Este miércoles 17 de febrero se cumplen justo 41 años de la primera ascensión invernal al Everest, protagonizada por Krzysztof Wielicki y Leszek Cichy en 1980. Aquella cumbre abrió todo un capítulo en la historia del himalayismo, que el 16 de enero de 2021 se cerraba con la primera ascensión invernal del K2, realizada por un grupo de diez nepalíes.
Por fin se puede contar la historia completa. Para las siguientes generaciones, siempre quedará margen de mejora en cuanto al estilo.
1. Everest (8.848 m): 17 de febrero de 1980
Krzysztof Wielicki y Leszek Cichy eran los dos alpinistas más jóvenes de aquella expedición polaca liderada por Andrzej Zawada. Su intento a cima era la última oportunidad, debido a la inminente finalización del permiso de ascensión. Tras pasar la noche en el Collado Sur (8.000 m) a -42ºC y con vientos fuertes, los dos se pusieron en marcha a las 6:50 h de la mañana del 17 de febrero en dirección a la cima, llevando una pequeña mochila con una botella de oxígeno que apenas sabían usar.
Wielicki
Mi Elección
La fuerza imparable de Wielicki fluye entre estas páginas de manera franca y honesta.
Se dejaron todas las energías en una ascensión que culminó en la cumbre del Everest a las 14:25 horas. La comunicación por radio de Leszek Cichy con el campo base forma parte de la historia y viajó a Polonia más rápidamente de lo que tardaron en bajar. El descenso duró tres días y cobró tintes épicos, con ambos alpinistas con los pies doloridos por las congelaciones y una primera noche con mucha tensión, en la que se separaron bajando de cumbre y se les agotaron las baterías de sus linternas, hasta que hallaron la tienda del Collado Sur.
La ascensión de Krzysztof Wielicki y Leszek Cichy fue toda una sorpresa para la comunidad alpinística mundial y demostró que ascender a más de 8.000 metros en invierno era posible.
2. Manaslu (8.163 m): 12 de enero de 1984
Maciej Berbeka y Ryszard Gajewski, amigos de la infancia de Zakopane y compañeros habituales de cordada, fueron los dos cabezas de lanza de la joven expedición liderada por Lech Korniszewski al Manaslu en invierno de 1983-1984. Una expedición que se instaló a principios de diciembre en el campo base y que vivió la disyuntiva de continuar o abandonar ya el 11 de diciembre, por la tragedia del fallecimiento de Stanislaw Jaworski, su cámara.
Decidieron continuar y el 22 de diciembre ya habían superado los 7.000 metros, a través de la ruta Messner de la cara sur (la normal asciende la cara noreste). Por Navidad entró el mal tiempo, con fuertes vientos y bajas temperaturas. El 11 de enero, Maciej Berbeka y Ryszard Gajewski alcanzaron el C4 (7.750 m) y al día siguiente hollaron juntos la cima del Manaslu, sin usar oxígeno suplementario. Tras pasar cuarenta minutos en la cima, emprendieron un descenso que terminó siendo más difícil que la ascensión, por culpa de una intensificación de los vientos y que provocó congelaciones a ambos.
3. Dhaulagiri (8.167 m): 21 de enero de 1985
Jerzy Kukuczka y Andrzej Czok fueron los autores de la primera invernal del Dhaulagiri, a pesar de que Jurek se incorporó al equipo liderado por Adam Bilczewski más tarde que sus compañeros debido a ciertas desavenencias en referencia a su supuesta falta de compromiso con el grupo.
Mi mundo vertical
Jerzy Kukuczka
Pero Jerzy Kukuczka quería competirle a Reinhold Messner los catorce ochomiles y su capacidad en montaña era asombrosa. Tras alcanzar la cumbre, Adrzej Czok y él se perdieron y necesitaron tres vivacs para regresar al campo base. Czok sufrió graves congelaciones, mientras Kukuczka preparaba su mochila para partir con rapidez hacia el Cho Oyu, donde otra expedición polaca intentaba la primera invernal.
