El 2 de febrero de 2011, Simone Moro, Denis Urubko y Cory Richards hicieron historia al alcanzar la cima del Gasherbrum II (8.034 m). El italiano, el kazajo y el estadounidense no habían logrado solamente el décimo de los catorce ochomiles en invierno, sino que habían abierto la puerta de los ochomiles invernales en Pakistán. Y es que hasta entonces, ninguno de los intentos previos al K2, Nanga Parbat, Hidden Peak, Broad Peak o al propio G-II había terminado en cumbre.
2011: Estilo ligero y ascensión exprés en el G2
La meteorología aquel año fue tan dura como cabe esperar del Karakórum en invierno. Simone Moro, Denis Urubko y Cory Richards eran los únicos integrantes de su expedición, que compartía campo base con Álex Txikon y su equipo, en su intento al Gasherbrum I. Desplegaron un estilo ligero y rápido, para evitar exposiciones prolongadas a los riesgos objetivos de un glaciar extremadamente roto y la amenaza de las avalanchas.
Se lanzaron a por la cumbre con una ventana muy corta e incierta. Partieron a las tres de la madrugada del C3 (7.100 metros) y coronaron antes del mediodía. Poco después, el tiempo se deterioró y convirtió su descenso en una aventura épica, que fue inmortalizada en la película multipremiada Cold, de Cory Richards. Fueron enterrados por una avalancha de la que salieron milagrosamente indemnes y sufrieron dos caídas en grietas de grandes dimensiones antes de alcanzar la seguridad del CB en plena tormenta.
2012: Los polacos vuelven a la cima en el G1
El invierno siguiente de 2011-2012, el Karakórum vivió la segunda ascensión invernal de su historia. En este caso, la gloria correspondió de nuevo a los polacos, que habían protagonizado las ocho primeras invernales a ochomiles de la historia y recuperaban su papel en vanguardia de la mano de Adam Bielecki y Janusz Golab. Ellos dos formaron la cordada de cima de la expedición liderada por Artur Hajzer, dentro de un ambicioso programa de himalayismo invernal polaco.
La cumbre llegó el 9 de marzo de 2012, después de 49 días de trabajo, a través de la ruta normal, que asciende el famoso Corredor de los Japoneses. Aquel fue también el último día que se vio con vida a Gerfried Göschl, Cedric Hählen y Nissar Hussain, los tres compañeros de Álex Txikon, unos 250 metros por debajo de la cima que intentaban por la cara sur.
2013: Cima y tragedia polacas en el Broad Peak
Por tercer invierno consecutivo, el Karakórum vivió una primera ascensión invernal en sus ochomiles. De nuevo fueron los polacos, dentro de su programa de himalayismo invernal y esta vez bajo el liderazgo de Krzysztof Wielicki. El 5 de marzo de 2013, un grupo de cuatro hombres formado por Maciej Berbeka, Adam Bielecki, Artur Malek y Tomasz Kowalski alcanzaban la cima del Broad Peak, entre las 17:30 y las 18:00 horas.
Era muy tarde y tuvieron que apresurarse en un descenso nocturno bajo las temperaturas extremas que suele registrar el Karakórum en esta época del año. Casi más que un descenso, se podría calificar de huida. Solamente Adam Bielecki (a las 21:00 horas) y Artur Malek (a las 2:00 horas de la madrugada) consiguieron llegar al último campamento de altura, mientras Maciej Berbeka y Tomasz Kowalski se vieron obligados a vivaquear en el collado, a unos 7.900 m. Kowalski se comunicó por radio con Wielicki (en el CB) hasta las 6:30 horas. No hubo más noticias de ellos.
El 6 de marzo, Adam Bielecki llegaba por sus propios medios al campo base. El pakistaní Karim Hayyat ayudó a descender a Artur Malek, que alcanzó el CB el 7 de marzo. La entrada de mal tiempo dio por desaparecidos a Maciej Berbeka y Tomasz Kowalski.
2016: El Nanga Parbat cae al 28º intento
Ningún ochomil se resistió tanto a la primera invernal como el Nanga Parbat. Tuvieron que pasar más de 25 años y se tuvieron que retirar 27 expediciones antes de que Álex Txikon, Ali Sadpara y Simone Moro alcanzaran la cumbre el 26 de febrero de 2016. Tampoco aquel fue un año fácil. El campo base reunió a varios grupos con el mismo objetivo y hubo tensiones y rencillas. Daniele Nardi, el compañero de Álex Txikon, abandonó, mientras Simone Moro y Tamara Lunger unían sus destinos a los de la cordada formada por el vizcaíno y Ali Sadpara.
El cuarteto lanzó su ataque a cima desde los 7.200 metros del C4 y Álex Txikon, Ali Sadpara y Simone Moro coronaban pasadas las 15:30 horas de la tarde. Tamara Lunger, algo más retrasada, decidió darse la vuelta a menos de cien metros de desnivel. Una decisión inteligente que evitó riesgos para ella y sus compañeros. Todos descendieron sanos y salvos al campo base.
En los años siguientes, el Nanga Parbat mostró su fiereza contra dos de los pretendientes que aquel 2016 abandonaron: Tomek Mackiewicz perdió la vida en 2017 tras hacer cima con Elisabeth Revol; y Daniele Nardi desapareció en el espolón Mummery con Tom Ballard en 2018.
2021: El K2 de los nepalíes
Precisamente este mismo invierno se ha cerrado la historia de las primeras invernales a los ochomiles de Pakistán con la del K2. Finalmente, y después de siete intentos a lo largo de más de treinta años, fue obra de un gran esfuerzo común de tres expediciones, que situaron a diez alpinistas nepalíes en la cumbre.
Favorecidos por las condiciones meteorológicas de principios de invierno, progresaron rápidamente en el trabajo en la montaña y estuvieron en disposición de aprovechar una amplia ventana de buen tiempo que se presentó a mediados de enero. Finalmente, el 16 de enero, el grupo nepalí alcanzó la cima (8.611 m), tras lanzar su ataque final desde el C3 (7.350 m). Todos ellos pisaron los 8.611 metros juntos, cantando el himno de Nepal. Nirmal Purja lo hizo sin usar oxígeno suplementario, mientras Gelje Sherpa, Mingma David Sherpa, Mingma Tenzi Sherpa, Pem Chhiri Sherpa, Dawa Temba Sherpa, Mingma Gyalje Sherpa, Dawa Tenzin Sherpa, Kili Pemba Sherpa y Sona Sherpa lo hicieron con oxígeno.
A pesar de lo tardío de la cumbre, alrededor de las 17:00 horas, todos regresaron sanos y salvos al C3 esa noche y al CB al día siguiente (Gelje Sherpa y Sona Sherpa bajaron del tirón). La noticia de la ascensión tuvo su contrapunto trágico con el fallecimiento de Sergi Mingote, por culpa de una caída en el tramo final del descenso de su última rotación de aclimatación.