Posiblemente hay muchos que piensan que Pipi Cardell está donde está por ser la compañera de cuerda –y de vida– de Denis Urubko, e innegablemente su actividad creció de nivel de forma exponencial cuando se juntó con uno de los mejores himalayistas de los últimos tiempos, pero las montañas ya formaban parte indisoluble de su vida desde muchos años antes.
Nacida en Granada, de padres y abuelos con tradición montañera y esquiadora, tuvo la progresión lógica que inició en Sierra Nevada y fue alimentándose por Pirineos, Picos, Alpes… Acompañó a su tía, Inmaculada Fernández – su gran influencia en sus inicios, fue la primera cordada femenina andaluza en un ochomil, con Amparo Ortega al Shisha Pangma en 1992– al campo base del Everest y tuvo la oportunidad de subir al Cho Oyu por la ruta normal, algo que sin embargo le dejó una sensación agridulce por la gran cantidad de gente y poca aventura que le ofreció este ochomil.
Decidió entonces que su camino sería precisamente buscar su propio camino en las montañas. Montó una expedición en solitario al Karakórum donde pudo ascender –en total autonomía y por una nueva ruta– a un pico virgen de cinco mil metros y a quedarse muy cerca de la cumbre en otro pico de seis mil. Aturdida por la emoción y la belleza que le rodeaba, le asaltó el miedo de no poder volver a disfrutar de sentimientos tan intensos, y es que ya estaba irremediablemente enganchada al embrujo de las cumbres solitarias.
Fue Denis quien, después de una conferencia en la que ella contaba esta historia –coincidieron como ponentes en unas jornadas de montaña– quien se le acercó y le dijo: «Tú y yo compartimos la misma visión de la montaña». Ella no pudo menos que reírse, consciente de que sus modestos picos vírgenes quedaban lejos de los catorce ochomiles sin oxígeno de Denis, varios de ellos por nuevas rutas y en invierno… Pero el tiempo y la actividad compartida ha demostrado que efectivamente, más allá de las cifras, la búsqueda de una montaña lo más solitaria posible, sin ayuda externa, que ponga a prueba sus límites físicos y mentales, es donde ambos encuentran su felicidad.
Juntos consiguieron abrir una vía en el pico Chapáyev (6.371 m) del Tien Shan en 2017 y otra en la cara norte del Ushba (en la que fue Pipi quien abrió de primera muchos de los difíciles largos de roca) del Cáucaso en 2018, entre otras expediciones.
Recientemente han dado los primeros pasos en su proyecto de abrir una vía en un ochomil, que intentaron en el Gasherbrum I. Ascendieron por la ruta normal a principio de temporada, cuando aún prácticamente no había huella, convirtiéndose con ello Pipi en la primera andaluza en esta montaña. Las malas condiciones de nieve, con avalanchas constantes, les hicieron renunciar a su sueño de apertura, o más bien aplazarlo hasta que puedan volver a intentarlo.
Otro de sus grandes proyectos es formar una escuela de escalada en Skardu, en Pakistán, para que los niños y jóvenes puedan buscarse un futuro con trabajos técnicos en la montaña y no se limiten a ser porteadores como lo son ahora sus padres, que no tienen la misma preparación técnica que los sherpas de Nepal, y por tanto ganan sueldos más bajos con trabajos duros. Ya han equipado unas vías en una pared de roca cercana a la localidad y, cada vez que van, los niños ya les están esperando con la sonrisa y el arnés puesto. «Mi intención es motivar también a las niñas, ser una referencia, que vean que las mujeres también podemos subir montañas», cuenta Pipi.
Todo esto y mucho más, ilustrado con fotos y piezas de vídeo armoniosamente montadas y relatadas, compartió ayer en una conferencia ofrecida en el marco de la Semana Internacional de la Montaña de Guadarrama (Madrid). Todo un acierto del organizador, Miguel Ángel Gavilán, responsable de estas jornadas que este año cumplen su décimo aniversario gracias al apoyo continuado del Ayuntamiento de la localidad y de los patrocinadores.
Recordamos que hoy, sábado 2 de diciembre, es el plato fuerte, con el italiano Hervé Barmasse, a las 19:30 h en el Centro Cultural la Torre de Guadarrama. Entrada libre hasta completar aforo.
Más información en guadarrama.es/SIMG
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