4. Cho Oyu (8.188 m): 12 de febrero de 1985
Maciej Berbeka y Maciej Pawlikowski conformaron la cordada de cima del equipo liderado por Andrzej Zawada, que ascendió por la vertiente nepalí (cara sureste) en lugar de la usual vertiente tibetana (oeste). Era un grupo polaco-canadiense en el que no sentó bien que Zawada diera luz verde a Jerzy Kukuczka para unirse a la expedición después del Dhaulagiri, pues consideraban que no contribuiría para nada y que se aprovecharía del trabajo del resto.
Tuvieron que realizar un intenso trabajo de equipo para ganarle metros a la técnica ruta y coordinar un ataque a cima en el que tres cordadas se sucedieron para que Berbeka y Pawlikowski coronaran el Cho Oyu. Por detrás de ellos, Jerzy Kukuczka y Zyga Heinrich apuraron hasta el último día del permiso de ascensión (15 de febrero) para repetir la ascensión y alcanzar también la cima.
5. Kangchenjunga (8.586 m): 11 de enero de 1986
Jerzy Kukuczka y Krzysztof Wielicki fueron los ilustres autores de la primera invernal del Kangchenjunga y sumaron, respectivamente, su tercer y segundo ochomiles invernales. Pero esta no fue una ascensión rodeada de felicidad sino que terminó más bien sumida en la desolación por el fallecimiento de Andrzej Czok, uno de los compañeros más cercanos de Kukuczka.
La expedición comenzó sin Kukuczka ni Wielicki, que tenían permiso para incorporarse más tarde. Cuando lo hicieron, el 19 de diciembre, la ruta ya estaba fijada hasta el C2. El ataque a cima comenzó el 7 de enero, con las cordadas Jerzy Kukuczka-Krzysztof Wielicki y Andrzej Czok-Przemek Piasecki. En el C4, la tos que había arrastrado Czok durante días había empeorado y las dos cordadas se dividieron: Kukuczka-Wielicki hacia la cima y Czok-Piasecki hacia abajo.
Escaladores de la libertad
La edad de oro del himalayismo polaco
La crónica de la ascensión hasta la cima del Kangchenjunga habla de mucho frío y un avance penoso, casi robotizado, por parte de Jerzy Kukuczka y Krzysztof Wielicki. Este llegó primero a la cima e inició el descenso de inmediato, sin esperar siquiera a su compañero, con quien se cruzó algo más abajo. Jurek también hizo cumbre, realizó unas pocas fotos y descendió también, sin contactar por radio con el CB. Ambos llegaron exhaustos de nuevo al C4.
Mientras tanto, Przemek Piasecki y otros compañeros habían conseguido descender a Andrzej Czok hasta C3, pero su condición no había dejado de empeorar. Falleció allí mismo dentro de la tienda en la que aguardaban el rescate.
6. Annapurna (8.091 m): 3 de febrero de 1987
Jerzy Kukuczka y Artur Hajzer protagonizaron una verdadera ascensión exprés al Annapurna. Sacaron partido de su aclimatación después de haber ascendido el Manaslu en noviembre. Gracias a su fortaleza, alcanzaron la cima después de apenas dieciséis días en el campo base.
En el ataque a cima también participaron otras dos leyendas como Krzysztof Wielicki y Wanda Rutkiewicz. Los cuatro alcanzaron juntos el C4 (6.800 m) el 30 de enero, pero al día siguiente Wielicki acompañó en el descenso a Wanda, que no se encontraba bien. Días más tarde, volvieron a intentarlo, sin éxito.
7. Lhotse (8.516 m): 31 de diciembre de 1988
Krzysztof Wielicki protagonizó en el Lhotse uno de los ejemplos de superación personal más épicos de la historia del alpinismo. El alpinista polaco sumó su tercer ochomil invernal a pesar de verse obligado a llevar un corsé ortopédico durante la expedición por culpa de un accidente de escalada sufrido en el Bhagirathi cuatro meses antes. Y además lo hizo en solitario, después de quedarse sin compañeros viables en la expedición belga a la que habían sido invitados Leszek Cichy, Andrzej Zawada y él.
