Álex Txikon, Ali Sadpara y Simone Moro, ¡cima en el Nanga Parbat invernal!

Actualización (26/02/2016 a las 16:45).- Álex Txikon, Ali Sadpara, Simone Moro y Tamara Lunger han descendido ya hasta la seguridad del campo 4. Lo cuenta así Igone Mariezkurrena desde el campo base:

Derrengados, Álex Txikon, Ali Sadpara, Simone Moro y Tamara Lunger han llegado ya al C4 (7.200m). Apenas una breve y entrecortada llamada por parte de Txikon para contarnos que se sienten obviamente felices y satisfechos, pero que la jornada ha sido «extremadamente dura y larga»; que el trapecio cimero es «bastante más pino» de lo que pensaba y que han encontrado el terreno también «más helado» de lo que esperaban. Por otro lado, ha sido simplemente el cansancio extremo y el malestar físico (vomitonas a primera hora) lo que ha hecho desistir a Lunger no muy lejos de la cumbre. Mañana emprenderán el regreso a CB a partir de las 10:00 de la mañana.

Actualización (27/02/2016 a las 16:30).- El twitter de Álex Txikon informó que hace tres horas el equipo había alcanzado el campo base. Just reached BC! Everything OK, es toda la información de que disponemos en este momento.

Noticia publicada el 26/02/2016 a las 10:55

¡Primera cima invernal al Nanga Parbat! Por fin llegó la tan ansiada noticia. Una noticia que ha tenido que esperar a que pasasen 28 años y 29 expediciones infructuosas antes de que la número 30 se convirtiera en la buena y la histórica. Álex Txikon, Ali Sadpara y Simone Moro lo han conseguido hoy después de una larga jornada que empezaba a primera hora de la mañana desde los 7.200 metros del C4 y que les llevaba hasta los 8.126 metros de la cumbre a las 15:37 horas de la tarde, hora pakistaní. Tamara Lunger, que partió con sus tres compañeros, se quedó unos metros más abajo.

Su progresión durante el día ha podido ser seguida paso a paso a través del Racetracker de Álex Txikon y de su página de Facebook, actualizada periódicamente desde el campo base por Igone Mariezkurrena. La responsable de la comunicación de la expedición –y pareja de Álex Txikon– ha podido observar con prismáticos desde el CB el avance lento pero seguro de los alpinistas hasta la cima.

De esta manera, los aficionados al alpinismo y los seguidores de Álex Txikon han podido seguir la situación casi al minuto. Desde que salían del C4, más tarde de lo habitual para no exponerse al frío más extremo de la madrugada. Cuando llegaban a la base del trapecio cimero, «la montaña sobre la montaña». Cuando se situaban al inicio del corredor que lleva a la arista cimera y que fue donde el año pasado se confundieron de camino Álex Txikon, Ali Sadpara y Daniele Nardi. El momento en que Ali Sadpara se separaba de sus tres compañeros para progresar por terreno rocoso en lugar de utilizar el corredor de hielo y nieve. El punto en que superaban la altura máxima alcanzada jamás en el Nanga Parbat invernal (los 7.875 metros de Zbigniew Trzmiel). Hasta que ganaban la arista cimera más allá de los 8.000 metros. Y finalmente cuando lograban su objetivo en la cumbre.

Ahora mismo, los expedicionarios se encuentran en la segunda parte de su aventura, todavía más importante que la ascensión y que consistirá en regresar al campo base sanos y salvos. Probablemente, debido a lo tardío de la hora de cima, les alcanzará la oscuridad por el camino, una dificultad más que añadir al cansancio y a los efectos de la altura. Su intención, por hoy, es alcanzar la seguridad relativa del C4 de nuevo y pasar la noche allí.

Un equipo improvisado para la historia

Antes de comenzar este invierno en el Nanga Parbat, nada hacía presagiar que la cordada que lograría la histórica ascensión tuviera la composición que ha acabado teniendo. Álex Txikon lideraba un equipo internacional con el italiano Daniele Nardi y el pakistaní Ali Sadpara como compañeros –del que se habían caído antes de viajar Ferran Latorre y el polaco Janusz Golab–. Por su parte, Simone Moro y Tamara Lunger buscaron la cima inicialmente a través de una ruta diferente (por la del intento de Reinhold Messner de 2000 en lugar de la Kinshofer de Txikon y compañía).

Después del primer mes de invierno, con el abandono de las otras dos expediciones de la vertiente del Diamir, Álex Txikon no tuvo reparos en integrar a Simone Moro y Tamara Lunger en su grupo, compartiendo con ellos el trabajo de fijación de cuerdas ya realizado por Ali Sadpara y él hasta el C3, pero ganándose así toda la experiencia de Simone Moro. El alpinista italiano se ha convertido, con la cima del Nanga Parbat, en el alpinista con más primeras invernales a ochomiles: Shisha Pangma (2005), Makalu (2009), Gasherbrum II (2011) y Nanga Parbat (2016). Sus cuatro superan las tres que acumulaban desde los años ochenta Jerzy Kukuczka (Dhaulagiri en 1985, Kangchenjunga en 1986 y Annapurna en 1987) y Krzysztof Wielicki (Everest en 1980, Kangchenjunga en 1986 y Lhotse en 1987).

La nueva expedición unificada tuvo que superar todavía un largo periodo de mal tiempo de casi tres semanas seguidas, así como las desavenencias con Daniele Nardi –quien terminó renunciando y marchándose a casa– antes de poder afrontar el asalto definitivo a la cumbre.