento: «No elegir las rutas fáciles formaba parte de mi vida. Si no existía ese sufrimiento para llegar a la meta que uno se había fijado y luego descendía al campo base, no era lo que yo buscaba. La cima no era lo importante. Yo, si habíamos sufrido, si habíamos tenido que luchar en la tormenta sin alcanzar la cima, era un hombre feliz».
Además, Troillet cuenta sus sentimientos en la cumbre: «Allí arriba, se pasan minutos tan excepcionales que no se encuentran abajo. Se está cerca del más allá. En la cima del Everest, con Erhard, sentimos una presencia sin poder explicarla».
Una expedición eslovaca a la cara suroeste
Esta temporada, poco habrá en el Everest de la filosofía de Jean Troillet y Erhard Loretan. Además de la aventura de Kilian Jornet, solamente un puñado de alpinistas han anunciado que intentarán la montaña sin oxígeno, aunque por las rutas normales. La única cordada que tiene planes de intentar la ascensión por una ruta diferente será la formada por Vladimir Strba y Zoltan Pal.
Según publica The Himalayan Times citando fuentes de la agencia que los representa, Utmost Adventure Trekking, los eslovacos tienen previsto intentar la cara suroeste, mucho menos frecuentada que la normal del collado sur y arista sureste.
La cara suroeste fue abierta en 1975 por Dougal Haston y Doug Scott, y desde entonces sólo unos 30 alpinistas han hecho cumbre por esa vertiente. En estos números, compilados por Eberhald Jurgalski en 8000ers.com, se incluyen también las ascensiones por la ruta rusa de 1982 que empieza en la cara suroeste y termina por la arista oeste, y por la ruta coreana de 2009 que asciende la parte izquierda de la pared.
Admiro a Troillet desde hace muchos años, sobretodo cuando se juntaban el trio Kurtyka, Loretan, Troillet, haciendo cosas fuera de serie. Pero discrepo de una cosa. Hay gente que SI le parece importante y vital la cima, y tambien deberia ser respetado. Gente que no se atreve con la vertiente tibetana del Everest pero sí con la normal… Otra cosa es la masificacion, que me parece horrible.
Si se pusiese una cuerda fija en la oeste del Naranjo para que la gente jumarease la pared y luego dijese que ha hecho la oeste ¿Qué opinaríamos? ¿Es algo análogo todo el despliegue en el Everest? Troillet y Loretan hicieron una actividad que aún en el dia de hoy sigue siendo puntera. Así que criterio tiene de sobra para opinar. Sobre todo si se compara el nivel de actividad de los 70- 80 con lo que ha hecho en el Himalaya en los últimos 30 años.
El abuelo tiene razón. De siempre, tu puedes escalar una vía en libre o en artificial. pero tienes que ser honesto y decir como la escalas. Otra cosa es obligar a escalarla solo en libre. No sería escalada»libre». Por poner un ejemplo,escalar el Everest por ti mismo,sin agarrarte a ninguna cuerda fija ni utilizar oxigeno, se considera en libre.Si por la cascada de hielo no puedo, busco otra vía.Como en cualquier otra montaña buscaré una vía a mi altura.El problema está cuando somos muchos.
Es verdad cincuentón. Antes era una alegría encontrarte a alguien en la montaña, en el descenso de alguna clásica, que aun no lo eran, y ahora, todo lo contrario, deseas estar solo… la edad? o somo demasiados?
«Puede que nosotros seamos un poco responsables por el hecho de haber traído bonitas imágenes»… Estoy de acuerdo,es mas,a nivel de mi ámbito yo también soy culpable. Siempre he querido transmitir lo bonito de la montaña y la escalada. Y el resultado es que antes me alegraba de encontrarme con alguien en la montaña o zona de escalada, y ahora deseo no encontrarme con todo el mundo. Que tire la primera piedra quien esté libre de culpa y nunca ha traído gente nueva al monte(de una u otra manera).
La opinión de Troillet tiene peso porque su trayectoria la avala. La comercialización del Everest (y de otros ochomiles) se acerca al circo y la estadística lo indica (O2 embotellado vs escalada real): esto es una evidencia. El que no lo quiera ver es como el que niega el cambio climático.