La cuestión es que la expedición belga quería intentar básicamente el Everest, con la ayuda de una nutrida relación de sherpas. En el intento a cumbre, falleció trágicamente Lhakpa Dorje Sherpa y el el 25 de diciembre la docena de alpinistas belgas decidieron retirarse, con la única excepción de Ingrid Baeyens. Los tres polacos y ella subieron a C1 (28 de diciembre) y C2 (29 de diciembre) para advertir a los sherpas que no los desmontaran.
Los ochomiles en invierno
Narra la historia de cómo los alpinistas polacos, guerreros del hielo, hicieron suyo el invierno
Krzysztof Wielicki era el único que no sufría bronquitis y el 30 de diciembre ascendió hasta C3 para comprobar su estado. Allí, pasó la noche en una tienda que se construyó a partir de los restos de dos tiendas rotas y, ante las buenas condiciones meteorológicas, decidió continuar hacia arriba el 31 de diciembre a las 4:20 horas de la madrugada. No se detuvo a montar ningún otro campamento y alcanzó la cumbre a las dos de la tarde. A las cinco estaba de vuelta en C3, adonde había subido Leszek Cichy a esperarle a pesar de estar enfermo.
8. Shisha Pangma (8.027 m): 14 de enero de 2005
Simone Moro y Piotr Morawski firmaron la primera invernal al Shisha Pangma en un clima rodeado de polémica. Y es que unas semanas antes, el 11 de diciembre de 2004, Jean-Christophe Lafaille había ascendido la montaña en solitario y había calificado dicha ascensión como la primera invernal del más bajo de los catorce ochomiles. Siguió un encendido debate acerca de los criterios para valorar una ascensión como invernal.
El alpinista italiano fue el primer no polaco en coronar un ochomil en invierno. Y lo hizo en una expedición estrictamente invernal, llevando a cabo incluso la aproximación dentro del invierno astronómico. El trabajo en la montaña fue rápido y Simone Moro y Piotr Morawski lanzaron su ataque desde el C2 (7.400 m) la noche del 13 de enero, para alcanzar la cima del Shisha Pangma y regresar a C2 el 14 de enero.
9. Makalu (8.485 m): 9 de febrero de 2009
Simone Moro y Denis Urubko consiguieron cerrar la lista de ochomiles invernales del Himalaya de Nepal, con una ascensión rápida, ligera y limpia. El Makalu se había mostrado muy resistente, y las anteriores 13 expediciones invernales realizadas en los anteriores 29 años habían acabado siempre sin cumbre.
El italiano y el kazajo solamente necesitaron diecinueve días en el CB del Makalu para alcanzar la cima. Nada más llegar, iniciaron una primera rotación en la que superaron los 7.000 metros. El viento fue el peor enemigo de los alpinistas, que no dejaron montado ningún campamento para evitar que las tiendas salieran volando.
Una buena previsión meteorológica dio el pistoletazo de salida a su intento, el 7 de febrero, cuando ascendieron hasta el C2 (6.900 m). Al día siguiente, progresaron hasta los 7.650 metros. A las seis de la madrugada del 9 de febrero partieron hacia la cumbre del Makalu, que alcanzaron minutos antes de las dos de la tarde.
10. Gasherbrum II (8.034 m): 2 de febrero de 2011
Simone Moro, Denis Urubko y Cory Richards eran los únicos integrantes de su expedición, que compartía campo base con Álex Txikon y su equipo, en su intento al Gasherbrum I. Desplegaron un estilo ligero y rápido, para evitar exposiciones prolongadas a los riesgos objetivos de un glaciar extremadamente roto y la amenaza de las avalanchas.
La voz del Hielo
Los ochomiles en invierno
Un gran relato de motivación y de pasión por la exploración y, en particular, por el ochomilismo invernal.
