Para las ocho componentes de la expedición ‘Donas al Shisha, 2001’ no será la primera experiencia en el Himalaya. Pero sí hay algo que ha marcado sus anteriores incursiones en la cordillera más elevada del planeta: el predominio masculino en las expediciones con las que acudieron. Este fue el punto de arranque de un proyecto íntegramente femenino a la cima principal del Shisha Pangma, de 8.013 metros.
Núria, Olga, Silvia, Nativitat, Ingrid, Maite, Marisa y Elissabeth forman el equipo de alpinistas catalanas que intentarán ascender a la cima principal del ‘Trono de los Dioses’ por su ruta normal, la checo-china. Además, lo intentarán dentro de un equipo formado sólo por mujeres. Es decir, la sección chino-nepalesa de la expedición (oficial de enlace, sherpas y porteadoras, cocinera, etc) también será totalmente femenina.
El próximo 10 de agosto las protagonistas de este innovador proyecto respaldado por la Unión Excursionista de Cataluña de Barcelona, partirán hacia Katmandú, desde donde iniciarán la aproximación a la montaña y la posterior instalación y organización del campamento base. Si las fechas previstas se cumplen, dedicarán todo el mes de septiembre a trabajar en la montaña, en la que instalarán tres campamentos de altura (a 5.800, 6.500 y 7.300 m, respectivamente) antes del ataque a cumbre.
Expediciones femeninas anteriores
La primera expedición nacional femenina al Himalaya data de 1984. Formada por seis alpinistas (Meri Puig, Esperanza Capella, María C. Magdalena, C. Melís, Elena Seared y Mónica Verges), contó con el asesoramiento de Lluis Belvis y eligió como objetivo el Kangtega (6.779 m).
Cinco años después, Mónica Verges volvía a Nepal formando cordada con Magda Nos. El objetivo en esta ocasión fue el Cho Oyu (8.201 m). Y en 1992, Inmaculada Fernández y Amparo Ortega se apuntaban el primer ochomil granadino, al ascender a la cumbre central del Shisha Pangma (8.008 m).En este último caso, a pesar de estar incluidas en una expedición comercial catalana, Inmaculada y Amparo contrataron un sherpa de altura, funcionando de forma completamente autónoma en la montaña.
Detrás de esta nueva tentativa catalana del 2001, se encuentra un grupo ya consolidado, con años de experiencia conjunta en ascensiones a montañas de todo el mundo, así como en la organización de expediciones. Entre las ocho, suman viajes a Perú, Kenya, Alaska, Himalaya de India, y Nepal, Bolivia, Pakistán, Islandia o Tanzania. Un bagaje que incluye la ascensión del Gasherbrum 2 (por Maite en 1997) y la participación en una expedición de limpieza al Annapurna (8.091 m).
Hablamos con tres componentes de la expedición
¿Por qué la temporada de otoño?
Vamos después del monzón porque las estadísticas de expediciones que han coronado el Shisha revelan que esta es la mejor época. Digamos que es el tiempo idóneo, aunque en estas montañas siempre es una lotería el tiempo y las condiciones que puedas encontrar.
¿Intentaréis todas la cumbre?
Sí, sí. Siempre que la montaña nos de una oportunidad, vamos todas a por la cima. Incluso, estamos pensando en incluir dos sherpas de alturas también mujeres, que tengan experiencia previa en este tipo de expediciones. De todas formas, a pesar de lo que ha costado montar la expedición, no vamos a arriesgar más de la cuenta. Sabemos que es un ochomil y queremos realizar muchas más expediciones después de esta.
Si la expedición termina con éxito, ¿tenéis otros ochomiles en mente?
De momento vamos sólo pensando en coronar el Shisha, y si sale bien, sí que buscaremos nuevas metas, manteniendo el mismo equipo.
¿Os ha costado mucho reunir la financiación de una expedición tan numerosa?
Hemos tardado prácticamente dos años en conseguir el respaldo económico. Sobre todo el dinero líquido para cubrir gastos de permisos, agencia, billetes de avión, etc. Hemos contado con el respaldo económico de varia empresas privadas y de diferentes marcas deportivas, en lo que se refiere al material (Artiach, Bollé, Buff, Trango).
¿Vais a filmar la ascensión?
De momento sólo haremos fotos, pero no cerramos la puerta a la posibilidad de filmar la ascensión. Dependerá de que las empresas que nos respaldan quieran que lo filmemos y de encontrar el equipo necesario, porque ahora no tenemos cámara. De momento, estamos dedicándonos a aspectos más prioritarios, como reunir dinero líquido o cubrir las necesidades de material. Pero creemos que filmar la expedición sería algo importante, y no lo descartamos, siempre y cuando consigamos el respaldo para ello.
Para acabar, ¿conocéis antecedentes de otras expediciones femeninas?
A este nivel ninguna. Creemos que será la primera expedición íntegramente femenina, es decir, que tanto el equipo europeo como el equipo chino-nepalés estará formado por mujeres. Esperamos que así sea, ya que hay que recalcar que las gestiones de la agencia que hemos contratado para la expedición no dependen de nosotras, y por tanto no podemos asegurar que todo el equipo de allí sea femenino. Cuando lleguemos allí veremos si es así.