Se lanzaron a por la cumbre con una ventana muy corta e incierta. Partieron a las tres de la madrugada del C3 (7.100 metros) y coronaron el Gasherbrum II antes del mediodía. Poco después, el tiempo se deterioró y convirtió su descenso en una aventura épica, que fue inmortalizada en la película multipremiada Cold,de Cory Richards. Fueron enterrados por una avalancha de la que salieron milagrosamente indemnes y sufrieron dos caídas en grietas de grandes dimensiones antes de alcanzar la seguridad del CB en plena tormenta.
11. Gasherbrum I (8.080 m): 9 de marzo de 2012
Adam Bielecki y Janusz Golab recuperaron para los polacos su papel en vanguardia en el himalayismo invernal, de la mano de un ambicioso programa liderado por Artur Hajzer, jefe de esta expedición. Fue la segunda ascensión invernal de la historia del Karakórum.
La cumbre del Gasherbrum I llegó el 9 de marzo de 2012, después de 49 días de trabajo, a través de la ruta normal, que asciende el famoso Corredor de los Japoneses. Aquel fue también el último día que se vio con vida a Gerfried Göschl, Cedric Hählen y Nissar Hussain, los tres compañeros de Álex Txikon, unos 250 metros por debajo de la cima que intentaban por la cara sur.
12. Broad Peak (8.051 m): 5 de marzo de 2013
Maciej Berbeka, Adam Bielecki, Artur Malek y Tomasz Kowalski prolongaron la leyenda de los polacos en el ochomilismo invernal, esta vez bajo el liderazgo de Krzysztof Wielicki desde el CB. El 5 de marzo de 2013, un grupo de cuatro hombres formado por Maciej Berbeka, Adam Bielecki, Artur Malek y Tomasz Kowalski alcanzaban la cima del Broad Pek, entre las 17:30 y las 18:00 horas.
Era muy tarde y tuvieron que apresurarse en un descenso nocturno bajo las temperaturas extremas que suele registrar el Karakórum en esta época del año. Casi más que un descenso, se podría calificar de huida. Solamente Adam Bielecki (a las 21:00 horas) y Artur Malek (a las 2:00 horas de la madrugada) consiguieron llegar al último campamento de altura, mientras Maciej Berbeka y Tomasz Kowalski se vieron obligados a vivaquear en el collado, a unos 7.900 m. Kowalski se comunicó por radio con Wielicki (en el CB) hasta las 6:30 horas. No hubo más noticias de ellos.
El 6 de marzo, Adam Bielecki llegaba por sus propios medios al campo base. El pakistaní Karim Hayyat ayudó a descender a Artur Malek, que alcanzó el CB el 7 de marzo. La entrada de mal tiempo dio por desaparecidos a Maciej Berbeka y Tomasz Kowalski.
13. Nanga Parbat (8.125 m): 26 de febrero de 2016
Álex Txikon, Ali Sadpara y Simone Moro consiguieron la primera invernal del ochomil que más se había resistido. Tuvieron que pasar más de 25 años y se tuvieron que retirar 27 expediciones antes de que el vizcaíno, el pakistaní y el italiano alcanzaran la cumbre. Tampoco es que aquel fuera un año fácil. El campo base reunió a varios grupos con el mismo objetivo y hubo tensiones y rencillas. Daniele Nardi, el compañero de Álex Txikon, abandonó, mientras Simone Moro y Tamara Lunger unían sus destinos a los de la cordada formada por el vizcaíno y Ali Sadpara.
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El cuarteto lanzó su ataque a cima desde los 7.200 metros del C4 y Álex Txikon, Ali Sadpara y Simone Moro coronaban pasadas las 15:30 horas de la tarde. Tamara Lunger, algo más retrasada, decidió darse la vuelta a menos de cien metros de desnivel. Una decisión inteligente que evitó riesgos para ella y sus compañeros. Todos descendieron sanos y salvos al campo base.
En los años siguientes, el Nanga Parbat mostró su fiereza contra dos de los pretendientes que aquel 2016 abandonaron: Tomek Mackiewicz perdió la vida en 2017 tras hacer cima con Elisabeth Revol; y Daniele Nardi desapareció en el espolón Mummery con Tom Ballard en 2018.
14. K2 (8.611 m): 16 de enero de 2021
Precisamente este mismo invierno se ha cerrado la historia de las primeras invernales a los ochomiles de Pakistán con la del K2. Finalmente, y después de siete intentos a lo largo de más de treinta años, fue obra de un gran esfuerzo común de tres expediciones, que situaron a diez alpinistas nepalíes en la cumbre.
Favorecidos por las condiciones meteorológicas de principios de invierno, progresaron rápidamente en el trabajo en la montaña y estuvieron en disposición de aprovechar una amplia ventana de buen tiempo que se presentó a mediados de enero. Finalmente, el 16 de enero, el grupo nepalí alcanzó la cima (8.611 m), tras lanzar su ataque final desde el C3 (7.350 m). Todos ellos pisaron los 8.611 metros juntos, cantando el himno de Nepal. Nirmal Purja lo hizo sin usar oxígeno suplementario, mientras Gelje Sherpa, Mingma David Sherpa, Mingma Tenzi Sherpa, Pem Chhiri Sherpa, Dawa Temba Sherpa, Mingma Gyalje Sherpa, Dawa Tenzin Sherpa, Kili Pemba Sherpa y Sona Sherpa lo hicieron con oxígeno.
A pesar de lo tardío de la cumbre, alrededor de las 17:00 horas, todos regresaron sanos y salvos al C3 esa noche y al CB al día siguiente (Gelje Sherpa y Sona Sherpa bajaron del tirón). La noticia de la ascensión tuvo su contrapunto trágico con el fallecimiento de Sergi Mingote, por culpa de una caída en el tramo final del descenso de su última rotación de aclimatación.
Un par de semanas más tarde, un nuevo intento de cima de otras dos expediciones terminó en tragedia. El búlgaro Atanas Skatov falleció el 5 de febrero como resultado de una caída cuando iniciaba el descenso tras darse la vuelta en el C3. Aquella misma mañana se vio por última vez en el Cuello de Botella a Ali Sadpara, Juan Pablo Mohr y John Snorri.
Hola, elwood,
Desde la perspectiva de la técnica de redacción periodística, es una fórmula que aporta más información sin perder concisión. Del mismo modo que puedes leer en medios italianos "el español, el bergamasco y el pakistaní"…
Saludos
¿Por qué "el vizcaíno, el pakistaní y el italiano" y no "el español, el pakistaní y el italiano"?
¿Podemos plantearnos una aventura sabiendo que vamos a abandonar botellas de oxígeno en la montaña?
¿Se puede plantear una ascensión sabiendo que vamos a abandonar cuerdas fijas, tiendas, … en la naturaleza?
En el alpinismo siempre que realicemos una actividad deberíamos ser lo mas respetuosos posibles con la naturaleza. Si en una actividad, por una emergencia, tenemos que abandonar material no biodegradable deberíamos volver a la montaña para limpiarla y volver a dejarla como estaba.
Nunca deberíamos plantearnos una ascensión sabiendo que vamos a abandonar material en la montaña.
Para dar validez a una ascensión o actividad se debería tener en cuenta el grado de compromiso con la naturaleza en dicha aventura.
Logros del Equipo de Alpinistas,… o del alpinista?
Cuándo vamos a empezar en el Alpinismo a hablar de logros de equipo?
Muchas veces cuando hablamos de logros de alpinistas en realidad no se trata de logros de alpinistas en solitario, sino logros del equipo de alpinistas o personas que han colaborado en dicha aventura.
Algunos han cocinado para los alpinistas que han llegado hasta la cima, otros han colocado las cuerdas fijas y los distintos campamentos para que el alpinista que ha logrado la cima suba “cómodamente”, otros les han atendido en el campo base cuidando de su salud, …
No es lo mismo correr un Tour de Francia en solitario y sin asistencia o correr un Tour de Francia en el pelotón, con un equipo que te proteja y varios asistentes.
En fútbol, por ejemplo, no gana el partido quien marca el gol, sino el equipo.
La montaña de la primera foto es el Masherbrum, no el K2.